Opinión

Luis García

El Doctor une el amplio conocimiento deportivo con un estilo propio. Sus geniales comentarios que lo han hecho referente de la TV tienen también su lugar en nuestro diario.

Cruz Azul: Torre de Babel

2019-09-21 | Luis García
LUIS GARCíA
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Inicio este escrito con una reflexión: debe ser sumamente complejo ser futbolista profesional en esta organización deportiva.

Años de malaria, de sequía en cuanto a títulos, el más importante, el de Liga, corona que no se logra por casualidad, para intentar un asalto a lo más alto del podio se debe estructurar un proyecto, y sobre la marcha ir haciendo ligeros ajustes, ligeros, para llegar a la meta. 

Pues ah, no, en este club se gusta de los extremos: o son condescendientes hasta el hartazgo o son capaces de montar novelas de horror en cuestión de segundos. No conocen los matices, o es blanco o es negro; fuera de los extremos no saben caminar. 

Decía de la dificultad de ser jugador de Cruz Azul, ya que los mensajes son tan confusos que hasta las mentes más brillantes no deben saber qué carajo hacer ni qué pensar. Se apostó por un proceso encabezado por ti, Ricardo Peláez, el cual iba tomando sustancia, iba fraguando. Es cierto que la inversión realizada fue brutal, como en las épocas pasadas que gastaban sin sentido, en este caso sí había sentido, aunque siempre faltó que consiguieran un '9' de  polendas, un '9' a la altura de las demás millonarias inversiones. Ahí sí le erraron.

Y de pronto, de la nada, sin nadie esperarlo, se produce un golpe de estado, tal cual, dos dirigentes que estaban escondidos en su trinchera, que algunos pensábamos; mal hecho sin duda, que no estarían nunca más cercanos a una pelota de futbol.

Pues qué equivocados andábamos, irrumpen sin mediar palabra, ni debate ni intercambio de ideas, y toman decisiones como si fueran los únicos dueños. Igual lo son, no entiendo bien la cadena de mando en Cruz Azul, está claro que ni ellos la comprenden. Y como un polvorín, y como decía mi compadre Emmanuel en aquella gloriosa rola: 'Todo se derrumbó dentro de mí'.

Lastimosas exhibiciones de todos los dirigentes en los medios de comunicación, acusaciones sin el menor pudor, deleznable verborrea, y al final un sangriento cambio de capitanes, en el banquillo y en la dirigencia. Insisto en tratar de entender el infierno que vivían y viven los futbolistas del Azul, al observar desde adentro a sus jefes mancillar la institución con su lenguaje e ideas ramplonas.

Y de pronto se topan con la Final de la Leagues Cup; bueno, no se topan, hicieron lo suyo para llegar ahí, y la ganan con autoridad y con justicia. Otro título en el semestre, segundo, podrán ser descritos como títulos de mediana importancia. Para mí los campeonatos se festejan, sea cuales sean.

Vuelvo a la mente y al alma de los jugadores, en uno de los momentos más dantescos de la organización, y miren que han montado varios sombríos espectáculos en cuestión de gerencia y liderazgo deportivo, es más, deberían escribir un libro de cómo no se administra un club de futbol.

Pues en medio de un nuevo maremoto alzan otro título, entonces la lectura se les vuelve aún más enredada, se encontraron en pleno fuego cruzado dentro de sus huestes, y ganan.

Estamos todos locos, un éxito no puede ni debe justificar en ningún momento cuando se gestiona mal, es por ello que cierro como inicié el texto: qué complejo debe ser ejercer de futbolista profesional en Cruz Azul.

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