Virulento

Faltan poco más de treinta días para que la pelota ruede en Rusia, y en nuestra nación no se nos permite colocar total atención a tan hermosa antesala, es como si nos empeñáramos en obstaculizar la seductora ansiedad que genera la previa de los grandes eventos.

La cantidad de bulla que se ha venido generando en el futbol mexicano, aun cuando no termina la competición, ha funcionado como un denso velo que nubla los sentidos, los adormila, los distrae, y nos impide centrarlos desde ahora en la próxima Copa del Mundo.

La cantidad de movimientos en los organigramas de las entidades que se han desatado en tan escasos días han sido latigazos sin piedad ni pausa. Para mí, el más relevante, el más rimbombante, y de mayor envergadura fue el vivido en Monterrey con los Rayados.

Te aceptaron la renuncia, Antonio Mohamed, fiel a tu impoluta esencia y salubre autocrítica, te hiciste responsable como máxima cabecilla deportiva. Estoy cierto que ni cerca fuiste el único culpable de la sorpresiva caída ante Xolos, pero las cabezas visibles son la primeras en ser juzgadas, viene con el puesto, y así se debe asumir, como tú lo hiciste, como un hombre a carta cabal.

Eres un ganador de cepa, eres un gerente general en toda la extensión de la palabra, te vas como coloso, sin ningún remordimiento. Y en el entendido que Monterrey ha andado un largo trecho del actual sendero apostando por la opulencia económica, y en la permanente búsqueda de contar con la mejor materia prima nacional y foránea, no puede desandar el camino. Es por ello que apellidos de la magnitud de los de ustedes, Pizarro y Barovero, fueron la primera reacción para minimizar los daños e intentar ilusionar de inmediato a su exigente y honorable afición.

Tu posible llegada Diego Alonso, tampoco es un tema menor, eres un director técnico vanguardista, innovador, arriesgado, con un impecable historial, que supiste adaptarte sin envilecer tus ideas a una plataforma deportiva como la del Pachuca en donde al entrenador lo proveen de múltiples argumentos para potenciar su trabajo, pero a la vez lo encapsulan de forma apretada en una metodología deportiva que emana de la máxima dirigencia, y tener éxito en este esquema sólo confirma que eres un hombre inteligente, probo y dúctil.

Otra de las incorporaciones que sacudió el medio fue tu llegada a Cruz Azul, Ricardo Peláez, eres un hombre que no pasa desapercibido, tienes mucho tiempo en el medio, fuiste futbolista, comentarista, dirigente, es decir llevas transitando con bien por largos años en diversos escaños de la cadena alimenticia del futbol profesional.

Como suele suceder en tu nuevo y descolorido club, creen que un personaje; brillante personaje como tú debo decir, en solitario les resolverá décadas de desvarío e insatisfacción. Tú mejor que nadie sabes que los futbolistas son quienes deciden el destino de las instituciones, los demás entes son complementarios, necesarios sin duda, pero complementos.

Celebro tu regreso a la administración deportiva, en tu último pasaje en la televisión te percibí exacerbado, tú perteneces a los despachos deportivos, ahí es en donde tu influencia se maximiza. Estoy cierto que en esos puestos es en donde tú haces a la pelota mejor, y así sucederá con Cruz Azul. Tendrás que destrozar políticas y practicas prehistóricas, pero eres un intérprete con conocimiento, temperamento, voz, intelecto y vigor para conseguirlo. No existe elemento mejor que tú para revertir la lastimera historia de tu nueva organización.

Y por último en esta desmedida locura de altas y bajas en el futbol nacional no puedo obviar tu posible llegada Marcelo Michel Leaño, a los banquillos de la Primera División, llegarías al Necaxa. Premio, podría pensarse que excesivo, pero premio al fin a tu bien entendida necedad. De lo poco que te conozco identifico a un hombre preparado cultural, educativa y futbolísticamente, eres de esos extraños entes que gustan de documentarse en parajes fuera de la cancha, eres un ser no convencional, el cómo arribaste a la dirección técnica así lo corrobora. Tu historial no es ni cerca algo para impresionar, eres un chamaco, tienes apenas 31 años, si no estoy errado tu andar en estas lides comenzó en 2016 con Venados de Mérida, pues bien, en poco más de dos años dirigirás a un equipo de prosapia, incluso campeón de la Copa MX. Me gustan estas disparatadas apuestas, existe un hueco generacional enorme entre los entrenadores de la vieja guardia utilizados en el futbol mexicano, y las supuestas nuevas promesas o esperanzas, tú eres una de ellas.

Insisto, mucho movimiento, mucho cambio, mucho delirio con la pelota en México que impide de cierta forma direccionar nuestras miradas hacia la mejor fiesta del planeta, el Mundial de Rusia 2018 carajo.