La esperanza

Yo tengo una esperanza. Y creo que es la misma que tienen millones de aficionados al futbol, en el país y más allá de nuestras fronteras. México puede jugar mejor al futbol.

Y estoy completamente convencido de ello: México tiene un mejor futbol del que hasta ahora ha mostrado la Selección en la era de Juan Carlos Osorio. La única cuestión radica en saber si habrá tiempo, espacio y condiciones para que ese futbol aflore a partir del 17 de junio en el Estadio Luzhniki de Moscú.

La cuenta regresiva ha comenzado. Nadie detendrá el reloj que antecede a la Copa del Mundo. Quedan tres partidos (País de Gales, Escocia y Dinamarca) y quizá algún juego de entrenamiento ante el Dínamo de Moscú y es todo, a definir en tres encuentros todas las expectativas e ilusiones que se han generado en los últimos cuatro años. México ya conoce esa historia. Sin tiempo, lo que queda es una esperanza.

Andrés Guardado y Guillermo Ochoa, dos veteranos, líderes y capitanes de la Selección, lo dejaban entrever -casi entre líneas- el martes por la noche en Dallas. Hay que buscar la forma de hacer entender a Juan Carlos Osorio que los futbolistas se sentirían más cómodos a partir de cierto parado y de cierta congruencia en cuanto a las posiciones que juegan en el campo. Ya no se trata ni siquiera de las famosas rotaciones.

Se trata de una formación donde los futbolistas se sientan más seguros y armoniosos -si esa es la palabra- en el campo de juego. Osorio ha probado con diferentes planteamientos: tres defensores, un rombo a medio campo y tres delanteros. Luego, cambio a un 4-4-2 más tradicional y ha tenido tiempo, en otras presentaciones, de jugar con una línea de cinco defensas.

El entrenador colombiano que dirige a México cree en esa ductilidad del jugador y del equipo. Para él, el futbol es un gran abanico de posibilidades y el futbolista puede y debe tener condiciones para adaptarse a ellas. Quizá, en un club, con más tiempo para entrenar, para comprender y asimilar esos sistemas, la labor hubiese sido más sencilla. En una selección, lo que no sobra nunca es tiempo y menos con los calendarios de hoy en día y con el hecho de que el 80 por ciento o más de la Selección Mexicana radica en territorio europeo. 

La cordura debe llegar a esta Selección. Sensatez del entrenador y de los futbolistas para juntos -esa es la única forma- encontrar un método, una manera en la cual tratar de rendir al máximo con los mejores resultados.

Sigo pensando que todo este problema comienza a partir de una endeble estructura que rodea a la Selección Mexicana de futbol. No hay nadie por encima de Osorio con la capacidad para sentarse con él y explicarle que las cosas no están funcionando en el campo de juego y que, si hace algunas adecuaciones, si cede en parte de su aferrada doctrina, México puede encontrar un mejor funcionamiento de cara al Mundial.

Nombres sobran para ese Comité de futbol que tanto necesita la Selección -Mejía Barón, Ferretti, Vucetich, Hugo Sánchez, La Volpe, Lapuente, Meza, Aguirre-. Ellos podrían sentarse en la mesa con Osorio y tratar de encontrar el mejor camino para esos resultados. El futbol como la mayor parte de las cosas en la vida no se deciden a partir de una sola voz, de un solo hombre. Muchos pensamientos y una diversidad de opiniones terminan ofreciéndote un panorama más amplio para encontrar el éxito. 

Tengo claro que México puede jugar mejor al futbol de lo que lo ha hecho hasta este momento. Esa es mi esperanza. Ahora y como siempre, se trata de voluntad. ¿La tendrán el entrenador y los futbolistas?