Opinión

David Faitelson

David Faitelson es dueño de un estilo duro, pero frontal al momento de dar opiniones, que incluso le han traído choques con algunas figuras.

El ‘precio’ de un Clásico

2018-02-27 | David Faitelson
DAVID FAITELSON
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El Clásico se cuenta aparte. Chivas no salva su mediocre o mal torneo ganándolo, pero le da otro tipo de matiz o de inspiración si es capaz de vencer y de quitarle el invicto a su acérrimo rival. El Clásico tiene otro precio, tono, sabor, repercusión. El Clásico se come aparte.

Y será mucho más parejo en la cancha de lo que es hoy en la Tabla General, porque sigo pensando que el América es un equipo en plena construcción futbolística (lo vimos el sábado sufrir en el Estadio Azteca contra los Xoloitzcuintles) y el Guadalajara ha realizado, en la cancha, un juego mucho mejor que los siete ‘miserables’ puntos que tiene. El Clásico es diferente e intervienen otro tipo de factores, sobre todo, emocionales (mentales) que se encargan de derivar el juego y el resultado.

Los expertos seguían debatiendo el domingo pasado sobre si los problemas de Chivas estaban en la parte defensiva o en el ataque, sobre todo, en la consecución de los goles que finalmente te hacen ganar los partidos y coleccionar los puntos. Es evidente, también, que cuando los resultados no llegan, existe una presión que es capaz de esconder los verdaderos defectos del equipo y sacar a relucir otros muchos. Chivas no es un caos (no arrastra la cobija en el torneo), aunque insisto, matemáticamente, 7 de 27 puntos en disputa, es una cosecha demasiado pobre para un equipo que hace menos de un año lograba consolidarse como Campeón tanto en la Liga como en la Copa. La presión no le ha permitido mostrar sus mejores aptitudes.

Es un hecho que la posibilidad de una Liguilla se ha esfumado por segundo torneo consecutivo. Quedan pocos alicientes por delante para este Guadalajara. Quizá tratar de alcanzar el título de la Concacaf, que nunca ha ganado, pero donde seguramente tendrá que chocar ante conjuntos mexicanos que tienen la misma idea, entre ellos Tigres y América. Ganar el Clásico Nacional es un ‘premio’ que sus aficionados reconocerán y atesorarán, y puede servir también para confirmar las teorías sobre que el juego de Chivas ha estado por encima de su raquítica producción en números.

Pero en el futbol como en la vida siempre hay más de un resultado posible. Hemos valuado hasta ahora el costo de un triunfo, pero no en el de una derrota. Perder ante América (y siempre cuentan las formas, sobre todo cuando pierdes) podría provocar el inicio del fin de una era que ha sido exitosa y yo diría, gloriosa para el Guadalajara. Creo que Matías Almeyda sabe que el final se acerca de forma irremediable y no será la dirigencia la que tome la decisión, sino él mismo, cuando sienta o entienda que su ‘discurso’ y sus decisiones se han agotado y que al plantel de futbolistas, a todo Chivas y a él mismo le vendría bien un ‘rompimiento’ o un descanso de ideas. “El día en que ya no pueda más, tocaré la puerta de la oficina de Jorge Vergara y se lo diré”, dijo Almeyda hace algunas semanas. La única duda que tengo es si Chivas está listo para ese momento (lo cual creo que no), y si Chivas se está preparando para ese momento (lo cual tampoco creo).

La salida de Almeyda llegará algún día (esperamos que no sea pronto), porque encontrar a un personaje con sus virtudes será prácticamente imposible. Y mire usted que Chivas y Jorge Vergara tienen mucha experiencia en ese menester de buscar al entrenador correcto. Matías Almeyda sigue siendo lo mejor que le ha sucedido a Chivas en la última década.

El balón aparece en el lado de la cancha de Chivas. El precio de un Clásico Nacional. El poder ganarlo te puede ayudar muchísimo, sobre todo para un club que quiere alejarse de una temporada aciaga y desilusionante. Y perderlo puede ser catastrófico, puede marcar el inicio del fin de una era. He ahí los peligros de un club grande, poderoso y pasional. No puede fallar en los momentos decisivos… 

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