Opinión

Felipe Morales

Con un estilo fresco y una pluma original, Felipe Morales nos cuenta las mejores historias del futbol desde su perspectiva periodística.

Recuerdos de un secuestro Azul

2018-02-02 | FELIPE MORALES
FELIPE MORALES
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El viento le pegaba en la cara al pasto, las gradas del Estadio Azul se volteaban a ver; el silencio se escuchaba. Las redes se vestían de gala, la cal se había pintado con el rímel blanco de las grandes citas.

El 25 de septiembre de 2005, Rubén Omar Romano volvía al inmueble de La Máquina. Después de 65 días secuestrado, Rubén pisaba de nuevo el césped, con una playera que, por delante decía “Gracias, AFI” y por detrás “Gracias Afición”.

En la periferia del estadio, existía un murmullo inquieto, una voz anunciada del esperado regreso. Sirenas, patrullas, policías, cámaras, luces, saludos, porras. Romano paralizó a México. El futbol pudo esperar. El partido contra Dorados, se jugó 10 minutos después. 

En un palco, ubicado en la cabecera, estaba su familia, bañada en llanto, empapada de agradecimiento. Isaac Mizrahi en la banca, hasta que Rubén, devorado por su pasión -que no cambia- se quitó el saco y empezó a dirigir.

Este viernes lo hará, al frente del Atlas, contra el recuerdo celeste, que le recorre y aún le cimbra el alma.

¿Qué recuerdos se te vienen a la mente de Cruz Azul?

Recuerdos muy lindos en la parte futbolística y muy malos en lo personal (como el secuestro), que afectó a la afición y a la gente que dirigía.

Fue un recuerdo imborrable cuando la afición de Cruz Azul te recibe entre aplausos en el Estadio Azul, después del secuestro…

Fue contra Dorados, el regreso, en el Azul. No, no. ¡Seguro! Cruz Azul va a estar dentro de mi corazón toda la vida, porque fue una marca importante, porque el equipo jugaba muy bien al futbol y era un equipo para buscar el título. Esa imagen no la voy a borrar nunca, antes de salir al estadio, con toda la afición que estuvo, no solamente de La Máquina sino de todo el futbol mexicano que estuvo rezando y apoyándome. 

Uno siempre se queda con la sensación de qué hubiera pasado con Rubén y aquel equipo si no te hubiera sucedido aquel lamentable episodio. A futuro imagino te ves de celeste…

Sí, sí, por supuesto, pero en ningún momento me caí. A los pocos años jugué dos Finales con Santos, se escapó el título porque cosas que el destino no quiso. Seguimos levantándonos, mirando para adelante y siempre con más fuerza.

¿Te acordaste mucho de lo vivido en Cruz Azul en estos días?

Sí, muchos recuerdos de cuando estuve, pero quiero resarcir este mal inicio del Atlas, que el equipo plasme cosas que yo quiero y que sé que puede. También quiero darle alegría a una de las mejores aficiones.

Tu presente, más que superada aquella tragedia, es en rojo y negro…

Pero eso ya es cosa del pasado, hoy, el presente es el Atlas, tengo una revancha importante por lo que me pasó en la última etapa en la que estuve, porque no elegí bien las cosas, me equivoqué en los refuerzos  y no salieron las cosas como las pensaban. El equipo que quiero es ahora este.

¿Cómo se le gana a este Cruz Azul que a priori es superior a Atlas?

Ocupándose de conocer sus virtudes y defectos, preocupándome más en el trabajo de nuestro equipo, en llevar a cabo lo que trabajamos e ir alcanzando mucho más la idea.

¿La Máquina es de temer en términos de plantilla?

También América, también Tigres, son muchos los que tienen una plantilla muy importante; es cuestión de uno tener la capacidad como equipo de nulificar sus virtudes y aprovechar las debilidades que tiene Cruz Azul como las tienen todos los equipos.

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