Opinión

Christian Martinoli

Uno de los mejores cronistas deportivos en México, trabaja para TV Azteca y ha colaborado con RÉCORD desde 2010.

En busca de tranquilidad

2020-01-16 | Christian Martinoli
CHRISTIAN MARTINOLI
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Apenas va una fecha del campeonato y Robert Dante Siboldi ya pone su cargo en manos de la dirigencia cementera.

“Si soy yo el problema, no tengo problema en hacerme a un lado para no perjudicar a la institución”, dijo en la última conferencia de prensa que otorgó.

Está claro que los números como entrenador del Cruz Azul no lo acompañan con sólo tres triunfos en 11 juegos dirigidos; sin embargo, suena caótico que un técnico hable de hacerse a un costado cuando apenas van 90 minutos de un nuevo torneo al que se supone le han entregado la confianza para manejar los destinos de un club tan particular como lo es La Máquina.

Hombre sereno que se nota encuentra pocas respuestas des de la convulsiva directiva que vive incendiada por todos los flancos y de paso con un plantel que hace mucho tiempo maneja una base que promete en las palabras que emiten pero que no cuaja en la cancha de manera rotunda.

A diferencia de muchos otros inicios de certamen, Cruz Azul no ha “roto” el mercado con contrataciones rimbombantes que solían amainar de inicio el último fracaso vivido.

Con la lesión de Caraglio, otro jugador que ha quedado en deuda con lo esperado, el escritorio de La Noria tendrá que traer un plan B llamado Lucas Passerini, para que dispute la posición de nueve ante el joven Santiago Giménez.

Passerini suele jugar en dos tiempos de espalda a la portería y compite por elevación. Su trayectoria siempre ha sido con cuadros de baja envergadura y despuntó tras salir del Guaraní paraguayo (equipo más importante en el jugó y donde no anotó) para terminar como líder de goleo en Chile con el club Palestino, conjunto con el que pudo disputar Copa Libertadores.

Curiosamente los 14 goles marcados con el cuadro andino son los únicos que ha podido conseguir jugando en Primera División.

Digamos que de entrada es una apuesta barata en lo económico, pero muy arriesgada en lo futbolístico y más si hablamos de la sabidas exigencias que manejan los celestes.

Por lo pronto, mañana la escuadra de Siboldi irá a San Luis en busca de tranquilidad, qué raro suena todo cuando se va a disputar solo la segunda jornada de la Liga, pero esto es Cruz Azul, un club que hace mucho tiempo no vive en calma.

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