Days Gone, un juego que salió a destiempo y sin mucho que ofrecer

Hay veces en las que uno no puede evitar pensar que un juego salió muy a destiempo. En ocasiones, se siente muy adelantado a su época y, por lo mismo, puede resultar en una revolución o en una experiencia incomprendida que, con el pasar de los años, revela su genialidad y se gana su estatus de culto; por otro lado, pueden salir sumamente tarde, en una época en la que las bases de su construcción ya van de salida y se sienten completamente sobre explotadas y cansadas.

Desafortunadamente, este último caso es la situación que tenemos con la exclusiva más reciente de Sony para el PlayStation 4, Days Gone. Si hace unos años se nos hubiese presentado este título de mundo abierto en el postapocalipsis zombie, donde tenemos que sobrevivir al hostil ambiente manejando recursos y explorando zonas infestadas de enemigos, la cosa hubiera sido un tanto diferente.

Aun así, esto no lo convierte en un producto malo de forma automática, pero lamentablemente no son los únicos problemas que lo aquejan. Days Gone es un juego con fallas tanto técnicas como de diseño, no es una completa catástrofe, pero sí es un título con protagonistas inconsistentes, secciones de gameplay monótonas y una narrativa poco interesante. 

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