El más grande entre los grandes

Debe ser algún tipo de sangre que lo hace especial en los momentos decisivos. Puede que sea su mentalidad, ese sentimiento de ganar o ganar, de apegarse al estoicismo de que sin el trofeo cualquier cosa es un fracaso. Debe ser, también, la fuerza de la pasión que le rodea, la intimidación del escudo, de lo que hay detrás, de la leyenda 'Ódiame más' que parece una amenaza velada para sus opositores y detractores. Sea como sea, es una realidad: el América es el más 'grande' entre los 'grandes' del futbol mexicano.

Puede que algunas horas antes existían dudas y cierta controversia. La realidad es que hoy ha desaparecido. El América se llevó toda la gloria y el futbol, de pasada, volvió a darnos una lección de vida: aquel que es valiente y acepta tomar los retos y los riesgos, estará siempre más cerca del triunfo.

No fue una Final brillante ni espectacular. Fue cerrada, dura, rocosa, estratégica –dirían algunos–, aburrida y de bajo nivel –enfatizan otros– donde el América decidió, dentro de todo, apostar por el triunfo. Su rival, el Cruz Azul, especuló y apostó por no perder. El que juega a ganar siempre tendría más posibilidades de lograr la victoria. En ello se basa la legitimidad del éxito americanista.

Hay que darle el crédito a los futbolistas del América y a su entrenador. Un equipo que, casi siempre, es acusado de utilizar una mayoría de jugadores extranjeros, pero que tuvo tiempo de enseñar y potencializar a dos ‘'joyas' de su cantera: Diego Lainez y Edson Álvarez, que fueron fundamentales en las intenciones americanistas del domingo y, al mismo tiempo, evidenciaron que están para jugar en otro nivel futbolístico.

Miguel Herrera demostró que es uno de los mejores entrenadores del futbol mexicano, un personaje que nos puede gustar o no, sus formas, sus reacciones, sus exageraciones, pero que es el tipo ideal para dirigir a un club de las condiciones del América y de sus aficionados.

Herrera volvió a enseñarnos que es un técnico conocedor y que transmite perfectamente sus pulsaciones a la de sus jugadores. El América fue de menos a más y a mucho más en el torneo y jugó una Liguilla brillante.

¿Qué se puede decir de Cruz Azul? Que se 'murió' de nada. Que se acobardó en el momento menos indicado. Que no tuvo ni futbol ni espíritu ni garra ni lucha ni vergüenza, que fue una decepción absoluta en el episodio de la Final. No sé qué le pasó a Cruz Azul. Lo cierto es que tiró por la borda, puso en la ‘basura', su gran temporada con una actitud poco favorable para las necesidades de su afición y de su historia.

Puedes ganar o perder, pero no lo puedes hacer de la manera en que lo hizo Cruz Azul: sin siquiera meter las manos. Pedro Caixinha sabrá la verdad sobre qué le incurrió a sus futbolistas y a él mismo, cuando decidió enviar una alineación diferente –Caraglio y Cauteruccio, los dos centros delanteros al mismo tiempo– a la que había empleado en un torneo donde fue indiscutiblemente el más regular y el líder general.

Luego, cuando necesitó de una reacción, la buscó en jugadores como Mena y Rentería que no habían sido utilizados con mucho protagonismo en toda la campaña. A pesar de su gran inversión, pareciera que el plantel de Cruz Azul se quedó corto en los momentos decisivos.

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El América sumó su titulo número 13. Es, hoy en día, el club más ganador y grande del futbol mexicano. Tuvo un fin de semana fantástico donde coronó, además, a su equipo femenil, a la categoría Sub 17 y vio cómo su acérrimo rival, las Chivas, caía en el Mundial de Clubes. Mejor, imposible para una institución que cada vez que rueda el balón debe apostar por lo máximo. Felicidades para el América, para el dueño del club, Emilio Azcárraga, para Miguel Herrera y para cada uno de sus futbolistas. Felicitaciones, también, para todo el americanismo.

Nos quedan pocas y a la vez algunas lecciones interesantes tras el Cruz Azul vs América que, en principio, lucía como una Final de ensueño con pronóstico reservado. La realidad es que la expectativa fue más allá de la realidad. Que no vimos el futbol que esperábamos y que el América fue un meritorio campeón porque decidió salir a ganar. Cruz Azul salió a no perder. Y el América ha despejado cualquier duda sobre su estado actual: es el más 'grande' entre los 'grandes' del futbol mexicano.