El futbol, el circo y hasta Juan Gabriel...

No es la primera vez que el término 'espectáculo' enardece a los viejos entrenadores del futbol mexicano.

Alguna vez fue Manolo Lapuente con su celebre (para mí, poco afortunada) frase de que “si buscan espectáculo, vayan al circo…”. Ahora fue el turno del 'Tuca' Ferretti: “¿Espectáculo?... El que me tocó ver algún día con Juan Gabriel”.

Dos de los entrenadores más reconocidos en la historia del futbol mexicano, dos integrantes del Salón de la Fama, ignorando que el futbol es, ante todo, un juego de entretenimiento, de esparcimiento, de distracción y que, al final, parece englobarse perfectamente en el término de un 'espectáculo'.

La mayor parte de los entrenadores cuidan su trabajo y protegen sus intereses, y salen a jugar con demasiadas precauciones. Y en este caso, a Tigres, le estamos exigiendo a un equipo que parece contar con el material suficiente para poder presentar una postura diferente en el campo de juego. Y si hurgamos más en el específico tema del 'Tuca', se trata, además, de una situación donde hemos ponderado que, ante cualquier síntoma de crisis, los que están en una encrucijada son los futbolistas y no el entrenador. Así debería de ser en muchos clubes.

Los nombres que tiene Tigres para jugar de forma diferente (no le llamemos espectacular) están ahí: empezando por Gignac, siguiendo con Valencia, Vargas, Aquino, Damm, Quiñones y ahora Nico López ¿Cuál es el pretexto para no hacerlo?

Creo que al único entrenador del futbol mexicano que he escuchado afirmar que su equipo debe jugar bien (primero) y luego ganar es a Ignacio Ambriz. Y justamente es el León el que ha apuntado un mejor futbol en las últimas temporadas. Lo intentó así el domingo en Torreón y terminó perdiendo el partido, pero ofreciendo una digna actuación. A algunos, con ello, no les basta.

Renunciar al futbol espectáculo cuando tienes el material o los actores para hacerlo es una manera de escudarte y protegerte. Con todo respeto para Ferretti, a quien considero uno de los más trascendentes directores en la historia del futbol mexicano, lo suyo no está bien. Tigres puede y debe procurar jugar mejor al futbol y con ello estoy seguro de que estará más cerca del cometido principal del 'Tuca' que es ganar los partidos.

¿Que le dirían Ricardo Ferretti y Manolo Lapuente a aquellos que los domingos por la tarde encienden la televisión buscando algo con que entretenerse y se encuentran con un partido de futbol sin emociones ni goles? ¿Qué se vayan al circo o que pongan en el tocadiscos (que viejo estoy) una canción de Juan Gabriel?

EL BARCELONA… “Lo primero es jugar bien al futbol: Quique Setién

Ninguna promesa de ganar un título o del inminente e irrenunciable compromiso que siempre tiene un club como el Barcelona de mantenerse en un estado competitivo. Quique Setién lo sabe, lo entiende perfectamente que en su responsabilidad va incluida (y se da por entendido) ganar trofeos (llámese Champions, Liga, Copa del Rey o todo), pero que lo que realmente le condujo de un día para otro a dirigir uno de los grandes clubes del futbol internacional es el estilo de juego y la impostergable tarea de jugar bien antes que nada.

El Barcelona o el barcelonismo vuelve a romper los moldes tradicionales, robustos e infranqueables de aquellos que juran que el futbol es un juego donde ganar lo es todo, por encima de formas, métodos, ideologías y sentidos. El Barcelona ha vuelto a mostrarnos el horizonte sobre una postura clara e irrefutable para ellos: esto del futbol es un espectáculo, un entretenimiento, algo lúdico, trivial que, quizá, exagerando, pueda llegar hasta las escalas de una expresión artística cuando un futbolista como Messi se pone al frente de la orquesta y apunta la batuta hacía sus compañeros.

El futbol no es tan complicado o complejo como lo quieren hacer ver algunos. El futbol es, como lo dicta justamente el Barcelona, como lo insinuaba el Madrid de Di Stéfano, como exponía el Brasil de Pelé, la Holanda de Cruyff o el Milan de Sacchi, una ocasión maravillosa para ofrecer espectáculo, jugar bien, convencer, entretener, divertir y divertirse y si es posible, como consecuencia de todo ello, ganar.