Opinión

Ignacio Suárez

El Fantasma ha recorrido el mundo del deporte a través de 6 Mundiales, 10 Copas América y 5 JO. Aportará a RÉCORD su conocimiento y exclusivas.

Gignac y las mentiras piadosas

2021-02-10 | Ignacio Suárez
IGNACIO SUáREZ
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En México, nos cuesta una enormidad reconocer sin minimizar los logros ajenos. Si lo aplaudes "es que te subes al barco o te dan chayote” si, por el contrario, criticas, entonces "eres un ardido, un amargado o burro” por decir lo menos. Los logros que siempre cuestionamos de otros, sin embargo, siempre son justificados si se trata de los nuestros. Mi equipo puede ganar sin importar las formas, con un penal inexistente o con gol en fuera de lugar, entonces lo importante será el triunfo, pero todo eso estará prohibido si se trata de nuestro rival.  

Así pasa ahora con el éxito de Tigres, que ha llegado a un lugar a donde ninguno de los equipos llamados grandes ha pisado jamás: una Final de un Mundial de Clubes, algo que debe reconocerse y celebrarse, porque ni escogió el rival, ni ganó inmerecidamente. Tigres está en la Final por méritos propios, nadie le regaló nada.   

Y detrás de este histórico logro hay un trabajo y un proyecto de mucho tiempo y de mucha gente que fue contra las costumbres del futbol mexicano y tuvo éxito. Ese reto se llama continuidad de un proyecto exitoso. Y desde hace más de 10 años, Tigres ha demostrado tener éxito. Podrán gustar o no las formas (en lo personal NO me gustan) pero sus logros, que son muchos, me tapan la boca. 

DEL DESCENSO A LA GLORIA 

Hoy pocos recuerdan que, en el torneo Clausura 2009, Tigres NO descendió por segunda ocasión en su historia de verdadero milagro. Solo porque el Necaxa perdió con América y Tigres empató con Morelia y lo evitó. Si los Rayos hubieran vencido a su hermano, otra historia sería. Solo un año después comienza la época dorada del equipo. 

Del 2006 al 2010 Tigres tuvo siete técnicos diferentes, dos por año en promedio: Ferretti, Trejo, Carrillo, Gallego, Lapuente, Pekerman y Guzmán. Tuvo nombres, pero nunca un proyecto. Del 2010 a la fecha, han tenido a un solo técnico: Ricardo Ferrettique en su tercera etapa con este equipo llegó para quedarse, algo inusual, increíble en un futbol mexicano tan cambiante.  

Con qué cara se puede criticar de no exitoso a un proyecto como Tigres, que con Ferretti llegan a su Final número 23 en 10 años; ocho de Liga MX, cuatro de Campeón de Campeones, cuatro de Concacaf, una de Campeones Cup, Copa MX, Copa Libertadores, Interliga, Leagues Cup, Supercopa MX, y ahora, de Mundial de Clubes. ¿Cuántas tiene tu equipo en ese mismo lapso?   

POLÉMICA ABSURDA 

En esta última parte de la década nació una leyenda para Tigres y para el futbol mexicano. NO voy a entrar en una inútil polémica de definir si Gignac, es o no, el jugador más emblemático de toda la historia del club. Prefiero recordar que soy un privilegiado de poder haber sido testigo de las hazañas de un Barbadillo, Tomás BoyBatocletti, Divino Gaitán, Claudio Núñez o de Gignac.  

Lo que es innegable, es que el francés es el último gran estandarte e ícono de este equipo por su enorme calidad, por sus goles, por su carisma, por su liderazgo. Es referencia obligada del futbol mexicano actual y sus goles han llevado a su equipo a disputar una Final histórica. 

Por eso, en el espacio de hoy y a manera de homenaje relataré pasajes poco conocidos de cómo es que se dio su llegada al futbol mexicano y de las estrategias poco usuales que se utilizaron para convencerlo de llegar a nuestro futbol. 

Comencemos por ubicar aquel 2015. Con el equipo calificado a Semifinales de la Copa Libertadores. La directiva encabezada por el Inge Rodríguez, Miguel Garza y Alberto Palomino, deciden que necesitan un revulsivo mediático y contundente, un '9 matón' que garantice. Puede ser caro, de cualquier nacionalidad, pero siempre y cuando sea libre. 

EL ENCARGO 

Ronald Pablo Baroni es un exjugador peruano, naturalizado argentino y que desde hace muchos años se convirtió en agente FIFA. Como jugó en Portugal algún tiempo, su principal área de trabajo es Europa, y no trabajaba mucho con el mercado mexicano.  

Por eso sigue de cerca las ligas del Viejo Continente. En la francesa estaba Gignac, figura con el Olympique de Marsella y que en ese momento (2015) estaba peleando el título de goleo con Lacazette del Lyon. Además, sus llamados a la selección de Didier Deschamps eran constantes, ahí peleaba el puesto con Griezmann, Giroud y el jovencito Anthony Martial. Pero más allá de todo esto, además de ser un 9 reconocido y probado, terminaba contrato, y estaría libre como tanto le gustaba y requería Tigres para contratar jugadores. 

