Opinión

Luis García

El Doctor une el amplio conocimiento deportivo con un estilo propio. Sus geniales comentarios que lo han hecho referente de la TV tienen también su lugar en nuestro diario.

Santiago Ormeño: Halo

2020-08-11 | LUIS GARCÍA
LUIS GARCÍA
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Tu irrupción en este nuevo torneo es como un aureola de esperanza. Dada la pandemia, la situación es lúgubre, la pelota ya rueda, pero lo hace con más temor que convicción, y aunque no quisiéramos, aún se perciben amenazadoras sombras en el horizonte de este Guard1anes 2020. Es por ello que uno disfruta tu desgarbado caminar, tu enorme capacidad de reírte de ti mismo, de disfrutar la vida, y de tu hoy colorida actualidad.

Después de darte a conocer; bien entendido el concepto, en el buen pero mejorable ejercicio de la eLiga MX, aprovechaste el envión mediático y te dejaste ir como gordito en tobogán. Lo conseguiste transformar en donde se debe, en la cancha, en la realidad, llevas dos pirulos en la actual competición, ambos de honorable manufactura.

Metiste ante Mazatlán un gol histórico con la parte interna de tu botín izquierdo, y el último ante Chivas, fue una obra de arte, es más, creo que estuviste revisando mis videos, obvio en el formato VHS; recibiste de espalda y girando sobre tu eje remataste con la zurda con severidad al poste cercano. Golazo, sin duda alguna. Y posterior a tu anotación, la cual no fue anecdótica, ya que fue a marcador, con ella ganaron tres puntos, utilizaste las redes sociales para mofarte de ti diciendo que
ni en los videojuegos le pegabas tan bien al balón.

Eres un hombre que juegas con delicadeza y deliciosamente con el sarcasmo. Eso nos habla de un personaje inteligente, que observa el panorama entero, que comprende que el futbol es un juego, y que se debe gozar, y que la vida también es para disfrutar y sacarle rédito lo mejor y más posible, sin importar si las circunstancias que te rodean son buenas o malas.

Revisando tu andar por el futbol profesional me topé que no te ha sido nada fácil, hoy tienes 26 años, y uno supondría inicias tu proceso de maduración o consolidación. Te la has rebuscado. Tu sueño de ser alguien medular en el deporte de la pelota te ha sido escurridizo, lo vienes persiguiendo desde el América Coapa, pasando por la Universidad Nacional, recalando en los Pioneros de Cancún, de ahí Lobos BUAP, una breve experiencia por tu amado Perú en el Real Garcilaso, y hoy en el Puebla.

Tuve la fortuna de charlar contigo en una videollamada con el nalgón Martinoli, en donde nos contabas con una categoría y hermosa deferencia sobre el gran apoyo que siempre fue tu abuelo, el gran Walter Ormeño. Recuerdo una foto que me tomé con él en los campos del América hace múltiples años, quedándome de manifiesto su calidad humana, y sus impresionantes y enormes manos.

Ser nieto, que es tu caso, o hijo de una figura, resulta complejo dada la carga que esto representa, máxime si uno pretende desarrollarse en la misma profesión u oficio, y más allá que estás lejos de la grandeza de tu abuelo, tú ese peso lo has llevado con gracia, incluso presumiendo ese linaje, bien por ti.

Me encanta tu lucha por cada día ser mejor, sin duda posees diversas habilidades para jugar al futbol que deberás potenciar para afianzarte en el medio, pero me quedo con tu digna pugna por buscarte un sitio, me quedo con tu envidiable necedad de no claudicar, me quedo con tu inquebrantable voluntad de buscar cualquier resquicio para manifestar tus dones.

En estos duros momentos de incertidumbre, de miedo, de dudas por una pandemia que nos ha puesto de cabeza a todos, y nos ha obligado a replantear creencias y prioridades, historias de luchadores como la tuya, nos hacen muy bien.

Insisto, felicidades, no por tus goles, que estoy cierto vendrán muchos más y mejores, felicidades por que decidiste emprender una ardua, larga y sinuosa lucha en la cual en tu mente y alma solo te observas como el vencedor.

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