Opinión

David Faitelson

David Faitelson es dueño de un estilo duro, pero frontal al momento de dar opiniones, que incluso le han traído choques con algunas figuras.

La promesa de Amaury

2019-07-12 | David Faitelson
DAVID FAITELSON
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Si promete competir por el título, está exagerando o de plano mintiendo. Si no lo hace, es un conformista que no entiende la clase de club que tiene en sus manos. El dueño de las Chivas no termina quedando bien con nadie. Amaury Vergara está entre la espada y la pared.

Cualquier cosa debe ser más sencilla en el futbol mexicano que dirigir a las Chivas. La complejidad de hacer funcionar a un equipo de 11 jugadores mexicanos se ha transformado, en estos tiempos, en un reto bastante complicado. El futbolista mexicano de calidad es escaso. Las nuevas reglas de la Liga han propiciado -y lo siguen haciendo- que el jugador nativo reciba pocas oportunidades en su desarrollo. Casi nadie trabaja con esmero en las fuerzas básicas y Chivas hace tiempo que no es autosuficiente. Y cuando sale al mercado, afronta un alza en los precios que deteriora sensiblemente su economía.

Aunado a ese precario horizonte, habrá que agregar los errores administrativos que se han cometido en los últimos tiempos y que colaboran en el cuadro 'enfermizo' de un club de abolengo e historia que no se ha clasificado a la Liguilla por cuatro torneos consecutivos y que hoy afronta serios problemas en la tabla de cocientes. Chivas está en problemas. No es la primera vez que lo está desde que la familia Vergara, hace 17 años, tomó el control del club.

"Sabemos dónde estamos parados y también sabemos lo que queremos", dijo Amaury, la noche del miércoles, en la emisión del programa 'Futbol Picante' de ESPN. "Creo que hemos realizado los movimientos correctos para pensar que podemos luchar por el título. No tengo duda de ello".

Y está bien. Yo, al menos, no esperaba otro mensaje del joven hijo de Jorge Vergara con respecto a un equipo que necesita alicientes desde cada una de sus áreas. Amaury ha recurrido a una parte del discurso que su padre siempre evocaba justo antes del inicio de una temporada. Ese mensaje o pensamiento debe llegar al oído y sobre todo a la mente del entrenador y de cada uno de los futbolistas. "Señores, el dueño del club dice que estamos para campeones. Ustedes no pueden fallar".

Chivas ha hecho algunas adecuaciones en su nómina de cara al Apertura 2019, pero tampoco parece haberse transformado demasiado con respecto a lo que tenía y con lo que fracasó nuevamente en el semestre anterior. La llegada de Oribe Peralta se ha 'robado' los reflectores del verano. Un futbolista de 35 años, afectado últimamente por lesiones, que debe ayudar tanto en la cancha como en el vestidor. Y un fortalecimiento del aparato defensivo ejemplificado en las repatriaciones de Oswaldo Alanís y de Antonio Briseño, dos futbolistas que pisaron tenuemente el escenario europeo del futbol.

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Ellos, más una pretemporada larga en la que Tomás Boy, el entrenador que tomó las riendas de cara a las últimas cuatro fechas del campeonato anterior, ha tenido oportunidad de trabajar, conocer al futbolista y ensayar sobre un sistema de juego. Chivas basa sus esperanzas en un cuadro donde la mayor parte de los futbolistas no han logrado explorar ni explotar completamente sus facultades y en un entrenador de gran experiencia, personalidad, pero que nunca ha levantado un trofeo en su larga comparecencia por las canchas.

¿Está Amaury diciendo la verdad?  ¿Es realmente el Guadalajara un serio contendiente al título en un futbol donde clubes como Tigres, Rayados, América y Cruz Azul parecen partir con una gran ventaja sobre el resto? La realidad es que ninguna pista indica que Chivas está al nivel de los mejores, pero también está claro que el torneo mexicano es muy sui géneris -por no llamarle raro- o quizás irregular y poco predecible de acuerdo a las condiciones que se establecen antes de su inicio. Partiendo desde esa característica propia del futbol mexicano, Chivas intentará competir sin que ofrezca ninguna garantía.

Creo que el Guadalajara debe concentrarse, primero, en lograr una clasificación a la Liguilla. Si logra meterse entre los ocho mejores, es obvio que estará -entre comillas-, pero también sin engañar a nadie, compitiendo por ser campeón, aunque en nuevo filtro dentro de esa Liguilla este aún más lejos de la posibilidad real de ser el monarca.

Chivas necesita urgentemente regresar a un nivel protagónico en el futbol mexicano. Su nombre, su reputación, su trascendencia pasional y comercial no le permite vivir lejos de ese protagonismo. De ahí que Amaury levante la voz hoy, cuando el torneo no ha comenzado y cuando las mentes de sus futbolistas empiezan a generar expectativas. No entendería jamás a un dueño de Chivas no prometer que el equipo peleará por la Liga, así esté imaginando demasiado o de plano mintiendo. Creo, también, que Amaury ha tomado la estafeta del equipo enseñando una postura mucho más madura, consciente, abierta y definida.

Me parece que Chivas está en buenas manos. Amaury ha prometido lo que tiene que prometer. Lo demás dependerá de Boy y de sus futbolistas

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