Opinión

Ignacio Suárez

El Fantasma ha recorrido el mundo del deporte a través de 6 Mundiales, 10 Copas América y 5 JO. Aportará a RÉCORD su conocimiento y exclusivas.

Feminicidio, deporte y sociedad

2020-02-19 | Ignacio Suárez
IGNACIO SUáREZ
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Desde hace años nuestro país vive momentos terribles en cuestión de seguridad, los números aumentan de manera abominable, y lo peor del caso es que NO hay un solo indicio de que esta situación vaya a disminuir. Para los familiares TODAS las muertes por homicidio duelen de la misma manera, no importa si es mujer, si es hombre, si se es adulto, si se es menor, y no tendría que ser de otra forma, TODOS somos iguales.

Por supuesto que hay casos como el de la pequeña Fátima, de sólo 7 años, que laceran el alma, que nos llenan de ira, impotencia, asco. ¿Con qué clase de miserias humanas nos estamos encontrando? ¿Qué tan atrofiada puede estar la mente de un individuo que tiene toda la sangre fría para ser capaz de matar como lo hicieron con esa pequeñita? ¿Cómo creció?, ¿cómo fue su infancia?, ¿qué pudo haber visto alguien que fue capaz de hacer algo así? Escudriñando en esa etapa inicial, es donde podemos encontrar las respuestas.

Inseguridad, feminicidios, en esta terrible realidad debemos estar todos juntos. NO es un tema de chairos o de fifís, de pobres o de ricos. El actual gobierno es tan culpable como los anteriores. De algo estoy seguro y es que de esta crisis NO serán ni los morenos, los azules, los amarillos o los tricolores los que puedan erradicar este cáncer, sino la sociedad y la familia, pues es ahí en casa, en la niñez, donde comienza TODO lo bueno y también TODO lo malo.

Decidí tocar el complicado tema de los feminicidios y la violencia de género porque es un tema que nos debe ocupar y preocupar a TODOS, sin importar nuestra especialidad o trinchera. El deporte NO ha estado ajeno a ellos porque la fama, el dinero y el país NO sirven para blindarse de psicópatas.

Criminólogos consultados por un servidor coinciden en que el doble asesinato por el que se acusó a O.J. Simpson, cometido en contra de su exesposa Nicole Brown y Ronald Goldman, en 1994, fue en realidad el feminicidio más mediático de toda la historia del deporte, aunque en aquellos años NO se tipificaba como tal.

Millones de aficionados al futbol americano lograron poder entender cómo fue que un tipo como O.J. Simpson, miembro del Salón de la Fama desde 1985, nombrado el Jugador Más Valioso de la NFL en 1973, uno de los mejores de toda la historia y, por ende, millonario, se convirtiera en un instante en multihomicida.

El juicio de Simpson fue considerado el más visto de la televisión en aquella época. Por fallas en el procedimiento fue considerado inocente del doble asesinato en 1995, sin embargo, dos años después fue juzgado y sentenciado de manera diferente. Fue condenado a pagar 33.5 millones de dólares de compensación por el homicidio de su exesposa. Simpson NO piso la cárcel.

Años después se supo que los abogados utilizaron una maquiavélica estrategia para anular la prueba maestra que tenía en su contra; el guante de golf ensangrentado que apareció en la escena del crimen. Simpson tenía problemas de circulación y utilizaba antiinflamatorios. Sus abogados le sugirieron en secreto que dejara de tomarlos de inmediato.

Semanas después, en el juicio y ante el jurado, sus abogados le pidieron que se pusiera ese guante ensangrentado en la mano. Sus manos ya más regordetas por la falta de desinflamatorios NO entraron en ese guante y sus abogados ganaron la partida.

Simpson estuvo preso por nueve años, pero por robo de unos artículos suyos, en Las Vegas, Nevada, pero jamás piso la cárcel por el homicidio de su exesposa; de hecho, vivía ahí hasta hace unos años con los hijos que tuvo con Nicole Brown porque NO pudieron ni siquiera quitarle la custodia.

El primer gran feminicidio quedó impune y en un país de primer mundo como lo es Estados Unidos. Ahí también los jueces olvidaron que Simpson había sido denunciado por violencia doméstica y amenazas por Nicole Brown, apenas unos meses atrás. Como tantas y tantas veces ha sucedido aquí en nuestro México.

El feminicidio más escandaloso cometido por un deportista latinoamericano sucedió en Argentina hace 32 años. El boxeador y gran ídolo Carlos Monzón, la fatídica noche del 14 de febrero de 1998, asesinó a su esposa, la modelo uruguaya Alicia Muñoz, lanzándola del balcón del piso que ocupaban después de una discusión.

Hubo muchos intereses políticos y económicos que estuvieron luchando para exonerar a Monzón del asesinato, al quererlo convertir en suicidio. La prensa argentina lo arropó de manera vergonzosa, pero NO pudieron con las contundentes evidencias. Alicia Muñoz NO murió producto de la caída desde el balcón, como Monzón aseguraba; previamente había sido estrangulada y luego arrojada al vacío. NO fue un accidente, NO fue un suicidio, en aquel tiempo fue calificado como homicidio simple, hoy sería tipificado como feminicidio. El boxeador fue sentenciado a pasar 11 años en la cárcel y pagar una indemnización de cinco mil dólares.

