Opinión

Vero Velázquez

Una experta del mundo Running, quien nos dará los mejores tips para correr y llevar un estilo de vida saludable.

Los músculos de la memoria

2018-05-25 | VERÓNICA VELÁZQUEZ
VERÓNICA VELÁZQUEZ
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Todos hemos pasado por ese momento donde olvidamos momentáneamente una palabra, podemos describir el objeto o la acción a la perfección, pero no recordamos su nombre, sintiendo que literalmente está ‘en la punta de la lengua’.

La realidad es que la frase tiene algo de cierto, porque se cree que estos frustrantes lapsus de ‘olvido’ son causados por una breve interrupción en la capacidad del cerebro para acceder a los sonidos de una palabra.

Es decir, sí está ahí, depositada en nuestro cerebro (o en la punta de la lengua), pero por una falla mecánica no llega el sonido a nuestra memoria.

No es que hayamos olvidado la palabra o que no conozcamos su significado, pero la forma de decirla está revoloteando por nuestra mente, sin que podamos atraparla. Este tipo de olvidos momentáneos son bastante comunes en cualquier punto de la vida, pero se vuelven más frecuentes con la edad.

No hay certeza de que esto sea una consecuencia inevitable de la edad o si depende del estilo de vida que llevemos. Personalmente, estos olvidos llegan a mí con mayor frecuencia si no duermo bien o no hago ejercicio.

Y justamente vengo a contarle sobre un estudio que se realizó para confirmar la relación del ejercicio físico en una mejor memoria de las palabras. Hay mucha evidencia de que las personas mayores físicamente activas tienen un mejor riesgo de padecer una serie de déficits cognitivos.

Por esta razón, los investigadores examinaron recientemente la relación entre la capacidad aeróbica y el recuerdo de palabras.

Para el estudio, investigadores de la Universidad de Birmingham analizaron los pulmones de 28 hombres y mujeres de entre 60 y 80 años. Ningún participante presentaba síntomas clínicos de problemas de memoria y a pesar de que todos llevaban un estilo de vida saludable, su condición física variaba mucho entre ellos.

Para comprobar su capacidad aeróbica se les pidió que hicieran ejercicio en una bicicleta estacionaria especializada, la sesión se finalizaría cuando se sintieran agotados.

Para medir la capacidad de recordación de palabras, se estudió a este grupo de participantes mayores y a un segundo grupo de voluntarios de entre 20 y 30 años.

A todos se les pidió que se sentaran frente a unas computadoras que les mostraban definiciones de palabras, las cuales tendrían que indicar si conocían y en su caso decirla. El vocabulario era complicado, porque las palabras que rara vez se usan son más difíciles de invocar rápidamente.

Los hallazgos no fueron necesariamente sorprendentes para los investigadores. Los voluntarios más jóvenes experimentaron muchos menos momentos de ‘olvido de palabras’ que las personas mayores, a pesar de que en general, suelen tener menos vocabulario.

Sin embargo, un descubrimiento interesante dentro del grupo de más edad fue que su incapacidad para identificar y decir las palabras correctas estaba fuertemente relacionada con su capacidad física. Las personas que estaban más en forma tuvieron menos lapsus de olvido.

Esta investigación fue meramente observacional, lo que quiere decir que los resultados no son representativos y contundentes, pero sí puede sugerir una posible correlación de la aptitud física de los cerebros más viejos vs mejores habilidades de procesamiento.

El estudio tampoco incluyó un análisis a detalle de cómo la condición física podría interactuar con el procesamiento del lenguaje a medida que la persona envejece. Sin embargo, los investigadores aseguran que la práctica de ejercicio regular tiene importantes efectos en el cerebro.

Las principales áreas impactadas incluyen las cortezas frontal y temporal, que están involucradas en el procesamiento del lenguaje.

Para darle continuidad a este estudio, se planea hacer escáneres cerebrales a los participantes, para examinar cómo y dónde la actividad física y el ejercicio afectan más nuestra capacidad de invocar palabras.

Pero mientras eso sucede, quedémonos con la sugerencia de que los músculos de la memoria también se fortalecen cuando hacemos ejercicio. Una razón más para salir a correr.

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