Opinión

Ignacio Suárez

El Fantasma ha recorrido el mundo del deporte a través de 6 Mundiales, 10 Copas América y 5 JO. Aportará a RÉCORD su conocimiento y exclusivas.

Lo que los 'grandes' envidian de los 'chicos'

2017-12-13 | Ignacio Suárez
IGNACIO SUáREZ
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Apariciones...

Vivimos en un México raro, bipolar. Ningún país es tan solidario, tan unido en la desgracia como el nuestro, y tan contrastante con el éxito de los vecinos. Si se trata de nuestro equipo, justificamos errores, magnificamos triunfos porque, según, eso es 'defender' nuestros colores.

Pero muy distinto, si esos triunfos son de otro equipo de la colonia, entonces siempre existirá un 'pero': "es que ganó porque es rico", "que a nadie le importa porque es chico", "que exageran sus triunfos", "que son agrandados", "esos dan poco rating", y agréguele los etcéteras que quiera, seguro le sobrarán decenas.

La semana pasada se vivió una polémica que, por burda, era además de absurda, dolorosa para el intelecto. Una inmensa mayoría, minimizando la Final regiomontana, con el 'sesudo' análisis de que como era una simple Final regional, casi casi 'de pueblito', no contaba, no generaba interés, no debía tratarse como tal, simplemente porque no estaba un 'grande'. Las telenovelas suman ratings inmensos y no dejan de ser unos bodrios. El programa 'Laura en América' marcaba también un gran rating. Cuestión de gustos, hay quien prefiere cantidad; otros, calidad.

En un juego de futbol, en una Final, de nada sirven las mayorías, no es cuestión de votos y mucho menos de devotos. Criticamos a los partidos políticos y somos una copia fiel de su comportamiento con nuestras aficiones, con nuestros equipos.

En la política, si aparece una gran propuesta de un partido minoritario que favorece a la población, generalmente NO es aceptada por los partidos 'grandes' porque NO se les ocurrió a ellos, y como no sucedió así, NO sirve, no vale, no pesa y no pasa. Aprobarán la que les convenga a ellos, a los partidos 'grandes', ¿verdad que nos parecemos?

Algo así pasó con la Final regia. Como NO era nuestro equipo, se trató de minimizarla, menospreciarla, más por soberbia que por raciocinio. Porque si pudiéramos quitarnos los colores por un momento y ser absolutamente objetivos, coincidiríamos en que Rayados y Tigres, por mucho, son las mejores plantillas del futbol mexicano, las que tienen las máximas figuras, las que invierten más dinero, los que semana a semana llenan sus estadios sin importar el rival.

En un acto de sinceridad, si usted es aficionado de uno de los 'grandes', seguro que en su equipo quisiera tener a dos o tres jugadores de Tigres o de Rayados, y se me hacen pocos. Pero generalmente aparece la negación, la mezquina filosofía: “si no es mío, NO existe”.

Algunos dirán: “yo no los envidio, son sólo extranjeros, yo le voy a Chivas”. ¿Seguro que a los que le vamos a Chivas NO nos gustaría ver a Aquino, Dueñas, Hugo Ayala, Damm, César Montes, Jesús Zavala, Jonathan González o Jesús Molina como refuerzos de nuestro equipo? A mí sí y sé también que NO llegarán ahora.

Si con sus jugadores mexicanos que, lamentablemente, son minoría, los envidiamos, cuando hablamos de sus extranjeros, que son sus principales figuras, ésta crece. Los equipos que pueden jugar con extranjeros 'matarían' por tener a algunos de estos 'norteños', como André Gignac, Dorlan Pabón, Funes Mori, Enner Valencia, Avilés Hurtado, Ismael Sosa, Carlos Sánchez y compañía. ¿O usted no quisiera a alguno de estos? ¿Es tan difícil reconocer eso? ¿Por qué para una inmensa mayoría es tan difícil reconocer y aplaudir lo bien que lo hacen otros de los nuestros? ¿Por qué los mexicanos nos juzgamos así?

Muchos dirán: "ah, pues con dinero es muy fácil. Así cualquiera es Campeón”. Habrá que preguntarle a Billy Álvarez y a su familia sobre las centenas de millones de dólares han gastado en los últimos 20 años; dinero que ni siquiera es propio, sino de sus socios, los pobres cooperativistas de la Cruz Azul. Con ningún título, se ha gastado 10 veces más de lo que Tigres invirtió en los últimos 7 años y unas 15 veces lo de Rayados, pero eso sí, muchas vergüenzas y negocios clandestinos.

Cruz Azul, siendo una de las cementeras más importantes del país, NI estadio propio tiene, vive rentando. Eso sí que es tirar el dinero a manos llenas. Así que eso de que todo se resuelve con dinero, no es tan simple.

Tigres tiene 43 años en la Primera División; Monterrey, 57. ¿Cuántas veces ha visto usted a su equipo 'grande' coronarse? Muchos como yo, aficionado de Chivas por herencia familiar de mi Brody Juan José, sólo 4 si cuento aquella noche, a mis 7 años, cuando escuché en la radio el gol de Onofre al 'Wama' Puente, cuando mis Chivas lograron el título venciendo al Atlante en 1969. Puedo decir que soy un ruco con buena memoria.

