Opinión

David Faitelson

David Faitelson es dueño de un estilo duro, pero frontal al momento de dar opiniones, que incluso le han traído choques con algunas figuras.

¿Qué futbol tenemos?, ¿qué futbol queremos?

2017-12-29 | David Faitelson
DAVID FAITELSON
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Siempre he pensado que el verdadero valor del futbol mexicano se mide en la distancia que mantiene con respecto a las grandes potencias de este deporte. La pregunta sigue siendo la misma: ¿Qué tan lejos está el futbol mexicano del futbol alemán, brasileño, español, francés, inglés? El problema es que la respuesta a esa cuestión, difícilmente, la encontraremos en la Concacaf.

Es evidente que cada vez que el futbol mexicano intentó mostrar sus avances en el siguiente nivel competitivo que proponen tanto los clubes como las selecciones, los resultados no fueron los deseados.

El 2017 se va con un dejo de angustia y cierto temor por el poco avance que ha tenido el futbol mexicano. Tras los sucesos de la última década —los campeonatos mundiales Sub 17 y el oro en los Juegos Olímpicos de Londres— todo indicaba que el futbol mexicano tomaba una dirección rumbo a un crecimiento que pudiese, de algún modo, acercarle a las naciones y a las Ligas más competitivas del mundo del futbol.

El año cuenta que la Selección Nacional no encontró esos resultados en la Copa de las Confederaciones y que el Pachuca tampoco lo hizo el día en que fue probado a nivel de clubes en el Mundial que la FIFA reconoce como tal. Tomar como parámetro de competitividad los resultados de la eliminatoria mundialista de Concacaf o de la Liga de Campeones, por equipos de la misma área, es una forma de engañarnos a nosotros mismos.

No hay forma de saber si el futbol mexicano está en proceso de crecimiento, detenido o hasta en retroceso con las pruebas que encuentra en la Concacaf. Para lo único que sirve el nivel de competencias que afronta en el área, que evidentemente le corresponde, es para mantener a flote el negocio que significa el futbol en México y en Estados Unidos.

La industria parece satisfecha y conforme con que el negocio siga adelante, importándole muy poco si hay un avance o no. Que México esté en Mundiales de selecciones cada cuatro años y que los clubes mexicanos monopolicen la zona para ir al Mundial de Clubes no es, de ninguna manera, suficiente. La pregunta sigue siendo la misma: ¿Cuándo llegarán las pruebas fehacientes de que el futbol mexicano se está acercando y no alejando de las grandes potencias del futbol?

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