Opinión

Luis García

El Doctor une el amplio conocimiento deportivo con un estilo propio. Sus geniales comentarios que lo han hecho referente de la TV tienen también su lugar en nuestro diario.

Final

2018-05-29 | Luis García
LUIS GARCíA
Comparte en:
Contenido Patrocinado

Cayó el telón del mejor torneo de futbol del orbe y la historia concluyó con la misma cantaleta, el Real Madrid fue Campeón, esta blanca entidad cada momento que se le presenta confirma que es el más grande del planeta y que lo será por los siglos de los siglos, amén.

Puede ser que lo más triste de la fascinante historia es que las dos últimas ocasiones que han jugado la Final de la Champions League ha parecido que han jugado una cascarita con los cuates, ante la Juventus y ante el Liverpool lo resolvió todo muy rápido y de manera groseramente sencilla.

El triunfo en el futbol mundial cada vez se aleja más de los plebeyos, de los mortales, y a la honorable mesa del Rey Arturo cada día se sientan menos caballeros, una pena sin duda.

Comparto el argumento que no cualquiera puede ni debe acceder a ganar medulares campeonatos, sería pueril si eso sucediera, pero la paridad en cualquier deporte de alto rendimiento es necesaria y en los grandes escenarios del futbol mundial da la impresión que se esfumó dicha igualdad.

La noche en Kiev nos regaló nuevas joyas sobre la sobada y amarga situación de la convivencia con el ganar y el perder.

Cristiano Ronaldo, volviste a ser el protagonista, esta ocasión por tu opacidad en el juego, que compensaste con tus inflamatorias declaraciones que igual te vas de la ‘Casa Blanca’; ganaste, pero perdiste. La gloriosa respuesta de tus compañeros fue manifestarte su inconformidad en el vestidor, y posteriormente bailar contigo y cantarte que no te vayas; elegante, contundente y afectiva lección te llevaste por tu lengua floja.

Loris Karius, tu terrible coqueteo con la derrota, tanto individual como colectiva, fue durísima, tus lágrimas al final de duelo, suplicando perdón, son de esas cosas que hacen a la pelota inalcanzable, con el alma destrozada tuviste los arrestos de dar la cara, pedir clemencia y reconocer tu torpeza durante el partido. Perdiste, pero ganaste, por obvias razones deberán existir consecuencias deportivas por tus desatinos, no sé si saldrás, vendrá otro portero al club, o te relegarán a la suplencia, pero fuera de los naturales ajustes en la cancha que vendrán, el futbol sabe que en ti tiene a un hombre a carta cabal, que no se refugió, que se hizo responsable, eres una especie de seductor antihéroe que a cualquiera le gustaría tener a su lado.

Otro magistral caso de convivencia con el triunfo y la derrota eres tú, Zinedine Zidane, aunque decir que tienes algún vinculo con el perder es una falacia, lo ganas todo, y lo ganas desde el podio de la elegancia, estás en un escaño arriba de todos, la clase que expones cada vez que sales a escena es deliciosa e imitable, todo parece que lo tienes en un guion que te aprendiste con antelación y que sólo tú conoces; nada te incordia, todo lo tienes perfectamente acomodado, daría la impresión que ninguna decisión que tomas es ni cercanamente mala, eres como el exitoso mago que todos los trucos que haces, los cuales no te cuestan ni medio esfuerzo, dejan anonadados a propios y extraños. Eres un semidiós, humano hasta el tuétano, caminas con garbo; siempre lo hiciste, con esa media sonrisa de galán de época que enamora incluso a quienes deberías caerles mal.

Gareth Bale, otro caso de perder ganando, tu transitar en el Real Madrid ha sido increíblemente cuestionado, cuando has tenido que ver en las conquistas más relevantes de la era contemporánea y no sólo por ser parte del grandioso grupo blanco, sino porque has sido factor y tenido que ver directamente con esas mayúsculas conquistas. Se te tilda de frágil por tus constantes lesiones, bendito el gesto técnico de tu primer gol ante el Liverpool, es un remate físicamente imposible que sólo un titán, un tocado por la mano de alguna deidad, puede ejecutar. Te erguiste en el Owain Glyndwr, aquel héroe galés que instigó una larga revuelta contra la dominación inglesa, adquiriste su furia, su esencia, y volviste a reclamar lo que es tuyo, reclamaste total control sobre tu presente y futuro en el seno del Madrid para que de una vez por todas dejen de tildarte de blandengue, de eso no tienes un pelo de tu frondosa cabellera.

Y para concluir mi texto, me voy a trasladar a un paraje que no tiene nada que ver con el futbol y la pelota, hace mucho no escribo sobre mis andanzas sociales, por lo que dedicaré unas cuantas líneas a ello. El sábado a la misma hora del partido crucial de la Champions League, tuve el honor de ser invitado junto a mi familia al bautizo de Galilea, nieta de mi coach en el 8W.

Jorge Raga, hace siete meses eres abuelo, y para los que no te conocen es importante mencionar que apenas tienes 37 años, bueno, aclarado el punto, fuimos muy contentos los ‘Pérez’ a Cuautitlán Izcalli, al Santuario El Cerrito Casa de San Juan Diego, ahí se llevó a cabo la ceremonia, linda y corta ceremonia, y después nos trasladamos al ágape. Fue en un recinto donde el consuegro de Jorge tiene sus hornos para hacer barbacoa y distribuirla por varias partes de la CDMX.

Hace mucho no comía como rey, una sopa poblana de morirse que hizo la mamá del abuelo de Galilea y después unos mixiotes que por poco les pido matrimonio, tomamos algunos mezcales y reímos sin parar. Tuve la posibilidad de convivir con la sarta de pelados que han ensamblado una extraña, pero grata cofradía de entrenadores del 8W, todos son exfutbolistas profesionales, algunos debutaron, otros no, pero su formación en un vestidor es una de las varias cosas que me une con ellos.

Ahí estuvieron Beto, a quien se le conoce como el ‘Boss’, aunque en el bajo mundo le decimos ‘Diente de Sable’, el gran ‘Huiki’, quien tiene más tatuajes que el mismo Maui de la película Moana (mi hija Roberta, que ama esa película y se sabe todas las canciones, nunca se le quiso acercar para ver sus tatuajes), Rodolfo, quien parece de 14 años, y Alex, el nuevo de la cofradía y sobre quien van dirigidas las más pesadas bromas, típicas de los futbolistas.

En poco más de una semana me voy a Rusia y estaré atascado de balón y lejos de mi familia por 40 días, situación que me genera una brutal ansiedad, es por ello que yo también el sábado gané al haber vivido un entrañable momento familiar y de amigos, perdón por mi cursilería, pero de nuevo, es mi espacio y escribo sobre lo que se me venga en gana. 

Contenido Patrocinado