Atlante no aprende

LA MISMA HISTORIA. En Atlante parecía que con la llegada de los nuevos propietarios del popular equipo azulgrana las cosas cambiarían, y no es así, la constante es desde que este equipo perdió la categoría en 2014, más allá de dos Finales disputadas bajo la gestión de Eduardo Fentanes, el equipo radicado hoy en Cancún vuelve a caer en los mismos vicios que las anteriores administraciones, la falta de pago a sus jugadores, pese a que el equipo no clasificó a la Liguilla, el plantel tiene contrato hasta el 31 de mayo, lo más alarmante de todo es que el mes de abril no se los han pagado y está por acumularse otra quincena más.

El año pasado se anunció que la empresa RAG Capital Parthners, encabezada por Alonso Alfaro, Rafael Espino y Gonzalo Vargas, se convirtieron en los nuevos propietarios del Atlante, luego del fastidio del antiguo propietario Alejandro Burillo por seguir manteniendo a este equipo.

Estos personajes cedieron la administración deportiva al agente Manuel Velarde, que pese a la experiencia en la gestión y manejo de jugadores no tuvo la misma suerte con el equipo.

La operación estuvo tasada en 10 millones de dólares, de la siguiente manera, un pago inicial de cinco millones, de los cuales sólo han pagado hasta el momento un millón y la otra parte se pagará sólo si el equipo ascendiera al máximo circuito.

Es un hecho que ante la Federación Mexicana de Futbol y la Liga MX el cambio de propietario no se ha realizado, ya que Raymundo Palacios, directivo atlantista, sigue siendo el representante legal ante este organismo.

Otro de los puntos que pudiera ser un golpe decepcionante para los nuevos inversionistas es que por segundo año consecutivo este equipo no será certificado y el principal motivo es que el Estadio Andrés Quintana Roo está en completo abandono y no reúne los requisitos mínimos para poder tener el palomazo de la Liga MX.

Hoy en día el principal problema del Atlante no es la elección del entrenador, alejado cada vez más de una posible certificación el equipo podría caer en una mediana deportiva en la que ha navegado en los últimos años.

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EN ESPERA. Será hasta finales de este mes cuando se dé a conocer qué equipos serán certificados para la temporada 2019-20, hay un caso particular que es el de Cafetaleros que en el momento que reciba el certificado anunciará su mudanza a la capital chiapaneca.

Mismo caso es el de Celaya que con el regreso de Alan Achar a la administración de los Toros, el equipo guanajuatense recibirá la venia para poder ascender en caso de que lo logre en el ámbito deportivo.

Quienes tienen el mismo problema que el Atlante es Venados de Yucatán, su situación financiera del proyecto encabezado por Rodolfo Rosas es sólido, pero el Estadio Carlos Iturralde no reúne los requisitos necesarios para ser certificado.

De quienes se descarta cualquier posibilidad de certificación son Potros UAEM y Correcaminos de la UAT, ya que estos dos equipos siguen dependiendo de presupuesto público al 100 por ciento.