Opinión

Felipe Morales

Con un estilo fresco y una pluma original, Felipe Morales nos cuenta las mejores historias del futbol desde su perspectiva periodística.

El partido que nadie quiere jugar

2018-11-24 | Felipe Morales
FELIPE MORALES
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Y arranca el partido… 

El gas lacrimógeno se persigna, alza la cara, pisa la pelota; el estadio ruge, pide más violencia...

Las bengalas se encienden detrás de la portería para que no haya visibilidad; los aficionados se golpean con los puños apretados hacia el cielo, sangrando sonrisas y pidiendo más…

Cambio de juego largo hacia el sector derecho, donde la incapacidad de la autoridad baja las omisiones, de pecho.

Vuelan piedras sobre el campo, como confetis.

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La gente estalla.

Es feliz…

Cae la tarde en el Monumental y el cielo rocía fuego; en las tribunas se venden cuchillos: por cada cinco cervezas, te regalan tres escopetas.. 

Corre rápida la pelota sobre el pasto de lija para que sangren más los futbolistas.

¡Atención! 

Atacan tres, defienden dos, ¡falta, no señalada por exceso de blandura! 

¡Juegue, aunque no pueda es la voz de la dictadura!

Las butacas se voltean a ver, tiemblan  de miedo. 

El estadio ha sido tomado por los truenos del viento.

Los padres le atan bengalas a sus hijos en el cuerpo para lanzarlos hacia la irresponsabilidad...

Los cantos se entonan con el filo de la garganta, que escupe vidrios.

Resuenan los balazos como pretexto de rivalidad, porque de pasión nadie sabe más...

Los policías se toman selfies. 

Los futbolistas corren como pueden, con los pies atados...

El balón rueda, manchado de lodo…

Los fanáticos, vestidos de barbarie, se empinan al futbol.

Se beben su extinción.

¡Penal!

Se perfila la impunidad de pierna derecha.

Alza la caraaaaaa, ¡GOL!

Victoria de la impotencia en el partido que nadie nunca quiso jugar…

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