Opinión

David Faitelson

David Faitelson es dueño de un estilo duro, pero frontal al momento de dar opiniones, que incluso le han traído choques con algunas figuras.

¿El súper América?

2018-02-23 | David Faitelson
DAVID FAITELSON
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Aun en la cima, goleando y jugando bien, el América podría estarnos engañando a todos. ¿Es en realidad un ‘Súper América’? ¿Esconde algo? ¿Se perderá en la inconsistencia y la irregularidad del torneo mexicano? ¿Levantará los dos trofeos?

El América es un club de pasiones encendidas. Una racha, una goleada, algunos gestos de buen futbol y la recuperación de ciertos futbolistas que habían perdido su nivel, para desatar toda una “fiesta de luces”, sueños e imaginación. El América es un club de pasiones encendidas, pasiones sólo válidas cada vez que recibe un trofeo de campeón.

Hoy, sin ganar nada, es capaz de ilusionar y hasta de engañar, pero es parte de su vida natural. Nada que haya inventado el ‘Piojo’ o algunos de sus futbolistas del presente. Es el América de siempre. El riesgo es que se sobredimensione demasiado, que en realidad se crea en la fantasía del “súper equipo” y no en la realidad de un equipo que ha ido tomando forma y fondo con mucho trabajo y dedicación. En el América es fácil “marearse”, sentirse pleno y “todopoderoso” cuando la realidad es que el futbol mexicano vive de constantes parajes de inconsistencia y mediocridad.

Este América que comanda la Liga y que en su aparición en Concacaf mete cinco goles en Costa Rica, apunta para ser un serio contendiente. Sin embargo, que yo recuerde, el América, bien o mal, en plan grande o arrastrando la cobija, siempre fue un serio contendiente. 

Quizá lo que ha sucedido hoy es que ha terminado por recortar la distancia que le alejaba de los equipos del norte en la última época. Este América, en plantel y en condición futbolística, está pleno para ponerse al tú por tú ante Tigres y Rayados. Y es más que Tigres y Rayados a partir de la pasión que genera. 

Lo positivo del tema se traduce en un beneficio común parta el futbol mexicano. Que el América esté bien, sano, fuerte y en apariencia vigoroso y poderoso, garantizará un buen espectáculo para la segunda parte de la
temporada y también por la lucha -que podría ser entre equipos mexicanospor el boleto para el Mundial de Clubes. 

A nadie le sirve un América ‘jodido’. Este es el prototipo del América que de-sean sus más fervientes aficionados y también sus más efusivos detractores. El otro tema son los tiempos. El América parece estar alcanzando un ‘clímax’ mucho antes de la llamada ‘zona roja’ del futbol mexicano, cuando se supone que los equipos van de menos a más.

Pero veo al cuadro ordenado, con un aparato defensivo que difícilmente pierde la concentración y cuando la pierde tiene en Marchesín al personaje que resuelve los problemas. Jugadores como Mateus Uribe, Guido Rodríguez, Cecilio Domínguez y Renato Ibarra han mostrado, finalmente, por qué fueron considerados para jugar en este club. 

Oribe siempre está en el sitio adecuado, en el nivel óptimo y sobre todo en la actitud correcta. Henry Martín ha hecho el trabajo y el equipo espera que jugadores como Jérémy Ménez y Andrés Ibargüen mejoren día con día para aportar en el paso de calidad que se requerirá en momentos cruciales de la definición de los torneos. Creo que Miguel Herrera piensa que este equipo todavía no ha alcanzado su potencial, lo cual es muy bueno para ellos y terrible para sus rivales. 

Como es normal, alrededor del América empiezan a tejerse historias de gloria. Que si será capaz de terminar el campeonato invicto -nadie nunca lo ha hecho, ni siquiera aquel Toluca de Cardozo que era imponente- o que si arrasará la próxima semana con el alicaído Chivas para oficializar la eliminación de Liguilla de su acérrimo rival. 

Todo es parte de la vida del América, de las ‘pasiones encendidas’ que se encienden a su paso, un paso por ahora bueno, que promete ser mejor y nada más. Vuelvo y repito: el América está bien cuando levanta trofeos y nada más…

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