Opinión

Felipe Morales

Con un estilo fresco y una pluma original, Felipe Morales nos cuenta las mejores historias del futbol desde su perspectiva periodística.

Se escribe América, se pronuncia Campeón

2019-04-11 | Felipe Morales
FELIPE MORALES
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Muchas cosas pasan en 45 años; ningún futbolista del América había nacido; Miguel Herrera iba en sexto de primaria y era cerillo en un supermercado. El tiempo ha pasado y el América no era lo que hoy es. Cuatro décadas y media después, las Águilas ganaron su sexta Copa, que lo confirma como el equipo más ganador, en solitario, tanto en este certamen, en Liga y en Concacaf. Una vez más, se escribe América, se pronuncia Campeón y se lee Rey de Copas…

Mucho porque, al inicio, Nico Benedetti y sus pies de pluma le contaban un disparo colocado al viento, que atajaba Iván Vázquez Mellado, con los guantes magnetizados. Pero el partido era espeso. Pastoso, denso…

Hasta que en un balón largo, lanzado más por la ansiedad, que fotografiaba el estado de ánimo del partido, Henry Martin le ganó la carrera parejera a Christian Pérez; en la disputa por aquel objetivo de cuero, Martín lo punteó una fracción de segundo antes, lapso suficiente para que Pérez llegara dos fracciones de segundo después a su encuentro: Penal. 

Vino Emanuel Aguilera con sus desplantes de delantero caro cuando la pelota está detenida, presta para ser embestida con el empeine convencido de un defensa central que muta su personalidad, ya sea en tiro libre o en un penal, para mandarla guardar…

Y así, Aguilera, desde los once pasos, emprendió una breve carrera con la cara levantada; luego, reflejó ante el reflejo del arquero. Fue la reacción de la reacción y cuando uno se lanzó al lado derecho, el otro eligió el otro rincón…

Leandro Carrijó falló una ocasión en las barbas de Marchesín, que desvió con el instinto. Cuando el partido había madurado, un tiro libre local tensó la trama. Tuvo que ser el arquero el que fuera el más peligroso, ante tanta esterilidad ofensiva. El cobro del arquero Vázquez Mellado, inyectado en la escuadra izquierda, fue de Messi; la estrategia de Miguel Herrera colocando a dos defensas en los postes, fue de Guardiola.

Mellado regresó sonriendo a su arco, aplaudiéndole la maniobra al Piojo, mientras, después de aquella desviada con la cabeza, en la raya, Aguilera cantaba en silencio su segundo gol: el que no fue. 

No es que el partido haya sido de Final, pero fue muy de Copa MX. Si el futbol se juega en dos escenarios, en el terrestre y en el aéreo, ayer también lo jugó el viento, ese que se llevó la competitividad y el talento…

Miguel Herrera ha ganado dos Ligas y una Copa con el América. Habían pasado 45 años desde la última victoria copera azulcrema; tanto tiempo desde que aquel cerillo en un supermercado, apodado el ‘Colorado’, vivió una rapidísima transición y ayer embolsó otro título azulcrema…

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