Opinión

Jose Luis Caballero Leal

Aquí encontrará un análisis crítico y actual sobre los principales acontecimientos políticos y sociales de México y el mundo desde la óptica de un ciudadano

Justicia ciega y divina

2018-03-04 | José Luis Caballero
JOSé LUIS CABALLERO
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No cabe duda que la impartición de justicia, en éste y otros países del mundo, encuentra en sus destinatarios inimaginables formas de hacerse presente, en ciertos casos con una severidad pocas veces vista, mientras que en otros, se manifiesta a través del otorgamiento de dudosas indulgencias a quienes demandan su aplicación. Culmina una semana en la que unos corrieron con excesiva suerte, mientras que, a otros, parece que el rigor y peso de la ley, no admitirá concesión ni retraso alguno.

Emilio Lozoya las trae definitivamente todas consigo en ese terreno. No sólo la investigación que se dice seguir en su contra por el caso de los presuntos sobornos recibidos de la empresa brasileña Odebretch cuando coordinaba la campaña del entonces candidato presidencial Enrique Peña Nieto, sino ya mientras se desempeñaba como Director General de PEMEX, no avanza ni en forma milimétrica, habiendo tenido también la fuerza necesaria para lograr que se removiera al Fiscal Federal encargado de su caso, porque le incomodó una carta que publicó con sus datos biográficos violando el debido proceso, sino que en el colmo de la buena suerte, el pasado viernes, una Jueza de Distrito en Materia Penal de la CDMX, le concedió el mayor de los beneficios posibles: suspensión definitiva para que el caso que se sigue en su contra no sea judicializado, impidiendo a la PGR solicitar órdenes de aprehensión en su contra por los delitos de enriquecimiento ilícito y cohecho por los que se le acusa, hasta en tanto el juicio de garantías que promovió, no sea resuelto en definitiva.

También el pasado viernes, el exgobernador de Nuevo León, Rodrigo Medina, acusado de desvíos multimillonarios durante su gestión en aquel Estado de la república, y a quien a mediados de semana se le había vinculado a proceso por el delito de peculado, encontró que el fiel de la balanza de la justicia “ciega” se volvió a inclinar a su favor, ahora en la persona de otro Juez Federal en Materia Penal, quien dejó insubsistente su vinculación a proceso, para que se subsanen deficiencias y garanticen el principio de contradicción en el juicio que se sigue en su contra. Una resolución que, con “riguroso apego a derecho”, le da nuevamente un enorme margen de movimiento y tranquilidad al ex mandatario estatal.

Bendita suerte la de Rosario Robles y Gerardo Ruiz Esparza, entre otros secretarios de estado, cuyas entidades, señaladas por la Auditoría Superior de la Federación como responsables de desvíos multimillonarios a través de mecanismos de triangulación de recursos que incluyen empresas inexistentes, no son sujetas de investigación alguna, ni se predice o anticipa la menor consecuencia, a pesar de que, la propia Chayo cándidamente señaló en una entrevista televisiva que ello sucede en todas las demás secretarías de estado, incluyendo, desde luego la propia.

Se afirma que la justicia debe ser ciega, para garantizar imparcialidad absoluta al momento de impartirla, algo que escrito y pronunciado encuentra lógica justificación, pero que, en la práctica, por alguna explicable razón, esa emblemática figura femenina que la representa, cargando una balanza en la mano y un libro representando la ley en la otra, parece poder atisbar por esos pequeños huecos que siempre quedan cuando se coloca una venda sobre los ojos, a quien habrá de aplicársele la misma, y en qué condiciones y con qué rigor ello deberá suceder. Ni tan ciega, ni tan imparcial la justicia, ¿no lo cree usted así?

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