Opinión

David Faitelson

David Faitelson es dueño de un estilo duro, pero frontal al momento de dar opiniones, que incluso le han traído choques con algunas figuras.

Éste es ‘el bueno’

2018-04-20 | David Faitelson
DAVID FAITELSON
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La diferencia es que no tienen nada que perder... El último y refrescante movimiento de futbolistas mexicanos pide cosas que no parecen ser sobrenaturales ni imposibles: acabar con el ilegal sistema de conspiración de clubes —llamado coloquialmente ‘Pacto de Caballeros’— y atrasar los tiempos en cuanto al Régimen de Transferencias para que los jugadores nacionales tengan las mismas oportunidades que los extranjeros de conseguir trabajo. Tan simple y sencillo como eso. Es más, parece increíble, inaudito, que en pleno siglo XXI, el futbol mexicano esté discutiendo temas de la ‘edad feudal’.

Ya antes, en la historia del futbol mexicano, han existido diversos movimientos para que el futbolista tenga derechos, libertades y también obligaciones. Todos comenzaron con mucha fuerza, con esperanza e ilusiones de un cambio. Todos se abortaron por una misma razón: el miedo, la disgregación. ¿Por qué esta vez será —o podría ser— distinto? ¿Por qué esta vez parece que es ‘el bueno’?

El movimiento no se ha fraguado directamente desde México. Ha llegado desde Europa, con la voz y el pensamiento de futbolistas que han puesto su talento y su personalidad por delante para abandonar la ‘zona de confort’ y también la de opresión que significaba el futbol de su país de origen. Ellos rompieron ‘las cadenas’. Son libres. Tiene un estatus en algunas de las mejores Ligas el mundo. Ninguna amenaza, intimidación, es capaz de frenarles. ‘Si en el futuro hay algún tipo de problema o persecución para que yo regrese a jugar a México, me voy a los Estados Unidos’, me dijo con toda seguridad un futbolista que actúa en esas Ligas de Europa.

Dos amenazas veladas caen sobre los dueños de clubes del futbol mexicano. La primera, detener, parar la Liga en la recta final del actual campeonato. Dos: los seleccionados advierten que podrían no ser parte de la siguiente convocatoria para un partido de despedida ante la afición en Estados Unidos, cuando falten solamente algunas semanas para el Mundial. La medida es tan seria y tan grave que el miércoles, en un hotel del aeropuerto, entró en funciones el anunciado nuevo presidente de la Federación Mexicana de Futbol.

Yon de Luisa es un hombre educado e inteligente. Creado e impulsado por Grupo Televisa para ser la cara del futbol de la empresa —y de México— a nivel internacional. Hoy afronta su primera gran encomienda. Resolver la insurrección de los futbolistas, evitar un paro —como el que no pudo detener hace algunos meses el actual presidente Decio de María con los árbitros— y conducir al futbol mexicano hacia los nuevos tiempos.

De Luisa sabe que su mejor carta es la negociación y que de ninguna manera puede imponerse —como ha ocurrido históricamente en el pasado— un dejo de prepotencia. Tiene, también, una maravillosa oportunidad de iniciar su gestión firmando un acta, la próxima semana, donde los dueños de clubes y la FMF se comprometen legalmente a abandonar una práctica tan sucia y desleal como la del ‘Pacto de Caballeros’. Debe entender de Luisa y debe hacerles entender a los diferentes propietarios de equipos que el futbolista es y sigue siendo lo más importante de este juego —para ellos negocio— llamado futbol.

Creo que éste es ‘el bueno’. Este movimiento puede prosperar por algo histórico para el futbolista y para el futbol mexicano. Es tiempo que de que el futbolista tenga voz, voto, libertad, poder, porque al final del día, los resultados de la cancha, buenos o malos, dependen de ellos y no de los dueños de clubes. El balón está en los pies correctos.

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