Opinión

Luis García

El Doctor une el amplio conocimiento deportivo con un estilo propio. Sus geniales comentarios que lo han hecho referente de la TV tienen también su lugar en nuestro diario.

Carlos Rodríguez: regio

2019-03-09 | Luis García
LUIS GARCíA
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Vienes pasando espinosos exámenes como si supieras las respuestas con antelación. Subsiste junto, y a pesar, de una horda de excelsos futbolistas de todas latitudes, y desde ningún ángulo luces como un extraño, pareces uno más de un fabuloso ejercito al que le sobran recursos para conquistar, y ganar cualquier guerra en la que participen.

Desde hace algunos años tu equipo Monterrey, junto a Tigres, decidieron abrir una grosera brecha entre los ricos y los pobres en el futbol mexicano. Y el camino elegido fue mediante descomunales presupuestos, bien ejercidos sin duda, porque existen otras organizaciones que gastan mucha plata sin tanta eficiencia y pulcritud; Cruz Azul y América son un ejemplo y con ello han destrozado el mercado nacional.

Las reglas son claras e iguales para todos, cada quien puede invertir lo que le venga en gana, y los regios lo han hecho de manera extraordinaria. Es por eso que levantar la mano, sacar la cabeza y hacerse presente en un vestuario en donde todos tienen alcurnia de sobra es sumamente bravo, máxime si se es mexicano y se pretende llegar por abajo.

Tú lo has hecho, e insisto, da la impresión que no te ha resultado tan doloroso, no conozco tu bagaje, escribo de lo que veo en la cancha y lo que veo es que todo lo haces ver muy sencillo, muy. En escaso tiempo has desterrado a quien parecía un inamovible, un intocable, tu cuate Jonathan González, que incluso antes de la Copa del Mundo en Rusia 2018 se abrió el debate sobre si debería ser incluido en la lista final.

Pues bien, le has quitado el puesto con total justicia, con total categoría, y con total gracia. Creo que posees un elemento que te diferencía y te deja mejor parado en las comparaciones, y es que atiendes las dos partes del juego con suma prestancia. Cuando se trata de correr, meter y recuperar balones, eres un prócer. Pero cuando se trata de crear, imaginar y hacer magia, no te borras, también eres un lindo referente.

En el partido pasado de la Liga MX, todas las jugadas importares de tu Monterrey ante las Chivas del Guadalajara, salieron de tus botines y de tu mente. A la pelota la quieres siempre, cuando los tuyos no la tienen, y también cuando la tienen, y eso es una delicia, y sobre todo, no es tan común.

Al inicio escribí sobre los exámenes que vienes presentando y en los que has sacado sobresalientes notas. Ahora bien, el sábado se viene uno de esos exámenes que te gradúan y de paso hasta te otorgan maestría y doctorado, o te arrojan al abismo o a los juicios sumarios.

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Se te viene una pruebas de esas que provocan escalofríos y a la vez seducen, muchos harían cualquier barbaridad por jugar un partido así, yo no tuve el honor de hacerlo, y debe ser de las pocas cosas que en su momento añoré. Al Clásico Regio algunos han pretendido colocarlo por encima del Clásico Nacional, a ese pueril debate no pienso entrar.

Lo que sí me parece fascinante y plausible es que tanto Tigres como Monterrey han roto fronteras. La batalla regia ya no le pertenece a Nuevo León, ya no le pertenece al norte de país, le pertenece a toda la República Mexicana.

Como toda nación somos regionales, nos gusta ser regionales, aspecto que me parece esencial y sumamente salubre, pero lograr conquistar otras regiones que no sea la propia, requiere inteligencia, sensibilidad, pluralidad, eficacia y locura, y Tigres y Monterrey con sus equipos, con su afición, con su fútbol, y con sus filosofías lo han conseguido.

La resonancia del Clásico Regio retumba en cada rincón de nuestra fantástico país. Muchos de los que nos sentaremos al frente de un televisor para observar el cruce de dos titanes, uno vestido de amarillo, y el otro de rayas, no le vamos a esos equipos, sencillamente queremos gozar de un par de entidades que entienden que el espectáculo es parte de la pelota.

Y tú Carlos sin duda serás uno de los grandes animadores de esta gran fiesta global. Disfrútalo al máximo, aun cuando la presión y las responsabilidades agobien, es un juego que te llenará el alma y el corazón.

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