¿Por qué contratar jugadores libres? Por una simple cuestión de matemáticas y costo. Si el jugador tiene el pase en su mano, el ahorro para el contratante es grande. Pues solo le tienen que dar al jugador un buen sueldo, más el pago del 'arrendamiento' (por así decirlo) de su carta durante el tiempo del nuevo contrato. 

De otra manera, cuando un jugador es propiedad de un equipo, los clubes tienen que pagar muchos millones al club dueño de su carta (cláusula de rescisión) y además darle un muy buen sueldo al jugador por cambiar de equipo, lo cual lo haría impagable para el futbol mexicano, pues eleva mucho los costos.  

Dadas esas condiciones; André-Pierre Christian Gignac era el candidato ideal que habían solicitado los Tigres. La pregunta era: ¿Por qué un jugador de ese nivel querría, a sus 30 años, ir a un futbol y una liga poco reconocida?  

LAS OFERTAS POR GIGNAC 

Pidió una carta de intención a Tigres y se embarcó a Europa y buscó al agente del jugador, un exfutbolista de nombre Christopher Cano. La primera reunión a comer con ambos en un restaurante de Marsella fue frustrante: ¿Tigres de Nuevo León? ¿Ciudad de Monterrey? ¿De quoi parlez-vous? (¿De qué me estás hablando?) le preguntó el agente en la comida.  

Pero Gignac no se extrañó tanto, hablaba un español no fluido, pues mezclaba palabras, pero se daba a entender muy bien. Lo practicaba mucho con Marcelo Bielsa, que lo dirigía en el Marsella. También conocía al futbol mexicano, pues había perdido 2-0 con su selección en el Mundial de Sudáfrica 2010. En aquel juego, Gignac entró de cambio en el segundo tiempo por Anelka. 

El delantero mostraba algo de interés, no así su agente Christopher, quien mostró cartas donde pudo constatar que Gignac tenía ofertas del Atlético de Madrid, el Lazio, el Fenerbahce y otros más. NO era extraño, tenía cartel, seleccionado, goleador en su liga y el pase en la mano. Era febrero del 2015. 

Durante los meses siguientes y hasta mayo se reunieron al menos cinco veces más, y siempre le daban vueltas. A veces hasta se negaba a responder el teléfono que sonaba desde México, pues no tenía respuesta real. Justo en una reunión con Gignac y su representante, donde le había mostrado videos de lo que era la ciudad de Monterrey, Cemex y la afición de Tigres, recibió una llamada de Miguel Ángel Garza, quien ya estaba algo incrédulo del verso de Baroni, por lo que éste aprovechó para comunicarlo de manera directa con Gignac por primera vez, y eso dio certeza y hubo avances.  

Habrán hablado 40 minutos. Al término de esa cena hubo una frase de Gignac a Baroni, que le dio esperanzas: “Sí, quiero un cambio en mi vida, algo diferente”. Pero pasaron semanas, terminó el torneo en México y no había nada firme, solo promesas. Tigres ya analizaba más candidatos, necesitaba un '9 matón' famoso para reforzarse en la Copa Libertadores, y el Draft de jugadores en junio estaba a la vista. Por si fuera poco, Christopher (el agente) canceló una reunión programada con Tigres para afinar lo de Gignac, y eso porque otro de los jugadores que representaba se había casado. La directiva de Tigres cada vez le creía menos.  

SE CAE CONTRATACIÓN  

En aquella semana del Draft, ya en Cancún pidieron una nueva cita. Por la mañana, el ingeniero Garza y Palomino los recibieron con gesto adusto y cansado. ¿Tienen ya los contratos y la aceptación de Gignac? (les preguntaron) “No, pero de verdad sí quiere venir” (respondió Cano). “Si no hay contratos, no hay más charlas, no hay negociación”, y se despidieron los dirigentes felinos fastidiados, en una muy breve charla. 

“¡Se fue todo a la mierda!, dijo Baroni. ¡O traemos los contratos o les traemos aquí a Gignac, para que lo vean y nos crean o ya cagamos!”, le habría dicho a Christopher. El delantero francés estaba de vacaciones en Orlando, Florida, y era cuestión de tomar un vuelo a Cancún esa misma tarde. Le marcó a Gignac y éste aceptó viajar de inmediato. “Hagan la reunión esta noche, pero si es posible que también esté el técnico para tomar decisiones”.

Volvieron a marcarle a la directiva felina: “Gignac viene esta noche a Cancún, a verlos y a charlar con ustedes, me pide si puede estar el técnico y si hay acuerdo, de una vez cerrar” ¿Esta noche viene para acá Gignac? ¿Seguro? (preguntaron incrédulos) era la tarde del martes, el Draft comenzaría el día jueves. ¡Sí, esta misma noche!

