Alberto Bernard
@betobernard
Más de 30 años de experiencia buscando notas dentro y fuera del campo de juego, realizando investigaciones periodísticas. Especialista en análisis táctico y la Big data del deporte.
Tener o no tener la pelota, ese es el dilema
Mito: En el futbol mexicano el que tiene más tiempo el balón está más cerca de ganar.
Realidad: En tres de los cuatro partidos de Ida de los Cuartos de Final terminó ganando el equipo que menos tiempo tuvo el esférico.
Pumas, Cruz Azul y Puebla lograron ganar con un 30% de posesión del balón durante los primeros 90 minutos de los Cuartos, un porcentaje muy bajo ya que el promedio en México es ente el 45% y el 55%.
Mínimo dominio del juego y máxima contundencia en el área rival.
Por ejemplo la victoria de La Máquina ante Tigres fue una historia donde los felinos tenían una opción de gol y a la siguiente jugada los azules macaban. El cuadro de Tuca disparo 1 ocasiones, solo seis fueron a portería y un gol, mientras que el cuadro de Siboldi tuvo ocho opciones de gol, tres tiros a a la portería y los tres fueron goles. Cifras muy alejadas a los 529 pases que Tigres intentó por 191 de Cruz Azul, una diferencia abismal que no se reflejó en el marcador.
El caballo negro, Puebla, derrotó con lo mínimo necesario al líder León. Con apenas un 28% de tenencia del esférico, cinco oportunidades de gol, con dos disparos a portería que ambos acabaron en el fondo de las redes. Fiel a su estilo, los Panzas Verdes generaron 13 opciones de gol, pero sólo concretaron una. En los pases fueron 429 para los de Ambriz por 185 del cuadro de Reynoso. Un trámite de juego muy alejado del resultado final.
Otro caso donde la contundencia está por encima de controlar el balón es la victoria de Pumas sobre Pachuca. 67% del tiempo los Tuzos tuvieron el balón, dobló en los pases a los universitarios, generó más oportunidades de anotar, pero los Pumas con cuatro tiros a portería consiguieron un gol y Pachuca incluso falló un penal.
El único juego que dividió la pertenencia del esférico fue el Clásico Nacional, al 50% América y Chivas pelearon el balón. En pases los dos estuvieron sobre los 300, en opciones de gol el Rebaño creó 12 y las Águilas 13; en tiros a portería los de Herrera realizaron seis y los de Vucetich solo dos. La diferencia es que el Guadalajara encontró un zapatazo de Calderón y la historia ya la conocemos.
Conclusiones: La Liguilla queda claro que es un torneo distinto, donde no gana el que más tiempo tiene la pelota o el que más opciones genera, sino el que juega mejor en las áreas, las cuatro eliminatorias se definieron por la capacidad de aprovechar al máximo las opciones de gol. Esto genera un dilema, tomar la pelota y proponer o especular y cazar al rival.
La primera opción es la más romántica y las menos eficiente.
Así de cruda es la Liguilla, injusta porque es suficiente un tropezón para que se de la sorpresa de que el ocho elimine al uno. La pregunta es clara, ¿vale la pena tener el esférico y ser protagonista? Pese a todo creo que sí.
