Opinión

Joshúa Maya

Uno de los fichajes más recientes de RÉCORD pondrá a prueba su conocimiento para ayudarte a ser un maestro de las apuestas.

Locos Playoffs

2020-01-13 | Joshúa Maya
JOSHúA MAYA
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Debacle histórica, regreso histórico, frases que en Houston no son ajenas cuando se habla de Playoffs de la NFL. En el ya lejano 1993, los Oilers fueron a Buffalo a enfrentar a los Bills, de la mano de Warren Moon. El equipo tomó una ventaja de 28-3 al medio tiempo; en la primera serie de la segunda mitad volvieron a anotar y con ventaja de 32 puntos todo estaba absolutamente definido, aparentemente.

Las posibilidades de los Bills de regresar en el juego eran nulas. Por si fuera poco, no contaban con Jim Kelly, estaba lesionado, y tenían a Frank Reich, quarterback suplente, en el campo. Increíblemente, sucedió el mayor regreso en la historia de la NFL, los Bills anotaron 35 puntos sin respuesta y tras haber empatado a los Oilers a 38 en tiempo regular, ganaron 38-41 en overtime. 

Ayer en Arrowhead, en un partido absolutamente loco, los Texans anotaron 21 puntos en el primer cuarto, añadieron tres más en el segundo para tomar ventaja de 24-0 ante los Chiefs. 

Posteriormente, Patrick Mahomes recortó la distancia 24-7 y a Bill O'Brien se le botó un tornillo, pensó que era buen momento jugársela en cuarta y cuatro por avanzar, en su propia yarda 32, para intentar un engaño de despeje y buscar el primero y diez. Ahí perdió el partido. 

Mahomes y su ofensiva anotaron 41 puntos sin respuesta para terminar venciendo a los Texans 31-51, un increíble regreso, una increíble debacle. Necesitaría una página de RÉCORD entera para detallar todos las marcas que rompieron los Chiefs. 

En aquel 1993, los dueños de los Oilers anunciaron que todos estaban despedidos y todos los jugadores transferibles. Esa derrota incluso derivó en la mudanza del equipo a Tennessee. En ese partido se acabó una franquicia. 

Los Texans deberían despedir a O'Brian hoy mismo, pero dudo que lo hagan, desgraciadamente es un equipo con poca exigencia y arraigo a pesar de ser el equipo de la cuarta ciudad más grande de la Unión Americana. 

El sábado por la noche, en Baltimore, se dio una de las grandes sorpresas en la historia reciente: los Titans, que terminaron con marca de 9-7, fueron a Baltimore a intentar picarle los ojos a los Cuervos. Parecía misión imposible, pero Mike Vrabel sabe preparar esta clase de partidos, lo tenía claro: si me va a ganar Lamar Jackson, que me gane con su brazo y no con sus piernas. 

Diseñó un plan de juego perfecto y desgastó a la defensa de los Ravens con 30 acarreos de Derrick Henry, los Titans están en la Final de la AFC, le pegaron de visita a los Patriots y a los Ravens. Asombroso. 

Titans contra Chiefs en Arrowhead y Packers frente 49ers en Santa Clara, el domingo, por un boleto al Super Bowl LIV en Miami.

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