Opinión

Luis García

El Doctor une el amplio conocimiento deportivo con un estilo propio. Sus geniales comentarios que lo han hecho referente de la TV tienen también su lugar en nuestro diario.

Revoltijo futbolístico

2017-11-28 | Luis García
LUIS GARCíA
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El futbol mexicano nos regaló el pasado fin de semana un diverso y maravilloso festín en donde la pelota vivió coloridos momentos y nos volvió a reafirmar su importancia y capacidad de generar alegrías.

El primer emotivo episodio fue la Final de la Liga Femenil, y si bien las mujeres Chivas levantaron con total justicia y gallardía el primer trofeo de este fabuloso torneo, después de una épica remontada, queda muy en claro que las ganadoras fueron todas las mujeres que de manera directa o indirecta participaron en tan colosal certamen.

Cada una de las damas que hicieron posible un sueño que lucía improbable deben estar sumamente orgullosas del resultado, y no me refiero al triunfo del Guadalajara, me refiero al triunfo global de la Liga Femenil.

En un solo torneo lograron que todos estuviéramos pendientes de sus andanzas, con su honorabilidad, compromiso y calidad nos conquistaron. En un ínfimo lapso de tiempo consolidaron una idea que sonaba linda, la maduraron, la aterrizaron y la convirtieron en una esplendorosa realidad. Sin duda, la Liga Femenil seguirá creciendo y se irá fortaleciendo, existen algunos tópicos a revisar, los sueldos de las jugadoras uno de los principales.

Otro asunto a mejorar es la necesidad que como medios de comunicación le otorguemos la debida difusión, que como espectadores nos involucremos, asistamos a los estadios, compremos sus playeras. Todo es perfectible, pero sin duda ha sido un ejercicio fascinante con un éxito monumental, una poderosa iniciativa que culminó de manera excelsa, dejando satisfechas a todas las mujeres participantes. Insisto, las primeras ganadoras fueron las mujeres Chivas, pero las campeonas fueron todas las futbolistas profesionales que dieron forma y sentido a la Liga Femenil, porque es su competición, de nadie más.

Otro grato episodio vivido el fin de semana fue la conformación de la final en la Liga de Ascenso, por un lado los Bravos FC de Juárez, que como escribí hace algunos días en este espacio, es una sólida franquicia, bien liderada por una experta mujer como tú, Alejandra de la Vega, que posees sabiduría, inteligencia y recursos para intentar con garantías el asalto a la cima.

Y del otro lado de la mesa, los pintorescos Alebrijes de Oaxaca, un club que siempre incordia, y lo digo en el buen sentido, cada vez que tienen oportunidad se hacen notar, lo hicieron varias veces en la Copa MX, siendo de los pocos de la categoría inferior en plantarse con regularidad en instancias finales, y ahora lo repiten atendiendo con meridiana atingencia su competición. Y por último las Semifinales del futbol mexicano en la Primera División.

Monterrey fue una aplanadora, dejó patente la brutal diferencia entre su plantilla y la del Atlas, sencillamente atropelló a un modesto rival que hizo mucho con el simple hecho de aparecer en dicha instancia.

Los Rayados lucen intratables, sus cuatro jinetes del Apocalipsis son insostenibles, cuando los apellidos de Hurtado, Pabón, Sánchez y Fuenes Mori están en la misma alineación, ponen a temblar al más sereno, aparte porque han entendido que si bien individualmente son fantásticos, cuando se fusionan son de otra galaxia.

El asterisco que observo es que se saben tan buen equipo que a veces se olvidan de jugar, sabedores que en cualquier explosión resuelven los galimatías en ocasiones obvian la necesidad de jugar y buscan exclusivamente ganar mediante reventones frontales.

Tigres volvió a exponer su gran costra, saben sufrir como nadie, son añejos, son vetustos, tienen tantas batallas lidiadas y ganadas que no se inmutan, los sobresaltos no forman parte de su genética. Son siempre cuestionados, y su respuesta es la misma, éxitos.

Es un proyecto resistente, elástico y con sublimes y múltiples recursos humanos. Son pacientes, se doblegan pero difícilmente se rompen, en la victoria y en la derrota son calmos, han coqueteado tantas veces con ambas que no se vuelven locos en ninguno de los escaños.

Monarcas es el premio a la consistencia, club de perfil sosiego, los ruidosos aspavientos no tienen cabida máxime cuando estás tú, Roberto Hernández, tu labor es sustentada, seria, sin gritos, tú convences, tú aglutinas, tú le provees a tus subordinados una plataforma para desarrollarse, tú los estimulas con cuestiones racionales y lógicas.

Son competitivos desde la unión, pero también desde la calidad, no sólo son corazón, poseen habilidades individuales complejas de descifrar, y otras tantas colectivas aún más complejas de sortear.

Son un bálsamo y ejemplo para la pelota en México, ya que son un proyecto silencioso, bien estructurado, sin reflectores, nada artificial, parten como víctimas ante Monterrey; todo mundo parte como víctima ante los Rayados, cosa que no les afecta, están acostumbrados al desamor, viven de ello.

Por último, el América, en la eliminatoria más sosa, consiguió llegar a la otra orilla por su posición en la tabla, asunto que algunos pretenden demeritar, cuando es totalmente al contrario, qué bueno que el equipo que fue mejor durante el semestre tenga recompensa, si no para qué carajo es la temporada, de algo debe servir y contar.

El América ha aprendido a jugar sin la pelota, aspecto igual de medular que saber jugar bien cuando se tiene, defender sin el balón es un arte que debe ser apreciado y festejado.

Los de Coapa lo han entendido, y ahí han fincado su solidez y su actual boga, es verdad que nos gustaría verlos más libres, más audaces, más aventurados, pero lucen monolíticos, son espinosos en cualquier campo que se encuentren.

Tampoco es que tú, Agustín Marchesín, te la pases volando de poste a poste, la realidad es que sufren poco, ya que poseen defensores de linaje, lo tuyo Pablo Aguilar ya lo conocíamos, ahora, lo tuyo Bruno Valdez, es simplemente delicioso, eres un defensa total, majestuoso.

De mis pasados pronósticos atiné a tres, porcentaje que siento mantiene mi título de Walter Mercado del deporte, es por ello que volveré a soltar mis predicciones, iré por la carretera común, la previsible, voy con Monterrey y Tigres, me fascinaría observar una Final regia, sería una locura por todos los costados. 

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