LA CENA Y LA DUCHA 

La cita a cenar fue a las nueve de la noche. NO recuerdan si fue la directiva o los agentes quienes hablaron al famoso y caro restaurante Lorenzillo's, ubicado en la avenida Kukulcán, e hicieron una reservación en el privado.  

Los ejecutivos de Tigres con el Tuca llegaron puntuales, pero no el jugador. Christopher Cano, el agente de Gignac, les llamó para decir que el avión venía retrasado. Ronald Baroni, el intermediario, se quería morir, cuando finalmente aterrizó el avión después de dos horas de lo acordado y todavía al llegar a registrarse al hotel, el delantero les pidió tiempo para bañarse y cambiarse. ¡A buena hora se le ocurre a un francés preocuparse por darse un baño! (seguramente habrían pensado) pero no tenían opción. Imaginémonos entonces al Tuca esperando y esperando en el restaurante, a mí, me daría hasta miedo.  

Preocupado volvió a marcarle a los directivos felinos, que ya estaban por terminar la cena, para decirles que en cuanto saliera de bañarse estarían ahí con ellos. A diferencia de Christopher y Gignac, Ronald Baroni conocía perfecto los alcances del Tuca, del Ingeniero y de Garza, son hombres de pocas pulgas y ya tenían más de dos horas de retraso. En una de esas se levantaban, se iban, y adiós negocio, adiós, Gignac.  

MENTIRAS PIADOSAS 

Y como el cuento de 'La Cenicienta', estaba ya cerca la medianoche, y la contratación del astro francés a punto convertirse en calabaza, cuando finalmente aparecieron jugador y agente en el privado del restaurante Lorenzillo's.   

La reunión empezó algo fría después de las disculpas, un vinito y algún tequila y la charla se fue tornando cómoda, amigable, era ahora o nunca. La calidez y la claridad de Gignac convenció a los directivos y al Tuca, si ya había llegado hasta acá no lo dejarían ir, así que en cuanto empezó la negociación, las preguntas comenzaron y también 'las mentiras piadosas'.

¿Y cómo es Monterrey? les preguntó Gignac. “Pues igual que acá (Cancún) apresuró a contestar Garza, así con palmeras, calorcito, como aquí. Monterrey es una ciudad muy moderna” y todos asintieron con la cabeza y una sonrisa de complicidad. 

El luga y la vista habían cautivado al delantero francés, quien exclamó: “Las playas son muy hermosas ¿cómo a cuánto tiempo estamos de aquí (Cancún) a Monterrey? Hubo otra respuesta inmediata: “Nombre, tá muy cerca. Como a hora y media nada más” (le respondieron) “Que bueno que está tan cerca, a Deborah, mi esposa, le va a encantar, y puede venir con mi hija Grace". Evidentemente lo que no le mencionaron al francés, en ese momento, es que en realidad el viaje en avión de Monterrey a Cancún es de dos horas y 20 minutos.  

Luego vino otra pregunta incómoda, que realmente no esperaban: “Leímos en internet que el fin de semana habían matado a varias personas a balazos en San Nicolás de los Garza (lugar donde está el estadio de Tigres) ¿Es peligroso ahí?". Ante la sorpresiva pregunta y los agentes atentos, escucharon la respuesta inmediata del Ingeniero Rodríguez. “Ah, pero eso no está en Monterrey, es otro municipio que no está cerca. Tu estarás muy seguro”. De milagro Ferretti no se atragantó con la pasta y langosta que habían ordenado, seguro se aguantó como 'los machos' la carcajada, hubo un verdadero trabajo de equipo de complicidad.  

LA SINCERIDAD DEL TUCA 

Ya una vez cerrados los términos y el trato durante la cena, el Tuca, que en lo privado es muy divertido y dicharachero, se dirigió a Gignac, diciéndole: “Bueno de una vez te digo, para que no te vayan a espantar que ¡yo soy un cabrón! A lo que riendo y en su franco-español, el delantero le respondió: “Qué bueno que lo dices porque yo soy más cabbrrón! Y todos soltaron la carcajada en aquella mesa.  

Finalmente, la historia que había comenzado en enero del 2015, después de meses de incertidumbre y a dos días de iniciar el Draft, terminaba con un final feliz. Tigres ya tendría su joya francesa, el nueve que tanto buscaba para jugar las Semifinales de la Copa Libertadores.  

El resto de la historia después de aquella noche usted la conoce. El día de mañana Gignac, Tigres, y su enorme proyecto donde hay cientos de involucrados, tienen una cita con la historia de su equipo y del futbol mexicano. Su rival, el Bayern Munich, es ampliamente favorito por nómina, por plantilla, por historia, por todo. 

Tigres buscará una hazaña, que el milagro de Qatar se consume. Si ganan, no serán los mejores del mundo, si pierden tampoco los peores. Ojalá lo logren, pero más allá del resultado, siendo realistas, espero ver a un equipo del futbol mexicano verdaderamente competir dignamente contra un gigante, con ello me sentiré más que satisfecho. ¿Y usted? 

“La locura es el origen de las hazañas de todos los héroes”. Erasmo de Rotterdam.

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