Opinión

Jose Luis Caballero Leal

Aquí encontrará un análisis crítico y actual sobre los principales acontecimientos políticos y sociales de México y el mundo desde la óptica de un ciudadano

La Belisario, ¿para la ‘Reina del Sur’?

2017-11-19 | José Luis Caballero
JOSé LUIS CABALLERO
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Aunque el decreto de su creación se emite en el año 1953, es a partir de 1954 cuando el Senado mexicano otorga por primera vez la medalla de honor Belisario Domínguez a la Profesora Rosaura Zapata. Desde entonces tal distinción se confiere a “hombres y mujeres mexicanos que se hayan distinguido por su ciencia o virtud en grado eminente, como servidores de nuestra patria o de la humanidad”.

La señora Kate del Castillo, actriz mexicana que alcanza gran notoriedad por su papel como una despiadada narcotraficante en la exitosa teleserie de Netflix denominada ‘La Reina del Sur’ y quien posteriormente se ve envuelta en un escándalo mediático y legal derivado de una investigación ministerial a raíz del encuentro que, junto con el actor Sean Penn, tuvo con el narcotraficante mas buscado del mundo, Joaquín Guzmán, alias ‘El Chapo’, fue postulada por una integrante del partido político Morena para recibir la medalla Belisario Domínguez. El Senado de la República deberá elegir entre Elena Poniatowska, Carlos Slim, Alberto Aguilera ‘Juan Gabriel’ y la propia Kate, a quién le otorgará esa presea de honor.

No obstante que cualquier mexicano puede ser propuesto para recibir esa o cualquier otra distinción conferida por las instituciones del Estado, por absurda, sin sustento alguno y sin satisfacer ni cercanamente los requisitos mínimos para su otorgamiento, la ‘postulación’ de la señora Del Castillo parecería ser el resultado de una ridícula estrategia mediática o bien de un nuevo desafío de la actriz para exhibir a las muy devaluadas instituciones encargadas de la procuración y administración de justicia de este país, entre otras.

Toca a la comisión dictaminadora del Senado de la República revisar los méritos de los candidatos propuestos y decidir, entre ellos, al que mayormente se haya distinguido por su ciencia o virtud en grado eminente, como servidor de nuestra patria o de la humanidad. Claramente la actriz ya referida carece de mérito alguno para los fines de esta distinción senatorial, pero en este país de locos, cualquier cosa puede suceder.

En este mismo espacio, hace sólo una semana, comenté que los 128 Senadores no se quedarían atrás con sus bonos de despedida. Pues bien, se divulgó hace unos días que se autorizaron un insultante, injustificado y oprobioso bono de 2.4 millones de pesos para cada uno a manera de liquidación de sus servicios legislativos. Si tales bonos estuvieren condicionados a su desempeño y a la cantidad de leyes aprobadas durante su periodo, la devolución que tendrían que realizar de su sueldo mensual alcanzaría para construir escuelas y hospitales por doquier. Habrá de llegar el día en que otra sea la instancia de gobierno encargada de aprobarles a los legisladores los aumentos anuales de sueldo, prestaciones y bonos. Mientras sean ellos mismos quienes los voten y los aprueben, abusos de este tipo seguirán presentándose, sin que ninguna protesta o critica ciudadana tenga efecto o resultado alguno.

En cuestión de días deberá conocerse el nombre de la persona propuesta para sustituir a Agustín Carstens, quien ya hizo maletas para irse a Basilea, Suiza. Si tal designación recae en José Antonio Meade, mi pronostico sigue siendo el mismo: el aprendiz de canciller será el ungido por el dedo presidencial, con el cobijo de una democrática e inexistente asamblea tricolor. El Frente Ciudadano Opositor deberá hacer lo propio confirmando a Ricardo Anaya, quien junto con el ‘mesías tropical’, en campaña desde hace 18 años, estarán en la boleta de julio del 2018. Se avecina un cierre de año de pronóstico reservado.

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