Opinión

Ignacio Suárez

El Fantasma ha recorrido el mundo del deporte a través de 6 Mundiales, 10 Copas América y 5 JO. Aportará a RÉCORD su conocimiento y exclusivas.

Tan lejos del cielo, tan cerca de Higuera

2018-10-10 | Ignacio Suárez
IGNACIO SUáREZ
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No, no son los mejores tiempos para Chivas. Su consolidación financiera, como le llaman a su profunda crisis económica, las pésimas inversiones y decisiones han cobrado factura. El equipo más grande, para millones y millones de aficionados, en los números y en los hechos está convertido en equipo mediano, uno de media tabla, cuya aspiración máxima es clasificar a la Liguilla, porque pensar en el título, siendo posible, debería de ser considerado un milagro.

¿Clasificar a la Liguilla debe ser considerado un logro para un equipo tan grande? Para mí no lo es. Eso sería la obligación mínima, más allá de cualquier circunstancia. Pero cuando se trata de Chivas hay que ser paternalistas. Para ello tienen la coartada perfecta: juegan sólo con jugadores mexicanos, como si el hecho de ser mexicano obligara a la mediocridad.

La mayoría de clubes están llenos de bultos futbolísticos de diversas nacionalidades; por lo tanto, en las condiciones económicas actuales, si Chivas utilizara jugadores extranjeros, contrataría futbolistas de medio pelo. NO alcanza para traer figuras, cuyo nombre y calidad hubiera valido cometer el sacrilegio que representaría romper con su nacionalismo.

De aquel discurso político de Jorge Vergara, que le valió que cayeran muchos incautos del Campeonísimo, necesitados de dinero nada queda. Ni las mejores guasanas, ni las mejores tortas ahogadas, ni los mejores jugadores, ni el mejor técnico del mundo, ni el mejor equipo del mundo. Sus promesas, aquel avión Boeing personalizado de Chivas, han quedado en simples anécdotas de los Beverly Ricos. El 'Huicho Domínguez', como un día calificó el Tuca Ferretti a Jorge Vergara, perdió su 'premio mayor'.

Por supuesto que administrar a Chivas significa el premio mayor, es el equipo que mejor comercializa su marca, por su legado, por su tradición. Cobra muchísimo más dinero que Rayados, Tigres, Santos, Cruz Azul, Pachuca, Toluca en cuestión de derechos de televisión, publicidad en playera y otros. En esos rubros sólo compite con América.

Sin embargo, a Chivas siempre lo tratamos como el 'pobrecito' de la Liga. El equipo al que le venden muy caro, como si éstos cuando negocian lo hicieran por espejitos. Al vender, vende muy bien: Rodolfo  Pizarro en 17 millones de dólares, el ejemplo más reciente.  

El equipo que más cobra dinero en el futbol mexicano se ha convertido en un abonero de lujo. El 30 de septiembre pasado, pagó el último abono de los más de 62 millones de pesos que adeudaba a los jugadores por los premios de años pasados. Los jugadores, para hacerle el favor a Chivas y que pudiera iniciar el torneo, a pesar de los adeudos, que por reglamento lo hubieran impedido, aceptaron pagos en abonos, con la condición de que el menor incumplimiento motivaría un incremento de 100 por ciento de los intereses.

Por su abono de 100 mil dólares pasa cada mes a cobrar Matías Almeyda, quien tuvo que fiarles también su liquidación. BBVA Bancomer es su mayor cobrador. Cada mes, puntualmente, cobra los intereses y el pago del préstamo de 2 mil 850 millones de pesos que solicitó hace unos meses, hipotecando marca, estadio y terrenos aledaños al inmueble.  ¡Imagínense el tamaño de las cuentas por pagar cada mes!

Son una multitud los aficionados que exoneran del pecado financiero a Vergara, que no lo es, señalando como el principal responsable de esta crisis deportiva y financiera a José Luis Higuera, del que no se sabe si es socio, dueño o chalán.

Es un auténtico misterio sin resolver el porqué sigue en Chivas un personaje como Higuera, con un pasado más americanista que Emilio Azcárraga. ¿Le prestó dinero a Vergara? ¿Qué empresas tiene como para, además, tener un equipo en el Ascenso? ¿Cómo es que aprobó el cuaderno de cargos en el Ascenso? ¿Por qué lo mantienen al frente de Chivas si se ha convertido en el enemigo número uno de equipo?, esto dicho por millones de aficionados.

