Opinión

Luis García

El Doctor une el amplio conocimiento deportivo con un estilo propio. Sus geniales comentarios que lo han hecho referente de la TV tienen también su lugar en nuestro diario.

Pumas, nostalgia

2020-03-10 | Luis García
LUIS GARCíA
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Normalmente pasamos buscando gratos vestigios del pasado, notables trazos reconocibles del ayer, máxime si hablamos de una entidad mayúscula como lo es la Universidad Nacional. Penosamente estos parajes de antaño no se localizan con la frecuencia que nos gustaría, es más, últimamente el penar ha sido mayor que el gozo, y cada ocasión que existe un cruce medular, o fecha importante, esa necesidad de toparse con la felicidad de lo viejo se incrementa. 

Se vino el partido ante el América, que sin ningún rubor ha traído de hijo a los Pumas hace largo tiempo, en el ambiente existía una fusión de ansiedad y emoción por dicho enfrentamiento, sobre todo porque los universitarios venían de dos derrotas de forma consecutiva. Después de una serie de aburridos e insulsos debates sobre si la confrontación entre estos dos clubes es o no Clásico, la pelota rodó. Las grandes rivalidades son las que proveen de altura, locura y permanencia al deporte, no importa cuál sea la disciplina, y esta es una feroz rivalidad gestada hace algunos ayeres cuando se dieron tres Finales en un escaso lapso de tiempo. Eso, aunado a las disímiles ideologías, los americanistas conforman el poder en su máxima expresión, mientras que los universitarios son la esperanza y pureza de los jóvenes, no siempre los dos equipos abrazan fehacientemente su esencia, pero ahí fincan sus estatutos. 

El juego fue sublime, dos cofradías jugando a un nivel elevado, cercanos a su mejor versión, el América con múltiples lesiones y los Pumas con un plantel corto por falta de presupuesto, aun con estas falencias ambos salieron al abordaje, no se guardaron nada. Y hablando puntualmente de los universitarios, manifestaron esa mística que durante años fue la bandera con la cual conquistaron varias batallas y guerras, fueron atrevidos, anárquicos, asumieron riesgos sin importar las consecuencias, y si bien el combate terminó empatado, los de la Rectoría salieron victoriosos en lo moral. Habían sido varios choques en donde fueron exhibidos por su acérrimo rival, y en esta ocasión lo maniataron, y si no hubiera sido por ti, Alfredo Saldívar, que es tiempo que tengas más rigor con el puesto que ostentas; equivocarse en este juego parte inherente del mismo, hacerlo tan frecuentemente y de manera tan grosera no lo es. 

Tu gestión, Miguel González Míchel, ha sido honorable y maravillosa, desde el sitio de la prudencia y la inteligencia emocional has logrado conformar un monolítico equipo, no les sobra talento, pero sí les sobra certidumbre, tienen un rumbo claro y lo siguen sin mediar palabra. Tienen en ti a un líder integro e integral, un hombre educado, culto y sumamente brillante, eres una figura mundial de este deporte y no andas por los rincones presumiendo de ello, lo tuyo camina de la mano de la serenidad y el respeto para propios y extraños. Es una gozada tenerte en nuestro país, personajes de tu enorme envergadura le hacen muy bien a nuestro medio, el cual está corto de hombres a carta cabal como lo eres tú.

Los Pumas, los adorados y salerosos Pumas tienen color, tienen vida, tienen luz, tienen guía, y eso es una gran noticia para todos. 

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