Opinión

Regresaron a su estado normal

2019-02-26 | Felipe Ramos Rizo
FELIPE RAMOS RIZO
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Cuando habíamos comentado que algunos árbitros habían mejorado y que la jornada pasada había salido mejor, ahora en la número ocho regresaron a su estado normal; tanto los árbitros como el VAR nos dejaron totalmente confundidos, utilizan un criterio muy pobre, lo que originó que se tomaran decisiones equivocadas.

Algunos ya se están volviendo muy comodinos y no se quieren responsabilizar por acciones violentas para no expulsar, y esperan a que el VAR les pida revisar para hacerlo; esto puede causar un caos arbitral y mientras los instructores, en este caso el señor Ángeles, no les exija, los árbitros van hacer lo que se les dé su regalada gana.

Los casos de Guerrero y Santander fueron la muestra; el primero en la acción de Meraz que faltó poco para fracturar a su adversario, vio la acción y amonestó, pero ¡oh vivillo!, no quiso expulsar y se esperó a que le avisaran que era roja. Santander regresó al nivel acostumbrado, no expulsó a Mancuello en el minuto 8 y en la de García le tuvieron que decir que expulsara, estaba a un metro de la jugada y ni falta sancionó; en verdad serán tan descarados de designarlos en la siguiente jornada con estas fallas, y por qué el VAR intervino en la de García y no en la de Mancuello, ya que son idénticas. También aquí están fallando.

Marco Antonio Ortiz, lo regresaron muy prematuramente y aún no está físicamente bien, se le escaparon Yotún y Salcido, ambos con acciones muy bruscas que merecían la tarjeta roja, el gol del Cruz Azul viene precedido de una falta de Caraglio que no sancionó; preguntamos nuevamente, ¿dónde está el VAR para apoyar? Uno de los partidos más ríspidos del torneo y una mala actuación de Ortiz.

La violencia estuvo a la orden del día sin tener respuesta reglamentaria de los árbitros, Fernando Hernández no expulsó a Van Rankin, Eduardo Galván no sancionó un penalti por un rodillazo de Hernández sobre Pizarro en la espalda, los ya mencionados Guerrero y Santander, quienes no calificaron bien acciones violentas, y Jorge Antonio Pérez no expulsó a Vangioni. Mientras no los presionen, los árbitros seguirán en la zona de confort en que se encuentran, designan a sus cuates sin importar que hayan fallado; entiendo que no hay mucho de dónde escoger, pero por favor sean más estrictos con los de negro. Instructores blandengues que sólo cuidan su chamba.

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Chacón corrió con suerte, ya que ganó León porque no sancionó un penalti, pero expulsó muy bien; nadie le protesta, siempre hay control en el partido, cosa que pocos lo pueden hacer. Diego Montaño fue lo más sobresaliente de la jornada, bien ubicado y sancionando correctamente, no tuvo problemas; ojalá no pierda piso porque cuando lo hacen y se sienten estrellitas empiezan a equivocarse en los partidos.

Por último, ojalá los flamantes instructores le digan a los árbitros que antes del inicio del partido dejen de besar la argolla de matrimonio, mandan saludos a todo mundo, se agarran el corazón, besan sus tatuajes, peinados de mohicano; en verdad, ya no hay seriedad, qué falta de respeto al arbitraje, hay un libertinaje total.

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