Pero Higuera también tiene sus fans: “En un genio de las finanzas”, dicen por ahí. Y NO lo dudo, pero para las propias... Miren que se debe de tener mucho estómago, muchas agallas y poco sentido común para hacer que Jorge Vergara pagara casi 5.9 millones de dólares por el juvenil delantero Ronaldo Cisneros al Santos de Alejandro Irarragorri, quien además se quedó con un porcentaje de venta futura y con el 'Gallo' Vázquez, para después llevarse a préstamo al crack de los seis millones de dólares a SU Zacatepec. Por Rodolfo Cota, no quisieron pagar ni siquiera cinco.

Hoy, Ronaldo Cisneros en el Zacatepec ha jugado nueve partidos, no ha marcado un solo gol. ¿Qué harían ustedes si un empleado suyo les hiciera tal jugarreta? ¿Lo mantendrían en el cargo? ¿Lo premiarían? ¿Le prestarían más jugadores a su equipo en el Ascenso para foguearlos? ¿Le creerían el verso de que los tiempos malos para Chivas terminaron?*

No, no son buenos tiempos para ser aficionado de Chivas, un equipo que por su grandeza está obligado a ser candidato al título cada torneo, pero que esté lejos de cumplir con esa responsabilidad. Ser campeón para Chivas será posible vía de algún accidente, de esos milagros futbolísticos que todavía existen de vez en vez, como el que llevó a ganar el título al Leicester City.

Hoy su plantel, sus números, no lo harán candidato. Es un plantel mediano en cifras: decimotercero en la tabla del cociente, undécimo como defensiva, noveno como ofensiva, duodécimo de la tabla general. Paco Villa, en su cuenta de Twitter, dio una cifra que por lo contundente, lacera el corazón de todos los 'chivahermanos': “En los más recientes 10 torneos (cinco años), Chivas promedia 21.20 puntos por certamen; Atlas, 21.10 puntos. Son lugar 13 y 14 entre los clubes de primera”.

Esas cifras, con el dolor de mi corazón, son sinónimo de mediocridad, no le tengamos miedo a las palabras. Decir y aceptar la realidad tal cual y cruda NO es atacar a Chivas. Solaparlo, justificarlo, excusarlo, redimirlo, apapacharlo, únicamente prolongará su enfermedad crónica. Al niño que NO hace la tarea no se le debe aplaudir y menos culpar al maestro de tirano, porque lo condenará a la mediocridad, en el futbol y en la vida, pasa lo mismo al solapar.  

La medianía NO es para Chivas, no me identifica, no se justifica. A un equipo grande se le debe exigir como tal, como le exigimos y criticamos al América, a Cruz Azul o algún otro. La pésima administración de su dirigencia se ha reflejado en el equipo. El futuro del equipo es incierto, la ausencia tan prolongada de Jorge Vergara, quien hace meses NO toma decisiones, ni se aparece por lo menos para conocer al entrenador de su equipo, acrecientan los rumores de un crítico estado de salud, que se manejan desde hace meses. 

Un hombre que ama los reflectores, las cámaras, no desaparece, así como así, el ego no se cura como la gripa. Y esa ausencia no es buena señal para Chivas, nada buena.

Un Amaury Vergara, bonachón, buena gente, de poco o nada servirá cuando hay que actuar con la razón y no con el corazón. La “consolidación financiera”, sinónimo 'fifí' para no decirle crisis económica, está apenas, muy apenas estable, pero muy lejos de terminar.

El mal de Chivas NO se cura con frases de superación personal en las redes, menos con likes. El futuro del equipo depende al 100 por ciento de lo que se logre en la renegociación de los derechos de televisión que terminan el año próximo y donde se desatará la guerra entre varios por tenerlos y otro por retenerlos.

Mientras eso sucede, habrá que guardar las matracas y sacar las veladoras para que, en este nuevo tiempo de vacas flacas, pero donde no hay descenso, aparezcan y se consoliden los jóvenes que gracias a la crisis tendrán oportunidad y continuidad.

Parece cómodo Chivas, pero como dicen en mi pueblo: 'es lo que hay'. Tiempo de usar esto como coartada o bien ante la carencia buscar optimizar los recursos. Lo cierto es que habrá que tomarlo con paciencia, mucha, porque Chivas hoy tiene poco presente y mejor futuro… espero.

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