Opinión

David Faitelson

David Faitelson es dueño de un estilo duro, pero frontal al momento de dar opiniones, que incluso le han traído choques con algunas figuras.

En peligro de extinción

2018-01-09 | David Faitelson
DAVID FAITELSON
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Mientras se hacía la noche en el Estadio Corregidora, Henry Martín sonreía eufóricamente al tiempo que corría para abrazar a sus compañeros. Había conseguido un soberbio gol en la Fecha 1 del torneo que le significarían al América sus primeros tres puntos del campeonato, pero lo más seguro es que los días de Martín vestido de amarillo tengan un papel poco más que secundario cuando lleguen los refuerzos extranjeros. Su destino está definido.

Es evidente que, por alguna u otra razón, en los puestos de mayor responsabilidad y compromiso, casi siempre aparece un futbolista extranjero en la Liga MX. Este comentario no intenta generar un clima xenofóbico, pero no parece existir una confianza plena y absoluta en el futbolista mexicano. El club mexicano no cree en su propia materia prima. Hay varias explicaciones al respecto. La primera resalta la calidad, la segunda, el precio y la paciencia, y la tercera, un asunto delicado que tiene que ver con la corrupción en la compra y venta del jugador. ¿Cuál es la realidad? Que el futbol mexicano no confía en el futbolista mexicano…

Sigo esperando, pacientemente (y al mismo tiempo impacientemente), que un equipo de la Liga MX haga un anuncio espectacular (como lo hace cada vez que contrata a un jugador sudamericano o europeo) sobre un futbolista mexicano, de su cantera, de su producción, de su propia ‘sangre’, que recibirá la gran oportunidad de ser el titular y la estrella del equipo en el torneo. Sigo esperando…

Argentinos, paraguayos, chilenos, colombianos, ecuatorianos, brasileños... No tengo nada contra ellos, pero sí tengo un punto de vista contrario sobre la poca ambición de los equipos para ofrecerles a los jugadores de casa una responsabilidad estelar en alguna posición estelar de la cancha. Los jugadores mexicanos parecen, en la mayor parte de los ejemplos, remitidos y hasta discriminados en las posiciones de mayor carga. Salvo Chivas, que depende al cien por ciento del futbolista nativo, el resto de los clubes le ofrecen al elemento extranjero la responsabilidad de ser el goleador, el que arme el juego y el que tenga el liderazgo en temas defensivos. Sobran las preguntas en el tema: ¿Hay poca paciencia para trabajar en el jugador de cantera? ¿Hay poca confianza en el futbolista mexicano? ¿Los resultados están garantizados a través de un futbolista que provenga del extranjero?

Y hay una pregunta más que debo hacer con mucha delicadeza y cuidado: ¿Hay toda una industria malévola detrás de la situación? Para ser más precisos: ¿La presencia de tantos y tantos futbolistas extranjeros obedece a una situación de negocios, corrupción y malos manejos que existen en algunas de las organizaciones del futbol mexicano? No quiero ni puedo decir o comprobar que ello ocurre en la mayor parte de las organizaciones, pero eso es una inquietud o cuestión que surge de forma irremediable. Los clubes encuentran una manera más ‘sencilla’ (y por lo visto, muchas veces más productiva) de trabajar a través de la contratación de jugadores extranjeros que a través de la producción de futbolistas nacionales.

El América es el mejor ejemplo de ello. Históricamente ha sido un equipo en donde al jugador extranjero se le da un sitio de preponderancia, pero la diferencia con los viejos tiempos (y las viejas reglamentaciones) radica en que el equipo siempre tenía espacio para jugadores mexicanos de gran personalidad y valía, la mayor parte de ellos procedentes de sus Fuerzas Básicas de la una vez famosa escuela del América.

Los nuevos tiempos en el futbol mexicano han generado una pérdida de identidad, pero ése promete ser un daño colateral menor con respecto al verdadero peligro que se asomará en el futuro.

En resumidas cuentas (puede que sea un tema de capacidad o de economía), pero no existe una confianza plena en el futbolista mexicano. Se prefiere casi siempre buscar una alternativa en el mercado exterior y ello se acrecienta aún más cuando se trata de puestos de alta responsabilidad, donde existe la presión de hacer goles, de sostener futbolísticamente a un equipo o de mostrar el liderazgo en la cancha en los momentos fundamentales. La Liga MX tiene para ello un acento sudamericano. Y el verdadero problema llegará algún día (no muy lejano, créame) cuando decidan a ponerse a buscar futbolistas mexicanos y éstos ya no existan.

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