Opinión

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¿Una liga de ensueño?

2018-05-05 | El Sopitas
EL SOPITAS
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Apenas comienza la Liguilla; sin embargo, más allá de la emoción y espectáculo que suele acarrear la llamada ‘Fiesta Grande’ del futbol mexicano, es imposible no voltear a ver los grandes boquetes que exhiben el desgarriate directivo con el que se administra nuestro balompié. Y aunque en los últimos años hemos escuchado mucho sobre las intenciones de hacer de nuestra liga ‘una liga Premier’, la realidad es que el proceso nos deja ver la improvisación de de nuestra liga, y en los últimos días hemos visto la manera en la que 5 puntos álgidos han terminado explotando en la cara de la Liga MX.

1 El descenso / no descenso

Sin lugar a dudas, todos aplaudimos la idea de tener una Primera División de 20 equipos; sin embargo, los tiempos, y sobre todo las formas, parecen haber entorpecido el trabajo de la federación. Y es que anunciar a medio torneo que el equipo que deportivamente ganó su descenso podría mantener la categoría salvo buen cobro de un pago de 120 millones de pesos no parece la mejor forma de cimentar una ‘liga Premier’. Tal vez, el primer paso tendría que ser abolir los absurdos porcentajes y anunciar que a partir del 2020 descenderán los peores equipos de cada temporada.

2 El ascenso que no asciende

Por el otro lado de la moneda tenemos una Final de Ascenso en donde ninguno de los dos equipos que deportivamente ganaron su derecho para estar ahí, no pueden ascender, lo cual es injusto por donde se vea, para jugadores, dueños de franquicias, aficionados, etcétera. ¿La razón? Según los estatutos de la Liga, ni Tapachula ni Oaxaca cumplen con los requisitos para ‘ser certificados’, lo cual es válido, pero en ese tenor, la propia liga tampoco ofrece un plan o recursos para que en un futuro absolutamente todos sus afiliados estén certificados. Y es que seamos honestos, un premio de 120 millones de pesos, aunque es mucho dinero para cualquier persona, en términos de futbol tampoco es pa’ tanto. Viéndolo así, digamos que con eso apenas y te alcanza para un Gullit Peña. 

3 Certificados que deberían ser des-certificados

En el mismo tenor de ser exigentes con unos y muy barcos con otros, no podemos ignorar la conducta de aquellos equipos certificados, que -si nos apegamos al reglamento- deberían ser castigados. Y hablo en específico de casos como los de Chivas, Necaxa o Xolos, cuyos jugadores se han quejado amargamente por la falta de pagos. Por supuesto que cada escenario es distinto, pero ¿acaso las reglas de la liga no contemplan que cada equipo debe tener la solvencia económica para pagar a sus jugadores? Es pregunta. 

4 El VAR

Es evidente que el arbitraje está en crisis, no sólo en México sino en todo el mundo, y aunque el VAR no parece ser el remedio infalible, si ha mostrado ser una gran ayuda para diversos árbitros alrededor del mundo. En nuestro país, la inclusión del VAR se anunció como una posibilidad para la Liguilla. En algún momento se dio como un hecho y otro como algo imposible. Al final se decidió que el momento más importante del torneo, como es la Liguilla, era el escenario ideal para probar el VAR. Y todo bien con que se pruebe, pero ¿si se va a experimentar, no valdría la pena probar el paquete completo, en vez de sólo hacer pruebas ‘offline’? 

5 El Pacto de Caballeros

No fue sino hasta que los jugadores amenazaron con no presentarse a disputar la última fecha del torneo cuando los directivos decidieron sentarse a negociar y anunciar de una vez por todas el fin del Pacto de Caballeros, una medida que debe de aplaudirse a todas luces. Hasta que aparece un directivo del calibre de Andrés Fassi a contradecir lo anunciado por la propia liga, afirmando que el Pacto de Caballeros aún no muere, y que por el contrario “hoy por hoy no hay absolutamente nada decidido”, por lo que será en los próximos seis meses cuando se analice la estructura final de contrataciones en nuestro balompié. Y la pregunta es ¿qué hay que analizar, si el reglamento de la FIFA lo tiene más que claro? 

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