Alejandro Molina Bortoni
Experto en psicología y desarrollo humano que trabajó con la Selección Mexicana durante el proceso de Ricardo La Volpe. Molina llevará los lectores todo lo relacionado a la psicología y el deporte.
¡Hay equipo!
La Selección Mexicana de futbol nos da una gran alegría y una luz de esperanza sobre lo que puede lograr. Se ha visto una mejora importante en los últimos dos partidos amistosos internacionales. Primero, se le ganó a Ghana 2-0 y el después vimos a un sólido equipo enfrentarse al representativo de Alemania con un resultado de 2-2. Me da gusto observar que hay consenso en los analistas en reconocer que es de lo mejor que hemos visto en el Tricolor en varios años. En esta ocasión, no escuché ni leí comentarios negativos ni en los más severos críticos de la Selección. También eso es importante para dar certeza y mostrar contundencia cuando hay que reconocer una clara mejoría.
¿En qué podemos observar que hay equipo? Además de lo ya comentado por los analistas por el parado y la sincronía del equipo, vimos un esfuerzo conjunto y sostenido, una propuesta de juego colectivo y una actitud de lucha convincente.
Comparto algunos de los factores que hacen ver claramente que un grupo de personas ha comenzado a funcionar como un equipo. Es algo observado en el TRI y será de utilidad para revisarlo en nuestros propios equipos.
1. Objetivos comunes: Se comparten metas y objetivos. Trabajan juntos hacia un propósito común.
2. Confianza: Se da por hecho que cada uno cumplirá con sus responsabilidades y contribuirá al éxito del equipo.
3. Colaboración: Se nota que se comparte una forma de hacer las cosas y comparten una idea de juego común.
4. Apoyo mutuo: Se observa que los miembros están dispuestos a ayudarse y ofrecen apoyo cuando es necesario.
5. Cohesión: Los miembros se sienten parte de un grupo unido, con sentido de pertenencia y enfocados en el logro del objetivo común. Se perciben como una unidad.
6. Colaboración: Se trabaja de forma unida, compartiendo ideas y recursos, haciéndose responsable cada uno de su rol asignado.
7. Resultados medibles: Se está viendo un avance claro en los logros del equipo y son visibles para todos. Contribuyen con el cumplimiento del propósito y los objetivos establecidos.
8. Mística y celebración de logros: El equipo capitaliza sus éxitos, los cual fortalece el sentido de comunidad y la motivación.
Estimados lectoras y lectoras, formar un equipo es un proceso dinámico. Puede haber altibajos en los desafíos por lograr. Lo importante es mantener la comunicación abierta, fortalecer la confianza y mantenerse trabajando juntos hacia objetivos comunes.
Celebro que Jimmy Lozano y su cuerpo técnico estén mostrando un avance en lo logrado. Queda demostrado que haciendo las cosas bien, podremos pararnos de tú a tú con cualquier equipo.
“Revitalízate, vuelve a la esencia de lo que te da el éxito”.
