Opinión

Luis García

El Doctor une el amplio conocimiento deportivo con un estilo propio. Sus geniales comentarios que lo han hecho referente de la TV tienen también su lugar en nuestro diario.

Despedidas desgarradoras

2019-05-21 | Luis García
LUIS GARCíA
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El futbol es un fascinante deporte que expone niveles de excelsitud, es un juego que desata incomprensibles comportamientos para bien y para mal, es una deliciosa disciplina que nos hace sentir inmunes, la pelota es capaz de envolvernos en su seductora existencia y nos hace entregarnos a sus hechizos y caprichos, pero también es un hermoso ecosistema que para subsistir necesita en ocasiones triturar a ciertos personajes, y lo hace penosamente sin piedad con algunos que no lo merecen.

Esta semana dos maravillosos entes del futbol han sido envueltos en una dantesca novela de dolor que no se entiende, dos majestuosos hombres que han generado brutales y variadas alegrías a los suyos y que incomprensiblemente fueron maltratados.

Uno de ellos eres tú, Quique Setién, innovador entrenador que revolucionó cómo expresar el amor por un balón, y si alguna cofradía posee facilidad para expresar el arte, es la sevillana. Sabedor de lo anterior, llegaste al Real Betis y les ofreciste a tus jugadores, dirigentes y afición una filosofía para incluso elevar y fortalecer sus ya profundos sentimientos, los hiciste jugar de manera apolínea, lograste exponenciar el duende que cada sevillana y sevillano trae en su interior.

Apostaste por una peculiar belleza en un sitio donde están inundados de ella, no necesitaste obligarlos para que adoptaran tus ideas, los convenciste de las mismas con dulzura e inteligencia. Hubo momentos de la temporada donde la bordaron, era tal la cantidad de veces que tocaban y tocaban el balón que embrujaban a cualquier oponente, ganaron en el Camp Nou y en el Santiago Bernabéu por mencionar sólo un par de ejemplos.

La temporada caminaba y el Betis ya no era una revelación, ya no era esa efímera rebelión de un modesto, era la consolidación de un proyecto basado en el arte, desafiando las ramplonas voces de ganar a costa de lo que sea. Cuando todo parecía que caminaba con soltura y elegancia, estaban vivos en tres competiciones: la Copa del Rey, la Liga y la Europa League, transitaban erguidos como un incólume ejército, siendo lo mejor su bandera, la cual ondeaba en la necedad del buen trato a la pelota, por encima de cualquier resultado.

Y de pronto, por esos absurdos cambios de humor que tiene el futbol de flagelar sin tener por qué al que no debe, se cayeron como castillo de naipes. Fue tal la espiral descendente que todo lo construido durante un par de años parecía que nunca había estado ahí, los humanos tenemos una natural y perversa habilidad de destrozar sin el menor empacho lo que funcionó en el pasado reciente, como si se tratara de un acto de magia que logra desaparecer cualquier rastro, una vergüenza.

Todo terminó con tu rendición, Quique Setién, bien entendida la palabra porque nunca prostituiste tus ideas; cuando digo rendición, me refiero a la fantástica carta de tu adiós que publicaste en redes sociales. Es una oda a la sensibilidad, inteligencia y categoría, confirmaste el hombre generoso que eres y, sobre todo, agradecido, cualidad arrumbada hoy en día. Los invito a leer tan majestuosa carta de despedida, sencillamente monumental.

El otro honorable personaje que ha sido lastimado, sin duda eres tú, Keylor Navas, contigo la 'Casa Blanca' no ha sido justa, entendiendo que la justicia es ambigua, pero sin duda tuvo que haber sido más bondadosa contigo en todo sentido, no concibo ni me siento identificado con las organizaciones deportivas y no deportivas que a gente que ha sido leal, exitosa, que ha manifestado una ejemplar clase, se le desestime.

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Comprendo perfectamente que los ciclos laborales deben terminar en algún punto, eso nos va a pasar a todos, es más, que te corran del trabajo debe ser una de las mejores lecciones de vida, para mí así fue, pero eso es muy distinto a no tener la empatía necesaria con personas que fueron parte medular de la gestación de tu historia.

Guste o no, tú, Keylor, eres uno de los artífices más importantes de los éxitos contemporáneos del Real Madrid, en varios momentos cumbres a nivel nacional e internacional fuiste el salvador de los tuyos, fuiste la máxima figura, incluso por encima de nombres y apellidos de la estatura de Cristiano Ronaldo, Sergio Ramos, Toni Kroos, Marcelo, Karim Benzema, Gareth Bale, por mencionar sólo algunos de los más rimbombantes.

También es verdad que siempre fuiste cuestionado desde tu llegada, nunca entendí el porqué, los cuestionamientos sobre ti descansaron siempre fuera de la cancha, una pena, ya que vivimos en un mundo globalizado, aunque no se pueden obviar las frecuentes muestras de desprecio por cuestiones raciales o de otras índoles.

Lo que resulta maravilloso es que tú en ningún momento respondiste a baratas provocaciones, ni las de tus entrenadores ni la de tus dirigentes ni la de algunos pseudoaficionados que lanzan dardos a cualquier parte.

No sólo fuiste un magnifico portero que salvaste en la línea torneos que lucían perdidos, sino que también fuiste un ser humano ejemplar, un hombre a carta cabal, tu plumaje nunca se ensució ni en el peor pantano, siempre saliste airoso de cualquier debate deportivo o no deportivo.

Eres un grande, un monstruo, un genio de la portería, un ganador de cepa que fuiste arrollado por la incompetencia de quienes mandan en los despachos blancos.

Tanto tú, Quique, como tú, Keylor, encontrarán acomodo pronto, cualquier entidad estará ávida de contar con ustedes que son personas con mentes maestras, con almas puras, competentes, rebeldes, sabios y excesivamente magnánimos. El futbol en ocasiones es cruel, pero no tanto como para no darles el valor y el reconocimiento que se han ganado día a día durante largos años, ¡carajo!

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