Opinión

Vero Velázquez

Una experta del mundo Running, quien nos dará los mejores tips para correr y llevar un estilo de vida saludable.

Lo que pasó en Boston

2018-04-20 | Verónica Velázquez
VERóNICA VELáZQUEZ
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El lunes pasado se llevó a cabo la 122ª edición del Maratón de Boston, una carrera que será recordada por muchos, por el gran desafío que representó terminarla. Y es que, este año la ciudad recibió a los corredores de forma muy peculiar, con lluvia durante todo el recorrido, vientos fuertes y una temperatura inesperada que hizo que más de mil 200 corredores abandonaran la competencia. Además, hubo casi mil 300 atletas que tuvieron que ser atendidos por emergencia médica. ¿Las razones? La mayoría de los casos fueron por hipotermia y se dieron entre los kilómetros 19 y 28, cuando el frío ya estaba haciendo estragos con el cuerpo de los que no iban preparados con la ropa adecuada o que, simplemente, no estaban acostumbrados a eso.

Y bueno, me suena muy complicado estar habituado a correr a menos un grado centígrado, que fue lo que marcaba el termómetro cuando sonó el disparo de salida; sin embargo, sí fue un factor que jugó a favor de algunos pocos privilegiados, como el caso de los ganadores Des Linden (en la rama femenil) y Yuki Kawauchi (en la rama varonil), quienes persistieron y llegaron a la meta triunfantes, viendo caer en el camino a quienes prometían grandes resultados. Como el caso de los corredores africanos, que sin duda no están habituados a las condiciones en las que corrieron el lunes y que, en algunos casos, mejor optaron por no desgastarse en semejantes condiciones de carrera.

El asunto de salirse de la competencia no fue sólo para corredores amateur, de hecho la tasa de abandono en corredores élite fue increíblemente alta (más para hombres que para mujeres). El 56.25 por ciento de las corredoras profesionales no llegaron a la meta, mientras que en la rama varonil fue el 62.5 por ciento de los atletas.

Eso no quiere decir que Linden y Kawauchi no sean tremendos corredores y que su triunfo no sea valioso, todo lo contrario, lo que pasó en Boston hace que su triunfo sea aún más bello y aplaudible. Aparte, si sus posibilidades de subir a un podio en un maratón internacional no son muchas, haberlo hecho en Boston los hace súper privilegiados.

Boston es el ‘santo grial’ de los maratones.

Tanto Yuki como Des son gran ejemplo de corredores que se han abierto camino y que han tenido que sortear dificultades para lograr llegar hasta donde están ahora. En un deporte cada vez más profesional y cada vez más alejado de los corredores amateur, lo que lograron estos dos atletas es admirable.

Yuki es un trabajador de tiempo completo, entrena por su cuenta y no tiene patrocinadores que cubran los gastos de las competencias en las que participa. Y Des no era una atleta estelar de algún equipo importante en Estados Unidos, su equipo el ‘Hansons Brooks’ no pintaba para nada en el radar de cazatalentos de atletas, sin embargo, persistió. En el 2011 estuvo cerca de ganar Boston, pero no lo logró. En esta ocasión, incluso en contra de sus propias creencias, se llevó la copa. Y digo que en contra de ella misma, porque en entrevistas posteriores a su triunfo declaró que por un momento pensó que iba a tener que abandonar la carrera.

Otra corredora de la que vale la pena hablar es Sarah Sellers, quien llegó en segundo lugar. Su historia es sorprendente, es una corredora virtualmente desconocida, es decir, nadie sabría que figuraría en el podio una competidora amateur que pagó su inscripción a la carrera.

Sellers es enfermera, trabaja de tiempo completo y entrena en sus tiempos libres. El ritmo que ella mantuvo y su estrategia de carrera fue la mejor, ya que hizo parciales negativos, es decir, aceleró el paso en la segunda mitad. Los primeros 21 kilómetros los hizo en 1h22m05s y la segunda tanda en 1h21m59s. De hecho, Seller fue la corredora más rápida durante los primeros 12 kilómetros. Sorprendente para una corredora amateur.

Lo que hicieron todos los competidores de esta edición de Boston fue sorprendente y si usted corrió bajo estas condiciones y logró llegar a la meta lo felicito. Pero si no lo logró, lo invito a saborear todo el aprendizaje que llegará, su triunfo fue clasificar, no lo pierda de vista.

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