Opinión

Jose Luis Caballero Leal

Aquí encontrará un análisis crítico y actual sobre los principales acontecimientos políticos y sociales de México y el mundo desde la óptica de un ciudadano

El año de Hidalgo

2017-11-12 | José Luis Caballero Leal
JOSé LUIS CABALLERO LEAL
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Aunque cronológicamente sólo falten 18 días más para que la cuenta regresiva de los últimos 365 días de gobierno del actual régimen dé inicio, las noticias de lo que se despacharán nuestros ilustres gobernantes o pretexto de la culminación de sus ciclos laborales han empezado a circular, revelando liquidaciones, pagos y bonos que más allá de su cuestionada legalidad, resultan ominosas si tomamos en consideración el paupérrimo desempeño que la mayoría de éstos ha tenido en el desempeño de sus responsabilidades.

A los integrantes del Congreso de la Unión les restan escasamente nueve meses antes de que concluya la actual legislatura. Por lo pronto, los 500 diputados federales se han autorizado ya un bono de despedida disfrazado de “fondo de ahorro” por 261 millones de pesos, de los cuales, cada legislador federal recibirá la nada despreciable suma de 864 mil pesos. A decir del diputado priista Jorge Estefan Chidiac, al ser una prestación que forma parte de su salario, y ser ellos precisamente ‘asalariados’, tienen derecho a su percepción. Si la diferencia salarial entre un diputado federal y un Senador de la República alcanza casi un millón de pesos anualmente, imaginemos que los legisladores de la cámara alta se despacharán entonces con una liquidación en ningún caso menor a un millón de pesos para cada uno, tomando en consideración que solo son 128 los integrantes de dicha cámara. Nada mal para un grupo de 628 privilegiados mexicanos que escasamente ‘trabajan’ 195 días al año.

Apenas inicie el 2018, Enrique Peña Nieto ganará casi 140 mil pesos más de lo que percibió en 2017; los Senadores recibirán 233 mil pesos mensuales; el presidente del INE verá incrementado su patrimonio en casi 60 mil pesos más, percibiendo la friolera de 4 millones 354 mil 208 pesos anuales; pero el que mayor suerte tuvo fue el presidente del Tribunal Electoral del Poder Judicial Federal, que recibirá un aumento de casi 15 mil pesos mensuales, recibiendo un ingreso anual de 6 millones 938 mil 234 pesos, exactamente la misma cantidad que cobrará el Presidente de la Suprema Corte de Justicia de la Nación. Tomemos en cuenta que las cantidades antes referidas corresponden a los salarios brutos, es decir, sin considerar los estímulos por productividad, eficiencia y calidad en el desempeño; seguros de gastos médicos mayores para el servidor público, su cónyuge e hijos; seguro de retiro colectivo, seguro de separación individualizado, préstamos hipotecarios a tasas preferentes, aguinaldos, celulares, viáticos, pasajes aéreos y cuotas de carreteras; vales de despensas, gastos de alimentación, automóvil, gasolina, lubricantes, mantenimiento y seguro del vehículo; chofer, guardaespaldas y motociclistas para algunos de ellos; y una docena más de prestaciones descritas en el Manual de Sueldos y Prestaciones para los Servidores Públicos de Mando de la Administración Pública Federal, aprobados por la Auditoria Superior de la Federación. Agreguemos en la lista a los directores de PEMEX, CFE y todas las demás empresas paraestatales, lo mismo que al Jefe de Gobierno de esta ciudad, Delegados y Asambleístas que por igual se aprobarán millonarias liquidaciones al concluir sus respectivas gestiones. A días del inicio del recurrente año de Hidalgo (Chin#%” a su madre el que deje algo), el panorama que se avizora para las arcas del país es más que sombrío. Ojalá y esta premonición sea fallida.

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