Opinión

Vero Velázquez

Una experta del mundo Running, quien nos dará los mejores tips para correr y llevar un estilo de vida saludable.

La magia está en la sonrisa

2017-12-08 | Verónica Velázquez
VERóNICA VELáZQUEZ
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Le tengo una nueva táctica para mejorar el rendimiento al correr, se trata de sonreír, pero sonreír honestamente. Y no crea que esto es una recomendación de optimismo decembrino, no; se trata de un hallazgo fundamentado, descubierto recientemente por investigadores de la Universidad de Ulster, en Irlanda del Norte, y la Universidad de Swansea en Gales.

Los resultados del estudio fueron publicados en septiembre; en la investigación se analizaron los efectos de sonreír, fruncir el ceño y correr relajadamente, analizando no sólo el esfuerzo percibido, sino también la economía de carrera, que es la eficiencia del cuerpo para usar el oxígeno para correr.

Para este experimento, los científicos reunieron a 24 corredores recreativos, pero bien entrenados, quienes participaron en dos sesiones. En la primera se midió su economía de carrera a través de una máscara para calcular la respiración y se les pidió que calificaran cómo se sentían, así como definir las estrategias que usaban para mantener el ritmo y superar la incomodidad del agotamiento.

En la segunda hicieron cuatro series de carrera de seis minutos al 70 por ciento de velocidad, con dos minutos de descanso. Durante estas prácticas se les asignaron cuatro tareas: sonreír continuamente, lo más natural y sincero posible; fruncir el ceño; relajar la parte superior del cuerpo al imaginar que sostenían suavemente una papa frita entre los dedos y usar cualquier técnica mental habitual para ellos en una carrera.

El orden de las condiciones fue aleatorio y al finalizar se midió la respuesta cardiorrespiratoria, así como el esfuerzo percibido y la sensación física y emocional. Los hallazgos son muy interesantes, ya que la economía de carrera fue más eficiente en los corredores que sonrieron contra los que fruncieron el ceño.

Catorce participantes fueron más eficientes cuando sonreían en contraste con uno cuando se relajaban conscientemente. Además, el esfuerzo percibido fue mayor en las sesiones en donde fruncían el ceño en comparación con las series sonriendo o relajándose.

El resultado grupal de las sesiones sonriendo fue de una mejora de economía de carrera de 2.78 por ciento, dato que puede ser muy significativo en una competencia. Una de las hipótesis de los investigadores es que la sonrisa probablemente ayudó a provocar una reducción en la tensión muscular.

Sin embargo, hay un factor importante a considerar y es que a muchos corredores les resultó difícil mantener la sonrisa de manera natural durante seis minutos, lo que provocaba que el gesto se volviera cada vez más artificial. Y de acuerdo a los científicos, las sonrisas fingidas activan menos músculos faciales que la versión honesta, lo que podría modificar el resultado.

Así que la clave para usar una sonrisa como táctica para ser un mejor corredor podría ser hacerlo sinceramente durante periodos cortos, pero repetidas veces durante la carrera.

Al parecer ésta fue la técnica utilizada por Eliud Kipchoge, en mayo pasado durante el proyecto SUB2. Kipchoge sonrió varias veces durante los últimos kilómetros de la prueba en la que intentó hacer un maratón en menos de dos horas.

La sonrisa del keniano fue comentada por los medios en todo el mundo, se especulaba si el gesto en su rostro era porque estaba logrando algo que no imaginó o por alguna otra razón. En declaraciones aseguró que esperaba que sonreír lo ayudara a llegar a la línea de meta. Así que ahora ya lo sabemos, los kenianos lo hacen y los científicos lo validan: la magia está en la sonrisa.

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