Opinión

Luis García

El Doctor une el amplio conocimiento deportivo con un estilo propio. Sus geniales comentarios que lo han hecho referente de la TV tienen también su lugar en nuestro diario.

Pumas, arrastre

2018-05-04 | Luis García
LUIS GARCíA
Comparte en:
Contenido Patrocinado

Los descoloridos universitarios sin pretenderlo se colaron a una fiesta a la cual no pertenecían, la mentada Liguilla, sitio en el que fueron ramplones fantasmas chocarreros.

Gestaron un semestre que inició con ilusión y que culminó con desesperanza, aun así, de rebote, sin mayores merecimientos, en la puerta de Ciudad Universitaria apareció su invitación a la cena de gala. Y penosamente decidieron asistir; si es que así se le puede definir a la pobreza exhibida.

Pero en lugar de vestirse adecuadamente para la ocasión, la invitación decía que había que ir de etiqueta. Pues bien, decidieron ponerse unos roídos jeans, una playera mal planchada y unos sucios tenis. Y así se presentaron a la distinguida velada y, por ende, no los dejaron ni entrar, les cerraron el portón en las narices, los echaron a patadas, siendo más específicos, a punta de goles.

Un equipo sin estirpe, sin raza, arrastró los pies y el prestigio, entiendo que su plantilla es corta, quitando escasos nombres propios, muchos son mundanos personajes que aportan mínimos argumentos y alegrías a la pelota, pero de eso, a dejarse aplastar de la manera que lo hicieron, sin presentar mediana rebeldía, resulta imperdonable.

Perder un partido de futbol, perder ante el odiado rival, perder una eliminatoria, está dentro de la naturaleza del juego, nadie gana siempre y nadie pierde siempre. Pero este grupo de futbolistas abandonaron la contienda cuando la misma apenas llevaba pocos minutos. En la mística universitaria; tan olvidada en la actual gestión administrativa y deportiva, abandonarse no es opción, nunca lo fue, no entiendo en qué momento se le permitió la entrada al desgano y a la apatía. Nos han aventado hasta el cansancio el concepto de la cantera, pues bien, hoy los verdaderos creadores de la cantera, los actuales son una caricatura en la formación de generaciones protagónicas, deben estar revolcándose de dolor y vergüenza.

Todos son responsables de la hecatombe sufrida, no se salva nadie, desde la cabeza máxima, empezando por ti, Rodrigo Ares de Parga, preocupado por tu barato proselitismo, hablando de más, “el América no anda tan bien”, fueron tus declaraciones, bendito, si anduvieran bien les meten ocho. Tan empeñado en reelegirte, o invitando a exfutbolistas para enseñarles las lindas instalaciones, mientras que la materia prima es risible, o convenciendo a los distinguidos asambleístas del patronato universitario que eres un iluminado, cuando has manifestado tu incompetencia como dirigente de un club de la envergadura de la UNAM.

Y qué decir de tus aseveraciones creyendo que eres el único que sabe de futbol en Pumas, imponiendo tus ideas a tus subordinados desde el primario escaño de ser el jefe. Y de ahí para abajo todo mal, también deben ser señalados con severidad el cuerpo técnico y los jugadores, quienes fueron incapaces de plantarse con mediana categoría y defender su terruño.

América tiene mejor plantilla, eso no se debate, lo triste fue observarlos como un grupo de jugadores timoratos, extraviados y a años luz de su verdadero potencial, si bien no están cerca de ser lo mejor de la Liga, lo que expusieron los hizo indignos de tan honorable playera e historia. Que te ganen con los pies, la mente, la estrategia, o porque son mejores, se acepta y se debe reconocer, que te venzan con la simple presencia es lamentable.

El América se regodeó, se paseó, no sudó, ni se despeinó, no tuvo necesidad de usar la totalidad de su artellería, se dio cuenta del miedo que emanaban los contrarios y se abrazó a ese lastimero sentimiento para liquidar la eliminatoria.

Alejandro Arribas, te atreviste a decir que si la Juventus metió tres en Madrid; tan burda tu declaración como tu desempeño y el de tus compañeros. Cuando las palabras no están acompañadas de acciones que las respalden es mejor quedarse calladito, así como estuvieron calladitos en el campo.

El fatídico miércoles hizo que los Pumas volvieran a dar una amplia zancada en sentido contrario y alejándose aún más de su sagrado legado, de sus mandamientos, de su grandeza. Llevan varios años caminando en el sentido equivocado, queriéndonos convencer que es el sendero correcto.

Bueno, pues en una de las noches más tristes para los universitarios se volvió a exhibir la casa de naipes que hoy es el cónclave de los Pumas. Lapidaria losa que no se quitarán en mucho tiempo por más que intenten enredarnos con insulsa palabrería que van bien, y que el proyecto está bien sustentado.

Contenido Patrocinado