Opinión

Jose Luis Caballero Leal

Aquí encontrará un análisis crítico y actual sobre los principales acontecimientos políticos y sociales de México y el mundo desde la óptica de un ciudadano

Bésame, bésame muuuucho

2018-09-28 | JOSÉ LUIS CABALLERO LEAL
JOSÉ LUIS CABALLERO LEAL
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Imposible no evocar el título de la que quizá sea la canción más popular y exitosa a nivel mundial del repertorio de compositores mexicanos, de la autoría de la gran Consuelo Velázquez. De nueva cuenta, han sucedido un par de hechos que han puesto al presidente electo, Andrés Manuel López Obrador, en el ojo del huracán, causando indignación entre la sociedad civil, y en particular, entre el gremio periodístico, especialmente el integrado por mujeres. Más allá de las constantes y habituales descalificaciones a los medios de comunicación, a quienes sistemáticamente ofende, siendo irrelevantes las aclaraciones del significado que éstas tienen a cargo de quien será el responsable del área de Comunicación Social durante su gobierno, epítetos como “camajanes”, “prensa fifí”, “alquilada” y “deshonesta”; “prensa del conservadurismo”, la consabida prensa de la “mafia del poder”, los “gacetilleros vendidos” y los chayoteros, entre muchos otros, ya acuñados en el vocabulario del tabasqueño, hace dos semanas le soltó un “corazoncito” a una reportera, quien le formuló una pregunta a las puertas de la casa de los deseos de la colonia Roma, y apenas a finales de la pasada, cuando otra reportera, durante la gira de “agradecimiento” en Tijuana le formuló una pregunta acerca de las intenciones de que Morena gobernara el estado de Baja California, AMLO evadió la respuesta y en su lugar sorpresivamente besó a la reportera en una mejilla.

Esta actitud condescendiente dista mucho de ser la idónea para quien gobernará este país los siguientes años, cuya conducta ha sido calificada como “machista” e inaceptable para quienes, como en el caso de las reporteras antes señaladas, acuden a cumplir con una responsabilidad laboral informativa, en condiciones que nunca suelen ser ni cómodas, ni menos aun fáciles de desempeñar. Cuando un periodista formula una pregunta, el entrevistado tiene dos opciones: no responder o hacerlo en los términos que considere convenientes. Lo que no puede hacer es descalificar, discriminar y menos aun abusar de una posición dominante, besando, acariciando, abrazando o reduciendo al entrevistador con una expresión propia de una lisonja entre parejas, no de profesionales de la política y los medios de comunicación. Desterremos los besos, los apapachos, los abrazos, las caricias y los piropos dando paso a una relación profesional/institucional de respeto e igualdad entre personas que desempeñan responsabilidades laborales distintas. Aún recuerdo el gesto de disgusto de López Obrador cuando el activista Javier Sicilia lo intentó besar en un acto público, mismo sentimiento expresado por la reportera de Tijuana, posterior al incómodo y no solicitado beso recibido en respuesta a una pregunta no respondida.

Pudo más la presión social que la estulticia de quien designó a Encuentro Social, privado de registro como partido político y representante de un grupo minoritario de diputados ultraconservadores como titular de las comisiones de Salud, Cultura y Cinematografía de la Cámara de Diputados. Decía Angélica Rivera hace unos días que a Peña Nieto le gustaba tanto el arte que ¡se casó con una actriz! Morena designó hace dos días al diputado stripper y actor de telenovelas de su bancada, Sergio Mayer, como titular de la Comisión de Cultura de ese recinto legislativo. Saque usted sus propias conclusiones.

¿Estarías dispuesto a pasar tres años de tu vida en un encierro carcelario lleno de lujos y privilegios a cambio de mantener una fortuna calculada en más de 75 mil millones de pesos, un patrimonio inmobiliario que incluye a México, Estados Unidos, España e Inglaterra, e inmunidad absoluta para tu esposa en calidad de cómplice, hijos, parientes y colaboradores más cercanos? Anticipando tu respuesta, te comento que fue la misma dada por Javier Duarte de Ochoa, ‘Javidú’, exgobernador de Veracruz, quien antier se declaró culpable de los delitos de asociación delictuosa y lavado de dinero, siendo condenado a nueve años de prisión, que se convertirán en sólo tres y a 58 mil pesos de multa. A la liberación de Raúl Salinas de Gortari, Elba Esther Gordillo sumada la total inacción en contra de Emilio Lozoya, Javier Duarte, Rosario Robles y Gerardo Ruiz Esparza, entre muchos otros, la “peliculesca detención” de ‘Javidú’ en un lujoso complejo turístico en Guatemala y su “procesamiento” judicial ha sido uno de los montajes más burdos e indignantes del actual gobierno federal, de la mano del Poder Judicial, que ha demostrado, eso sí, que a los amigos y cómplices jamás se les abandona. ‘Javidú’ rió cuando fue detenido. Hoy lo hace a carcajadas.

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