Opinión

David Faitelson

David Faitelson es dueño de un estilo duro, pero frontal al momento de dar opiniones, que incluso le han traído choques con algunas figuras.

'Zopilotes' en La Noria

2019-02-22 | David Faitelson
DAVID FAITELSON
Comparte en:
Contenido Patrocinado

No quiero ser 'ave de mal agüero', pero la última vez que vi esa expresión en el rostro de Ricardo Peláez, también estaba en Veracruz y los días de Gustavo Matosas en el América se estaban agotando.

Por increíble que parezca, Cruz Azul, el vigente Campeón de Copa, subcampeón de Liga, líder general del torneo anterior, ha caído en crisis y gran parte de su futuro -y sobre todo del futuro de Pedro Caixinha- podría depender de lo que suceda esta noche en la casa del peor equipo del futbol mexicano.

Muchos creen que este Cruz Azul sigue aturdido, tras la sacudida futbolística y emocional que significó perder, otra vez, una Final de Liga ante el América, y otros aducen que la salida de un jugador como Iván Marcone cambió el horizonte futbolístico del club. Yo tengo mi propia hipótesis sobre el asunto. Creo que Cruz Azul ha sido 'forzado' a transformar el estilo de juego que terminó dándole resultados el semestre anterior y que en esa metamórfosis, este Cruz Azul no hace bien ni una cosa ni la otra: ni gana juegos y puntos sin lucir en su futbol como lo lograba -eficientemente- en el semestre anterior, ni alcanza el nivel y la forma de juego para el que, aparentemente, está presupuestado su equipo y el que reclaman muchos de sus aficionados.

La realidad es que Pedro Caixinha tiene una forma muy particular de transmitir el juego a sus dirigidos. Sus grandes resultados con Santos -que superó en la Final al Querétaro-, era un equipo que, primero y siempre, se defendía con propiedad y luego intentaba sorprender al rival. Esa misma fórmula, lejana de la vistosidad, convirtió al Cruz Azul, hace sólo un par de meses, en el mejor equipo del futbol mexicano. Es más, los movimientos que el club realizó en el receso invernal (la llegada del peruano Yotún, del uruguayo Rodríguez y la cara operación por Orbelín Pineda) debían haber brindado recursos que no tenía el cuadro del subcampeonato. ¿Qué sucedió? ¿Por qué no ha funcionado? Son preguntas que se pasean de forma dramática y hasta angustiosa en las mentes de Caixinha, de Peláez y en la del presidente Guillermo Álvarez.

Cruz Azul jugaba a algo y eso -nos gustará o no- le funcionaba. Su solidez defensiva era impresionante y hacia adelante, aunque hacía poco -hoy no hace nada- encontraba los goles para los resultados. Es verdad que al final no le alcanzó para cumplir con el objetivo que era vencer al América y sacudirse la larguísima racha sin campeonatos de Liga.

El aporte ofensivo de este equipo ha mermado de forma impactante, de ser poco a prácticamente nada. Me parece que tanto Caixinha como Peláez se equivocaron en suponer que los sudamericanos Caraglio y Cauteruccio serían las soluciones ofensivas. Más allá de que le sigue costando generar juego, oportunidades y futbol en general, ni el argentino ni el uruguayo parecen tener los argumentos y el rendimiento para satisfacer las necesidades celestes de cara a la portería contraria.

Caraglio fue una compra al Atlas por una suma estratosférica de 9 mdd, una decisión de Peláez al estilo 'money ball' (productividad basada en minutos de juego) que no midió el irrefutable hecho de que no es lo mismo hacer goles en Tijuana o en Atlas que hacerlos en Cruz Azul. Y Cauteruccio recibió un voto de confianza después del regular torneo que tuvo en el Apertura 2018, cuando este Cruz Azul jugaba a otra cosa y él casi siempre estaba ahí para aprovechar el descuido o error de la zaga de los rivales.

 

La eliminación en el torneo de Copa MX en la ronda de Grupos y el alejamiento de los sitios de protagonismo en la Liga han generado un ambiente tenso. Tanto Billy -que hizo otra gran inversión- como Peláez -que llegó como el 'gran salvador' a la institución- saben que no pueden darse el lujo de perder más tiempo. Si el equipo continúa en la misma tendencia en la que se ha metido, pronto, la Liguilla -y por ende la posibilidad de ser campeón- se esfumará.

 

Sigo pensando que el portugués tiene las condiciones para sacar adelante a Cruz Azul, pero lo puede hacer basado en el estilo que le identifica y en el que se siente cómodo. Tratar de obligarlo a jugar diferente ha sido un error, no sé si cometido por él mismo, por Billy, por Peláez o por la presión externa de los aficionados y de los medios.

La realidad es que Cruz Azul juega con fuego esta noche en Veracruz. Un resultado adverso no garantizaría la continuidad de Caixinha y le daría 'las armas' a Peláez para apretar un 'botón rojo' que, a su vez, le otorgaría la oportunidad de nombrar a un entrenador de su preferencia. La lista ya es abultada para ese 'Plan B'. Y es que hace ya algunos días que los 'Zopilotes' sobrevuelan La Noria.

Contenido Patrocinado