Vaya paradoja, los aficionados más chavos de equipos 'chicos' como Toluca, Pachuca, Tigres, Rayados han visto más veces campeón a su equipo que yo a mi Campeonísimo Chivas; y mi caso no es el peor de los otros 'gigantes', a los que también les sobra historia, aficionados, pero les escasean títulos en las últimas décadas, ¿o no? ¿Reconocerlo es pecado?

Se me hace tan infantil discutir eso de la grandeza, es como decir que NO veo cine mexicano porque ya se murió Pedro Infante o 'Cantinflas' que eran los más 'grandes'. Los tiempos cambian, todo evoluciona, tenemos que pugnar por conseguir mejor calidad que cantidad en todos los aspectos de la vida. En el deporte se puede y se debería reconocer eso sin que signifique traicionar nuestros colores. La pasión ciega sirve sólo para hacer más ricos a los que venden bastones para invidentes.

Yo sueño con ver otro México, otro futbol nuestro, otra sociedad donde las etiquetas de 'grande' o 'chico', de pobre o rico, signifiquen nada ante la calidad. Para Tigres y Rayados su camino NO fue fácil, aún ya con dinero suficiente en las chequeras.

En los noventa, a Tigres les había pasado de todo, eran un caos. Incluso, en una ocasión el promotor Guillermo Lara, que controló un tiempo todo el equipo, tuvo que esconder a Manuel Silos Martínez, exrector de la UANL, con quien hizo grandes negocios. Este fue acusado por malos manejos y Lara lo escondió, al igual que a su secretario particular, Valentín Ovalle Faz. La policía de Nuevo León lo capturó el 30 de diciembre de 1996 en el domicilio que ocupaba la empresa del promotor, llamada 'Innovaciones Bandido S.A. de C.V.', ubicada en Pablo Neruda 3335, en Guadalajara.

Ese momento negro de Lara, en los Tigres de 1996, coincidió con el descenso del equipo. Las palabras de Roberto Hernández Jr. al final del juego fueron lapidarias: “Monterrey ganó. Tigres está en la Segunda División. Que Dios 'bendiga' a todos los que le hicieron daño”. Para quienes aman las coincidencias, podemos decir que ese juego se disputó en el 'Volcán', Tigres comenzó ganando y terminó perdiendo 1-2, exactamente a la inversa de como sucedió en la Final 21 años después. Dolor con dolor se paga, dicen por ahí.

¿Quién lo hubiera dicho? En ese momento de obscuridad es cuando surge Sinergia Deportiva S.A. de C.V., encabezada por Cemex y FEMSA, a iniciativa de Lorenzo Zambrano, con la intención de devolver a Tigres al Máximo Circuito. Se firma un convenio de 10 años, prorrogable, y se quedan con la administración total. Ya NO se toca —como debe ser— más dinero del presupuesto de una Universidad pública. Se logra de inmediato el ascenso, vienen contrataciones impactantes, chequera abierta, pero no títulos.

Al mismo tiempo, en los noventa, Monterrey era el niño rico de la ciudad. Un equipo fresa que era 'chico Tec'. Su dueño era Jorge Lankenau, dueño de seguros ABA y de banca Confía, entre muchos otros negocios. Al empresario se le cayó el castillo de naipes, al ser acusado de diversos fraudes, y terminó en la cárcel. Y el Monterrey, con adeudos, fue intervenido cuando peleaba por NO descender. En 1999, FEMSA, que había salido de Sinergia Deportiva, entró al quite, pagó sus deudas y finalmente se quedó con el equipo en el 2006. Algo similar a lo que sucedió con Gallos Blancos de Querétaro, hace tiempo.

Ahí, todo cambió. Dos de las empresas más importantes del país y del continente eran dueñas de los dos equipos de la ciudad: Tigres y Rayados. Terminaban los problemas, comenzaba la opulencia.

Tigres se quedó cerca de nuevos títulos al caer contra Pachuca. Monterrey sí pudo lograrlo de la mano de Passarella, en el 2003. Era evidente que los equipos del norte ya se hablaban de tú con los 'grandes' a la hora de pelear los títulos.

Del 2009 al 2017, en nueve años, entre Tigres y Rayados suman seis títulos de liga y cinco subcampeonatos. Sólo en 2013 ninguno de los dos equipos regios pudo colocarse en una Final en alguno de los dos torneos. Ni sumando los títulos de los llamados cuatro grandes, del 2009 a la fecha, superan a los dos regios. En ese tiempo, entre los cuatro suman cinco títulos: América (2), Pumas (2), Chivas (1) y Cruz Azul (0); ¿así o más claro el dominio?.

Yo la verdad no pienso entrar en debates tan llenos de mercadotecnia, pero tan vacíos de intelecto. Para qué discutir si Messi es mejor que Cristiano Ronaldo si podemos disfrutar el enorme talento de ambos. Para qué polemizar si Tigres y Rayados NO son chicos, medianos o grandes, si marcan mucho o poco rating; eso NO importa si podemos disfrutar de la gran calidad de sus jugadores, del enorme esfuerzo de sus directivas y del fervor de una afición que en una Final blanca mostró, ahora sí, su real grandeza.

Un aficionado a un equipo 'grande' se los agradece de todo corazón. La grandeza de dos empresas es acorde a lo que muestran y disputan sus equipos en la cancha: liderazgo, pasión y calidad. Gracias, regios.

“Las opiniones son como el agujero del cu...: todos tenemos uno y creemos que el de los demás apesta”: Joaquín Sabina

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