“Vive la France”

La segunda “revolución” francesa del futbol está en marcha. Si nada extraordinario sucede el domingo en el Luzhnikí, ‘La Marsellesa’ pondrá sus notas en todo lo alto con un equipo de futbol que ha jugado un torneo exacto sin llegar a los tonos espectaculares que se esperaban.

Veinte años después del brillantísimo ‘General’ Zidane, Francia está lista para volver a levantar un trofeo de la FIFA. Ha sido bendecida con una generación de ‘millenials’ que juegan de forma maravillosa al futbol. Tiene dos futbolistas que poseen condiciones extraordinarias. Uno se llama Antoine Griezmann y el otro Kylian Mbappé. Uno es el presente y el otro el futuro. Uno es sumamente inteligente y técnico. El otro, explosivo y espectacular.

El mediocampo es una mezcla sagrada de fuerza y de exquisitez para jugar: Empezando por el del Manchester United, Paul Pogba, siguiendo por el del Chelsea, N’golo Kanté, y terminando con el del Paris Saint-Germain, Blaise Matuidi. Hacia atrás, Francia ha sido un equipo muy confiable: el portero Lloris, los centrales Varane y Umtiti, y los laterales Hernández y Pavard. Didier Deschamps está por encontrar la gloria de transformarse en uno de los pocos personajes que ha logrado ser campeón del mundo en la cancha y en la banca.

La realidad es que así como no ha encontrado un punto espectacular en su forma de juego -que podría tenerlo de acuerdo a la calidad que posee en cada sector del campo-, Francia ha tenido el control absoluto de su destino en el torneo. Ni en la ronda de grupos, o en la de eliminación directa, donde en un momento se vio en desventaja ante Argentina o donde sufrió durante los primeros 30 minutos contra la peligrosa Bélgica, se ha puesto en entredicho su jerarquía.

Los expertos y la opinión pública creen que puede y debe jugar mejor. Está claro que cuando el futbol de Francia deja el pragmatismo de sus mediocampistas -Pogba, Kanté, Matuidiy pasa hacia las posiciones del campo donde están Griezmann y Mbappé, el juego adquiere una dimensión diferente. Por ahora, se ha impuesto la practicidad de las teorías ‘Juventistas’ de Deschamps, cuya formación como entrenador se produjo en ese club italiano.

Forma un equipo sólido de atrás hacia adelante. Primero y siempre la defensa, el control, el orden, y después el ingenio, la creatividad y la explosividad. Deschamps ha encontrado esa mágica combinación en esta Francia. Es un equipo frío y calculador hasta que la pelota hace contacto con esos dos futbolistas diferentes. Ahí, Griezmann le da un sentido diferente al juego y Mbappé pone los corazones a palpitar a “mil por hora”.

Nada en el futbol está escrito. Francia tendrá enfrente un equipo igualmente cansado como motivado. Croacia ha sido una sorpresa maravillosa para el futbol mundial y cuando tienes jugadores de la calidad de Modric, Rakitic, Perisic y Mandzukic, cualquier cosa puede suceder. Francia es amplia favorita. Tendrá que demostrarlo minuto a minuto sobre el césped del antiguo Estadio Olímpico de Lenin.

La segunda “revolución francesa” del futbol está en marcha.. Dos décadas después de que Zidane provocara ríos y ríos humanos sobre Champs Elysse y el Arco del Triunfo, otra generación encabezada por Griezmann y Mbappé, está a punto de hacer su propia historia. Y nada parece capaz de detenerlos. “Vive la France”.