Rafa tendrá que esperar al Tri

La lista de Osorio tendrá que esperar para ver a Rafael Márquez al menos para estos dos juegos en Europa. El entrenador no lo contempla por un aspecto físico y futbolístico que complica su accionar para estos dos juegos, por lo que el cuerpo técnico prefiere llamar a alguien en mejor forma.

Sin embargo, esto abre la posibilidad para estar en la Copa del Mundo, por lo que las pláticas entre federativos, patrocinadores y Rafael Márquez van en buenos términos para su pronto regreso a Selección Mexicana, ya que al principio hubo quien levantara la voz para no llamarlo por cuestión de imagen, empero con el paso de los días y como se han ido resolviendo las cosas a favor del jugador no habrá pero que pueda tener para volver, si Osorio decide llamarlo al Tricolor.

Torrado, ejemplo de autoridad

Se va una carrera llena de carácter y calidad, Gerardo Torrado es un ejemplo de cómo ejercer lo que más te gusta hacer. De los pocos o el único que encaró a dueños y su famoso ‘Pacto de Caballeros’ para ir a Europa y regresar a jugar a México para después continuar su trayectoria, misma que esta semana (viernes en el CAR) la espera en el escritorio y pantalón largo para convertirse en el enlace entre jugadores y directivos.

El domingo tomará su primer vuelo con corbata y saco en Selección Mexicana con la misión de ser presentado y comenzar los planes con Osorio y jugadores.

Un tema en la agenda son los líderes de Selección Mexicana, poner bases sólidas o diálogos claros. Lo mismo con el entrenador, quien está acostumbrado a hacer lo que guste con pocas voces a su alrededor.

Cruz Azul, conformismo absoluto

No cabe duda que la manera de conducirse dan categoría y respeto. Miguel Herrera y Paco Jémez cometieron el mismo error y ambos, imagino, reconocieron el mismo, lamentablemente sus equipos no actuaron de igual manera, pese a la grandeza que presumen y distingue.

América sancionó económicamente a su entrenador, mientras que del lado azul seguimos esperando que se aplique su código de conducta luego de ‘pintar dedo’ a la afición.