Opinión

Felipe Morales

Con un estilo fresco y una pluma original, Felipe Morales nos cuenta las mejores historias del futbol desde su perspectiva periodística.

Layún ganó otro partido

2019-06-09 | Felipe Morales
FELIPE MORALES
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Miguel Layún ha resuelto una pregunta: No es por qué me pasó a  mí: es para qué. “Todos somos afortunados”, dice, con una sonrisa. Layún ha sacudido con una historia de vida. Hace algunas semanas se hizo un chequeo y le descubrieron un tumor maligno; lo que en principio fue “un quiste complejo”, derivó en un cáncer, que ha sido extirpado en su totalidad. Por eso no fue a Copa de Oro. Por eso, desde ya, vive más la vida. “Gracias a Dios puedo decir que tuve cáncer, pero ya está curado”.

A través de un video, en redes sociales de Monterrey, Miguel se abrió de capa. Lo hizo porque quiere que el mensaje de prevenir y no reaccionar ante la enfermedad sea sólido. Por eso, desde ahora se motiva y ayudará a más personas que no tengan recursos para monitorear su salud. Con el fuego interior que lo caracteriza y lo moviliza, de inmediato, Layún ha convertido algo malo en algo bueno.

“Otra parte de mí decía que era algo que podía ayudar a mucha gente; eso fue lo que ganó la decisión de hacerlo así”, compartió.

Aquí la lección de vida de Miguel Layún, el hombre que en la vida como en el futbol, ha lidiado con la adversidad y la ha transformado en inspiración. 

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Le has ganado a todo, ¿cómo enfrentas esto?

Soy una persona, que si se traza un objetivo, no va a dejar de hacer un mínimo esfuerzo para lograrlo. Sale de aquí adentro. Quisiera transmitírselo a la gente, decirles: ‘Es que en verdad pueden lograr lo que quieran, pueden alcanzar, pueden superar, ten la fuerza para dar el primer paso’. Es esa determinación la que te hace, aún en los momentos más difíciles, aún pasándola mal, levantar la cara  y decir: ‘¡Voy a salir de esta, porque quiero salir de esta!’. De verdad, no nos cuesta, económico, sí, pero hay veces es más caro tratar una enfermedad que prevenirla: Por azares del destino, porque no se me hubiera ocurrido ir, porque Dios no hubiera querido que se me revisara, hubiera avanzado más, la enfermedad me hubiera costado más mentalmente, emocionalmente, físicamente y económicamente. Hubiera sido un proceso mucho más lento, doloroso, por una simple decisión de decir: Vamos a hacer un chequeo. Voy buscar la manera de ayudar a la gente que no tenga la capacidad económica de hacerse un chequeo, aunque sea a algunos pocos, hacer un chequero. Dios quiera que esto ayude a mucha, mucha gente.

¿Qué pasó?

No te puedo dar una explicación, porque no hay un motivo por el cual sucedieron las cosas; decidimos mi esposa y yo, hacernos un chequeo general, por salud. Hicimos todos los estudios y hubo una pequeña sorpresa, que no hubiéramos imaginado que iba a ocurrir. Lo primero que me reportaron fue que habían encontrado un quiste complejo. A mitad de semana, dos días después del chequeo, me entra una llamada del doctor Emilio para preguntarme cuándo iba a hacerme el segundo estudio. Le dije: ‘Me dijeron que no había prisa, después de la Copa de Oro, paso con calma y lo hago’. Me dijo: ‘No, ¿sabes qué? mejor ven a hacerlo lo antes posible. Empezó a existir la duda de que no era un quiste, que era un tumor. Ya que te mencionan la palabra tumor o que pueda ser cáncer, la cosa no se percibe de la misma manera. Se trataba de un tumor maligno, estábamos hablando de un cáncer. Al final, el diagnóstico es que se pudo remover el tumor por completo. Gracias a Dios puedo decir que tuve cáncer, pero ya está curado.

¿Cómo estás?

Decirles que estoy muy bien, estoy agradecido, fue un chequeo que no estaba en planes de nadie; para mí las cosas ocurrieron de tal forma que Dios puso las cosas en el camino para que esta situación se arreglara de la mejor manera; estoy agradecido con los médicos, con mi familia que ha estado conmigo en todo momento. Estoy feliz, estoy más motivado que nunca, quiero disfrutar la vida más que nunca. Gracias a Dios voy a poder hacer lo que más amo que es jugar futbol.

¿Cómo te enteraste?

Se estremecen hasta las raíces; sobretodo las noticias que no esperas y que son menos positivas, siempre sacuden hasta la base. Estoy aquí feliz de la vida, pero no es bonito. No puedo decir que me dio igual. ¡No, no me dio igual! Pero a veces esas sacudidas son las que se necesitan. No hablo de que la gente necesite que le dé cáncer o que le dé una enfermedad delicada o que pase por un duelo muy complicado. En verdad no nos damos cuenta de todo lo que tenemos, de todo lo que vivimos, de poder estar aquí, de poder compartir con nuestros seres queridos. Claro que me sacudió, pero de una manera positiva. Y con eso me quiero quedar. 

¿Habían síntomas?

Nunca, no tenía molestias físicas. En los exámenes de sangre sorprendió, porque no tenía molestias. Por eso fue más impactante, porque no hay que esperar a estar mal para llegar y prevenir. Eso es lo que no nos entra en la cabeza y es lo que quiero externar y recomendar. 

¿Qué sigue?

Hasta ayer se hizo el último examen para estar completamente seguros que el cáncer que estaba fue removido al 100%. A partir de ahora, es simple chequeo periódico para estar previniendo, precisamente, que no vuelva a ocurrir. No hay nada más, hoy puedo decir que tuve cáncer y que estoy sano. 

¿Qué cambió en ti?

Aprender a disfrutar cada momento; normalmente me enojo y me frustro con cosas que no puedo mejorar. El otro día aconteció algo y dije: ‘Sabes qué, a la fregada’. Por muchos años he estado pendiente de situaciones externas a mí, hoy, principalmente, quiero estar enfocado en mí y en mi familia. No estar ansioso porque las cosas lleguen, ir disfrutando ese proceso, ahora tenemos un objetivo en Mundial de Clubes y en Liga; hoy quiero llegar a la pretemporada, quiero acostarme en el pasto mojado, con una pelota al lado. Quiero ir y acostarme con mis hijos a ver una película. Abrir los ojos a las cosas que están y que, a veces, no les prestamos atención. 

¿Te sientes afortunado?

Recordar que vivir es todo, no nada más unas cosas, no solo el día que recibiste un cheque, o el día que lograste un objetivo. También los días que sufriste, que pasaste por momentos de dolor, que lloraste, que superaste adversidades, esos momentos también cuentan y son esperanza de vida. Yo me quedo con todo eso, con un todo y no con una parte. 

Todos somos afortunados, todos estamos aquí y tenemos la posibilidad de hacer algo. Nadie está atado de manos, a nadie se le puso una etiqueta de nacimiento de no poder lograr algo.

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