Opinión

Luis García

El Doctor une el amplio conocimiento deportivo con un estilo propio. Sus geniales comentarios que lo han hecho referente de la TV tienen también su lugar en nuestro diario.

Selección Mexicana, eficaz

2018-03-27 | Luis García
LUIS GARCíA
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Esta agrupación ante Islandia volvió a manifestar su gran eficacia, han logrado establecer una linda relación con el triunfo, encuentran los conductos para el éxito, incluso cuando su funcionamiento no es tan pulcro. Se han acostumbrado a ganar, aspecto que no es menor, no resulta sencillo hacerse de esta seductora costumbre y da la impresión que el representativo mexicano ya la hizo suya, la hizo parte de su menú diario.

No se puede obviar que esta frecuencia de júbilo la han conseguido en su mayoría contra selecciones de mediana envergadura. Es por ello que deben profundizar y ser mucho más severos en relación con su funcionamiento. Por ejemplo, ante los vikingos, quienes sin duda decepcionaron y mucho por su pobreza futbolística, sus tres goles fueron en jugadas aisladas.

No pienso demeritar un ápice tu gran técnica individual, Marco Fabián, en el cobro del tiro libre, pero tu bella acción fue ajena al mal juego que estaban dando hasta el momento.

Tampoco pienso limitarme en loas a tu deliciosa definición, Miguel Layún, en el segundo gol nacional, la cual fue digna de cualquier prodigioso delantero. Pero la jugada es precedida de una de tus locuras lindas, Hirving Lozano, en donde con un control orientado de espalda te sacaste a tres defensores islandeses y después habilitaste a tu compañero, otra vez una jugada fuera del guion.

Y qué decir del tercer gol mexicano, en el que sin el menor atisbo de duda, la idea fue tirar un centro que acabó dentro de la portería por tu enorme complicidad y yerro, Alex Runarsson.

Insisto, para ser claro como el agua cristalina, saber ganar bajo circunstancias adversas o escabrosas no lo consiguen los neófitos, lo hacen los experimentados. Esta Selección Nacional posee eso, gran conocimiento, gran rodaje, tienen costra, no se sorprenden por cualquier nimiedad, identifican con sabiduría que las batallas no se resuelven con una decisión, conocen perfectamente que es la suma de las resoluciones las que terminan poniéndolos en buen puerto.

Ahora, supongo que también tienen bastante claro las grandes áreas de oportunidad y mejora con las que cuentan.

El portero mexicano, sin importar nombre y apellido; el viernes te tocó a ti, Jesús Corona, normalmente tiene que ponerse el uniforme de superhéroe. La cantidad de ocasiones que deben intervenir los guardametas nacionales para salvar su guarida es realmente grosera.

Ante Islandia, tú, Jesús Corona, salvaste dos jugadas manifiestas de gol en tus narices. Y la ineficacia de ciertos oponentes no se compara con la brutal precisión de los alemanes, y en un grado menor, incluso la de los suecos.

México es bipolar, su porcentaje de efectividad de cara a las porterías rivales es fascinante, generan pocas opciones, pero anotan casi el mismo número de las que generan. Históricamente se necesitaban crear el doble o triple de jugadas de gol para romper las redes enemigas, hoy esa fórmula la han mejorado sustancialmente.

Pero en su propia trinchera, en su propia área, la cantidad de veces que son puestos en predicamentos es sumamente alarmante. Es decir, juegan a matar o morir, a la ruleta rusa, y sin duda eso altera los sentidos, es muy agradable, y hasta novedoso, pero posee un alto índice de riesgo, el cual deben minimizar por los oponentes de alcurnia que tendrán en la Copa del Mundo, y máxime si en Octavos de Final se les cruza Brasil con su vasto arsenal con la pelota.

Otro de los puntos medulares que a la distancia quedan en evidencia y claros es que esta Selección tiene algunos futbolistas que son imprescindibles, más allá de rotaciones, algunos no deberían salir de la cancha ni en los medios tiempos, carajo.

Tú, Carlos Vela, eres uno de ellos, para mí el principal, sigo creyendo que juegas como si estuvieras en el club Asturiano los domingos. Haces a todos tus cercanos mejores, entiendes como nadie la importancia del pase, de asociarse, de tratar con elegancia y tacto a la pelota, cuando entras, luces como el rey, todos quieren tener que ver contigo, todos te buscan para que les señales cómo, por qué, por dónde, a qué hora y a qué velocidad, eres el mejor futbolista mexicano por mucho.

El otro que no puede estar fuera del campo ni medio segundo eres tú, Hirving Lozano, tu locura, tu insostenible velocidad, tu desparpajo, tu inconsciencia bien encauzada y tu vínculo con el gol te hacen irrepetible y cardinal.

A México no le sobran futbolistas con descabelladas ideas y habilidades para llevar a cabo tales pensamientos. En lo personal, las rotaciones no me provocan escozor, lo que sí es que en dichas rotaciones no pueden darse el lujo de dejar fuera a las mentes brillantes nacionales, que insisto, no pululan.

Faltando pocas semanas para que el balón repique en Rusia, percibo a una Selección Azteca adulta y serena, me gusta mucho esa sensación de seguridad que proyectan.

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