Negro panorama

Al Veracruz le espera un negro panorama en el torneo que arranca el viernes y que definirá el descenso. Los Tiburones inician en una situación muy complicada, ya que Gallos Blancos es el rival más cerca que tienen y está ocho puntos arriba y con mejor diferencia de goles, es decir, requieren hacer nueve puntos más que los queretanos.

El otro adversario es Lobos, aunque aquí la batalla es diferente, ya que los poblanos, al haber hecho 23 puntos en el torneo anterior, están cerca de la salvación. Si Lobos hace 15 unidades en el Clausura 2018, Veracruz necesitaría 27 puntos para salvarse, y si los de Puente Jr. hacen 17, los jarochos tendrían que ir por 30 para poder permanecer en Liga MX.

Para el trascendental torneo, los escualos cambiaron de técnico, llegó Guillermo Vázquez Jr., pero el plantel sigue siendo el mismo del campeonato pasado, solamente llegaron dos refuerzos: Carlos Esquivel y el brasileño Alan Santos.

No le llegan

15 millones de dólares cuesta la rescisión de contrato de Nicolás Blandi con el San Lorenzo de Almagro, cifra que está fuera de mercado para el América, por ello se habla de que ahora las Águilas le apuntan al suizo-holandés Luuk de Jong, quien al igual que Blandi se desempeña como centro delantero.

Las condiciones futbolísticas del europeo son muy parecidas a las de Blandi, se trata de dos elementos cuya principal virtud es el remate a gol dentro del área, ninguno de los dos tiene una gran técnica individual, pero sí son certeros en el remate, quizá Blandi supera a De Jong en el juego aéreo, pero el delantero del PSV tiene más movilidad en el ataque; el punto importante es que se habla de que la negociación se haría entre seis o siete millones de dólares, menos de la mitad de lo que quiere San Lorenzo por su goleador.

Mal negocio

Para Santos Laguna resultó mal negocio el caso de Emiliano Armenteros, a quien contrataron hace año y medio procedente de Jaguares de Chiapas.

El argentino, durante año y medio que estuvo con los laguneros, fue uno de los elementos mejor pagados por encima de las figuras de los de Torreón.

El jugador ya no entró en planes de Santos por su pobre rendimiento, pero tiene contrato por dos años y medio más, por ello, aunque fue transferido al Atlante, se niega a presentarse con los Potros, ya que primero quiere que le finiquiten el contrato que tiene. El tema es complejo, pues a pesar de que el zurdo tiene un vínculo con los Guerreros, Santos puede argumentar que lo que cobra el jugador no corresponde ni remotamente a lo que rinde en la cancha.