Estimado fan, ¡te quiero!

Queridos lectores, hoy quiero iniciar mi columna escribiendo que la vida es bella. ¡Wow! lamentablemente todos nos acostumbramos a esa belleza y dejamos de admirarla, hasta que estamos en un momento difícil.

Acá su servilleta lo experimentó recientemente, y a pesar de que siempre me he considerado un hippie, un amante de la vida, me pude dar cuenta de que me estaba quedando corto. Morras, vatos, aprovechen cada segundo con sus seres amados, con sus amigos, disfruten de su trabajo, porque la vida les puede cambiar en un abrir y cerrar de ojos.

Precisamente eso hice el jueves durante la misa en memoria del licenciado Antonio Peña Herrada, fundador de Lucha Libre AAA. Conviví con la afición, con todos mis compañeros luchadores, con los directivos y personal de oficina. Recé, recé mucho, y me mantuve hincado agradeciendo a Dios la oportunidad de estar vivo recordando a quien fuera mi padre luchístico.

Y es que me resulta muy conmovedor ser testigo, año tras año, del cariño y del agradecimiento que la afición le tiene al licenciado Peña. Sin duda un hombre que me sigue cuidando desde arriba y que estuvo conmigo más vivo que nunca hace unos días, dándome fuerza y esperanza en un momento muy difícil.

Antes de despedirme quiero decirte a ti, amigo aficionado, que te quiero mucho, que te llevo en el corazón y que de hoy en adelante procuraré decírtelo más seguido. ¡Hasta la próxima!