Javier Hernández, resolutivo

Volviste a cambiar de latitud, tu nuevo hogar será en Los Angeles, caótica, maravillosa y cosmopolita metrópoli, la cual disfrutarás junto a los tuyos. 

Tu carrera ligada a la pelota ha sido monumental, tu andar en Europa fue variado, colorido, y sumamente exitoso. También es una verdad que tuviste momentos sombríos, en ocasiones lograste convivir con ellos de manera grácil, y con otros sucumbiste a la obscuridad. 

Una de las cosas que más me sorprende para bien de tus resoluciones, es que siempre identificaste con meridiana claridad cuando debías cambiar de aires, o salir de una organización. Ese sentido para saber que en tal o cual entidad, ya no lograrías sobresalir no es sencillo de desarrollar, y mucho menos de atender, hemos sido testigos de personajes que se entercan en mantenerse en un sitio en el cual no hacen más que empantanarse hasta morir. 

Tú no, tú nunca has tenido medio problema para volar, eres un nómada, desde muy pequeño con tu primera gran odisea con el Manchester United quedó de manifiesto que tu capacidad y habilidad para adaptarte a diversos y espinosos entornos siempre fue magnífica. 

No es nada común, mucho menos en México, toparnos con futbolistas profesionales que tomen realmente en sus manos el derrotero de su carrera, tú eres de los escasos salubres ejemplos de los que controla su destino, nadie interviene en tus decisiones dentro y fuera de la cancha, y eso es sumamente plausible.

Por obvias y naturales razones durante tus múltiples años en Europa fuiste cambiando, desde tu manera de hablar, de comportarte, de vincularte con los medios de comunicación, y demás aristas. En lo particular existieron momentos en los que reconocí tu grandeza futbolística y humana, y hubo otros tantos en los que critiqué severamente tus formas deportivas y no deportivas. 

Pero no me exime de saber perfectamente que eres uno de los mejores futbolistas de la historia del futbol nacional, y que como siempre sucede, deberá pasar tiempo, incluso mucho tiempo después de que te retires, para que tu vasto legado sea debidamente apreciado. 

Eres un hombre con mucha experiencia en los menesteres del balón, muchas veces esa sabiduría la utilizaste a carta cabal, con suma inteligencia, con sumo tiento, y existieron otros pasajes en donde te tropezaste de forma grosera. 

No cualquiera logra lo que tú, y cuando se destaca de forma rutilante como lo has hecho, las opiniones se dividen, existen envidias así como falsas loas, ninguna de las dos habría que creérselas. 

Así les sucedió a Hugo Sánchez y Rafael Márquez, no te estoy colocando a la altura de este par de deidades, los mejores por mucho, pero sí estás por detrás de ellos, y muy adelante de todos los demás. 

Eres un ente disruptivo, y siempre he creído que este tipo de personajes son sumamente necesarios e importantes en cualquier giro laboral, ese rol te gustó ejercerlo durante cierto tiempo, y luego ya no te agrado tanto. 

Debes sentirte muy satisfecho de tu caminar, ha sido extraordinario, tu carrera ha sido un grandioso guión, el cual como buena película ha tenido de todo, siendo la característica principal, tu sonoro éxito. 

Estás más cercano a la puerta de salida que a la de entrada, esta parte es la que más se goza, ya que existe plena conciencia y una madurez que permite saborear cada segundo, lo malo es que pasa de forma expedita. 

Eres una leyenda del futbol nacional, no existe debate en ello, te costó mucho trabajo serlo, estoy cierto que gratis no obtuviste nada, afloja el cuerpo y disfruta cada sensación del último trecho de tu transitar.

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