Opinión

Francisco Sánchez

El Coordinador Editorial de RÉCORD es un periodista experto de NFL. Su análisis es indispensable cada fin de semana camino al Super Bowl.

Increíble

2018-01-15 | Francisco Sánchez
FRANCISCO SáNCHEZ
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Así definiría lo que ocurrió en la Ronda Divisional que dejó a Nueva Inglaterra y Jacksonville, en la AFC, y Filadelfia y Minnesota, en la NFC, peleando por el boleto al SB.

Primero, hablemos del campeón. Por séptima vez consecutiva disputará una Final de Conferencia. Sin duda, son los favoritos para regresar al Súper Tazón y ganarlo. Brady y compañía liquidaron a los Titans y fueron el único equipo que avanzó sin problemas. Sí, es de no creerse lo que pasa con este equipo que año tras año sigue en la cúspide y parece que no hay quién los pare. Ya no están los Manning (Peyton y Eli) ni los Ravens, que han sido los únicos que les han amargado la fiesta en la fase final.

Y de su rival del próximo domingo, basta decir que es más que loable lo hecho por el coach Doug Marrone con un equipo que la temporada pasada terminó con 3-13, fue último de su división y hoy está a un juego de disputar su primer Super Bowl en la historia. Los ‘Jags’ mostraron por qué son el ‘coco’ de Steelers y echaron a perder la revancha que los de oro y negro querían contra ‘Pats’. Una vez más, Tomlin tomó malas decisiones que costaron al equipo, como esa patada corta que preparó la escena para que Jacksonville liquidara el juego.

En la NFC tuvimos una gran dosis de drama en ambos juegos. En el primero, Filadelfia comenzó a mostrar que el éxito de esta campaña no sólo es por Carson Wentz. Pocos, casi nadie, apostaban por ellos tras la lesión de su QB estelar, pero se mantienen vivos y hasta recibirán en casa el duelo crucial por el Super Bowl.

Y bueno, de Minnesota qué podemos decir. Una victoria que dejó con la boca abierta a todos, marcada por un error grosero, inolvidable del novato Marcus Williams, quien no fue por el balón, ni fue por el hombre y sólo le dio la vía libre a Stefon Diggs para irse hasta las diagonales y dejar tendidos a los Saints de Drew Brees, un QB de élite que merece volver a la disputa del título de la NFL... no esta vez.

Así, Minnesota mantiene vivo el sueño de jugar el Super Bowl en casa, algo que no ha ocurrido en la historia de la Liga y buscar ahí la victoria que se les ha negado cuatro veces en el juego grande de la Liga. Y creo que llegarán a éste por fin tras años de sequía. ¿El rival?, el de ‘siempre’ en estas instancias: los Pats.

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