Simpson y Monzón son una muestra clara de que el tenerlo 'todo', dinero y fama, no exime a nadie de poder terminar convertidos en feminicidas. NO es una cuestión de pobreza o riqueza, aunque estadísticamente las cifras se incrementan en la sociedad más vulnerable. Sucede por la estructura mental y social de los personajes.

En lo personal tengo muy claro que la parte fundamental para poder erradicar la violencia de género debe comenzar en casa, donde a golpe de chancla, cinturón, nalgadas, regaños o diálogos duros y contundentes aprendimos que a la mujer se le debe de respetar y NO agredir. Es en casa donde se debe educar, la escuela…. La escuela está para otro tipo de enseñanzas y nos estamos olvidando de ello, le damos a la escuela la responsabilidad que tenemos como padres y eso no es así.

En la sociedad TODOS nos unimos para protestar contra la violencia de género, contra el feminicidio, pero cuántos realmente tomamos acciones reales para tomar medidas de prevención, que tomemos acciones cuando hay evidencias. En la Premier League puedes ser dado de baja por una denuncia de violencia de género, el sindicato de la MLS  puede dejar sin efecto tu contrato laboral si tienes denuncias de ese tipo en tu país.

En nuestro futbol nada de eso pasa por supuesto. Ahí todos cierran los ojos por temas “personales”. “Los contratamos para jugar, NO para dar clases de catecismo”, me dijo un directivo del Ascenso cuando le pregunté por qué el Atlante había contratado al jugador uruguayo Nicolás Albarracín este semestre.

El pasado 10 de diciembre de 2019, el club Montevideo Wanderers, en redes sociales, emitió un comunicado donde establecen que separan indefinidamente al jugador Nicolás Albarracín, luego de que se hiciera público un video donde el jugador agrede ferozmente a su esposa la modelo Natalia Camilo.

El video, los audios son grotescos y dantescos. La golpea, la jala del cabello y, en los chats, las amenazas son evidentes. El jugador fue apartado por el equipo, la policía le puso restricción para no acercarse a la casa de su aún esposa e hijos, mientras ella tiene resguardo policial.

¿Qué sucedió? Simple, negociaron al jugador a México y éste llegó al Atlante ¿Está prohibido? NO, ningún reglamento le impide contratar a este jugador, sin embargo, bien cabe la pregunta; ¿es el perfil de jugador que debe contratar el Atlante o cualquier equipo de la Liga MX? Si es así, es una pena.

¿Quién lo hubiera dicho?  El golpear a su esposa le dio a Albarracín el premio de poder salir de su país negociado al Atlante. Con la experiencia como promotor de Manuel Velarde, es casi imposible que NO estuviera enterado del hecho, antes de ofrecerle un contrato para jugar en el paradisiaco Cancún entre lo legal y lo ético, eligieron lo legal.

Allá ellos y su conciencia. NO es, ni sería la primera vez que la familia del futbol mexicano contrata jugadores sudamericanos con antecedentes graves de violencia familiar. El semestre pasado Atlético de San Luis contrato a Ricardo Centurión, quien fue denunciado en Argentina por golpear a su novia, lo mismo pasó con el argentino Cristaldo, que jugó con Cruz Azul y Rayados.
 
Este hecho retrata por sí mismo lo que vivimos como sociedad; “cada uno jala para su santo”, sólo se piensa en el beneficio propio y no en el colectivo. A estos equipos les importó más tener al futbolista. Independientemente de la persona, de sus valores.

En el futbol, en la sociedad lamentablemente ignoramos las señales, como ignora la autoridad a las mujeres que interponen denuncias a las que no dan seguimiento hasta que terminan asesinadas. Si queremos salir de este infierno tenemos que aportar TODOS desde nuestra trinchera, si queremos que el gobierno resuelva TODO, la situación empeorará rápido.

Claro que debemos exigirles resultados, planeación. Instaurar la pena de muerte, que me encantaría en algunos casos como el de Fátima, pero NO creo que sea la solución en este país con un sistema de justicia que por décadas ha estado podrido por la ineficacia y la corrupción.

Las mentes enfermas del criminal cuando se nublan y deciden actuar, simplemente no razonan. Actúan por sus bajos instintos, sin importarles que si los atrapan, van 20 años o cadena perpetua a la cárcel. Si son capaces de matar a una niña, serán capaces de todo, y sin importar la pena.

Hay quienes se preguntan: ¿Qué país les estamos dejando a nuestros hijos? A todos ellos les replanteó el cuestionamiento con una autocrítica que valdría la pena reflexionar: ¿Qué clase de hijos le estamos dejando al país? ¿Tienen valores, educación, sentido de responsabilidad, ética, lealtad? Si logramos inculcar estos valores desde nuestra trinchera en la edad temprana, difícilmente perderán el rumbo.

Los padres siempre nos preocupamos por ayudar a los hijos a ser buenas personas. Los niños no necesitan lecciones o sermones sobre cómo comportarse o qué valores adoptar. Aprenden observando a la gente a su alrededor. Así que creo que debemos esforzarnos más en darles ese buen ejemplo. ¿Realmente lo estamos haciendo?

“El mejor tipo de padre que puedes ser es predicar con el ejemplo” Drew Barrymore

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