La perdición de Chivas...

El ‘melodrama’ de Chivas no tiene final. En medio de mentiras, acusaciones, traiciones, dobles discursos, hay dos cosas muy claras y penosas: el club se ha desprendido del hombre -Matías Almeyda- que los condujo a niveles protagónicos del juego y del futbolista -Rodolfo Pizarro- que parecía poseer los ‘aromas’ para ser el siguiente gran ídolo de la camiseta rojiblanca. ¿Hacia dónde va Chivas? Hacia su perdición...

La afición de Chivas, el activo más importante que tiene el histórico club, ha sido engañada por una directiva que ante la ausencia del dueño Jorge Vergara se ha conducido sin escrúpulos y sin los valores que deben acompañar siempre a uno de los históricos del futbol mexicano.

José Luis Higuera, el personaje principal en temas financieros de Chivas, está escondido y Francisco Gabriel de Anda, sustraído de las mesas de debate de la TV hace un par de meses, da bandazos, cae en contradicciones, miente y hasta muestra ignorancia para ciertos temas. Chivas está hecho un ‘desmadre’ cuando tendría que alistarse y reforzarse para una temporada donde a finales de año tendrá el honor de jugar un Mundial de Clubes.

El desprendimiento de Almeyda ha sido mal manejado desde cualquier ángulo. Está claro que, ante los problemas económicos que sufre la institución, Chivas no pudo ofrecerle ni el sostenimiento del plantel -Cota, Alanís, Pizarro- ni tampoco los siete refuerzos que había solicitado. Almeyda sugirió que públicamente se explicaran las dolencias financieras del club y que se bajarán las pretensiones deportivas. Paco Gabriel habría admitido esa condición ante Almeyda, pero al día siguiente salió a decir que Chivas estaba para competir por todo y ganar todo.

Hace tres días, Almeyda recibió en Argentina una carta finiquito de su contrato, con un acuerdo donde se le proponía pagarle la mitad del resto de su pacto de tres años. El domingo, Gabriel apareció ante los medios afirmando que Almeyda seguía siendo entrenador de Chivas y que había platicado con él y que lo sentía motivado para afrontar la pretemporada. Desde Buenos Aires, vía WhatsApp, Almeyda me juraba lo contrario.

Ese mismo domingo, mientras Gabriel aseguraba y perjuraba que Almeyda seguía siendo el entrenador, él mismo enviaba un mensaje vía WhatsApp a todo el plantel anunciándoles que el lunes conocerían al nuevo director técnico.

Un poco más tarde, el mismo domingo, en la cadena Fox, Gabriel sentenciaba que si Almeyda no era el entrenador de Chivas al comienzo de la temporada, él renunciaría a su puesto.

El anuncio de la venta de Rodolfo Pizarro al Monterrey era una noticia ‘cantada’ hace varias semanas. El jugador jamás estuvo de acuerdo en el movimiento, pero Chivas necesitaba los 15 o 17 millones de dólares de la operación para subsanar su precaria economía. La idea de Pizarro era quedarse en Chivas hasta el Mundial de Clubes y después emigrar a Europa.

Chivas también quedó mal con Rodolfo Pizarro. Estoy seguro que el futbolista hubiese preferido jugar más en Europa que en Monterrey...

Lo han vendido por necesidad. Es una pena que todo este asunto haya sido manejado así, insisto, engañando a lo más preciado que tiene este club de futbol: a sus aficionados.

A Paco Gabriel de Anda, Chivas lo ha utilizado para mentir, lo ha exhibido y enviado por delante para un acto sucio. Sobre su postura arrebatada y populista de irse si Almeyda no continúa, nadie va a derramar ni una sola lágrima. Si Gabriel de Anda (ahora en su papel de ‘mártir’) deja a Chivas, no pasará absolutamente nada.

Aquí el único importante sigue siendo Matías Almeyda.

¿Qué quiere Chivas? ¿Que sea Matías Almeyda el que renuncie? ¿Que termine siendo el argentino ‘el malo’ de la película?

¿Paco Gabriel de Anda cree que ‘nos chupamos el dedo’...?

Qué vergüenza me da: Prestarse a un chantaje sucio para afectar la imagen de un personaje que dio todo por Chivas.

Me apena, en lo personal, haber compartido una mesa de trabajo con él...

Con Vergara ‘desaparecido’, con Higuera ‘escondido’, con Paco Gabriel ‘perdido’, sin Almeyda y sin Pizarro, Chivas va rumbo a la desgracia, a la ruina y al desastre... Y no exagero.